De manual de intervención imperialista se puede catalogar la agresión que viene padeciendo la Revolución Bolivariana de Venezuela desde el triunfo de Hugo Chávez el 5 de diciembre de 1998.

Ese mismo día el imperialismo norteamericano a través de la CIA empezaba a elaborar el plan para derrocar al presidente electo que ha tenido intentos de todo tipo hasta llegar al actual momento donde ya no se disimula a la hora de desarrollar un golpe de estado contra el gobierno de Nicolás Maduro que, en las distintas etapas de la fase actual, se mastica con todos los actores internos y externos, tanto políticos como económicos como mediáticos.

Desde esa proclamación de Hugo Chávez en diciembre de 1998, las 14 convocatorias electorales se han saldado con el triunfo de las candidaturas populares de las organizaciones bolivarianas, lo que ha provocado que la CIA, junto con sus organizaciones satelitales como la USAID y la NED elaboraran y reelaboraran los planes golpistas y de desestabilización permanente contra Venezuela. Los fondos de estas tres organizaciones del gobierno norteamericano han estado aumentando año tras año con el objetivo del derrocamiento e incluso el magnicidio antes contra Chávez, ahora contra Maduro.

Basta sólo con recordar los golpes de estado y las intervenciones del imperialismo en el siglo pasado para conocer el final del guión  preparado para la Revolución Bolivariana. El golpe de estado en 1973 contra Allende se preparó con la desestabilización que produjo la huelga de camioneros en la distribución de alimentos. Desde el triunfo del presidente Maduro en las elecciones de octubre del año pasado, el pueblo venezolano está siendo sometido a un sabotaje en la distribución de productos de primera necesidad, que tienen la finalidad de generar un ambiente social caótico que sirva como respaldo a la oligarquía y al imperialismo para intervenir criminalmente con un golpe militar.

La trama tiene todos sus actores e intervienen en el guión según se producen las respuestas populares y del gobierno de Nicolás Maduro. La situación precisamente ha adquirido una dimensión internacional en la medida que están participando sujetos e instituciones que ponen de manifiesto la importancia de esta guerra del imperialismo. En los últimos dos meses, los acontecimientos se van sucediendo a modo de vértigo. El gobierno bolivariano explicaba en una rueda de prensa que se había abortado un golpe de estado  preparado para el 12 y 13 de febrero, que comenzaría con el bombardeo del Palacio de Miraflores por un avión militar tucano que partiría de una base en territorio colombiano, lugar y fecha que encontraría reunido a todo el gobierno bolivariano. También se tenían como objetivos del bombardeo golpista, la sede de Telesur, el Ministerio de la Defensa, y otros organismos relevantes del estado venezolano.

Paralelamente, los golpistas ya tenían preparado un documento-programa de gobierno que estaba firmado por Leopoldo López, Antonio Ledezma (ambos actualmente encarcelados) y María Corina Machado. Este documento hecho público, ha sido también respaldado por Julio Borges de Primero Justicia y por COPEI, con lo que la flor y nata de las organizaciones de la derecha oligárquica se expresan públicamente con un documento de llamamiento al golpe de estado después de su derrota electoral de octubre pasado.

Para determinar finalmente la declaración de Guerra, Obama firma la Orden Ejecutivacontra el Gobierno de Nicolás Maduro y siete ciudadanos venezolanos, por la amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y política exterior de los EE UU.  Previamente una campaña mediática internacional y salvaje ha preparado esta declaración intervencionista e injerencista que tiene sus acompañantes con los pronunciamientos del Parlamento Europeo, el Congreso de los Diputados del Estado español y el grupo de ex-presidentes de España y de países latinoamericanos, encabezados y liderados por el filibustero Felipe González, que tienen el vil honor”  de representar a los gobiernos que lideraron en sus momentos y respectivos países, políticas de carácter oligárquico, guerrerista y de suma explotación contra la clase obrera  (J. M. Aznar, el uruguayo Sanguineti, el colombiano Pastrana, el mexicano Calderón, ).

Síntesis: el Imperialismo ha llamado a filas a todos sus soldados en la guerra contra la Revolución Bolivariana. La respuesta de la Solidaridad Internacionalista mundial ha comenzado el 19 de Abril. En Madrid, como en otras localidades del planeta,  se ha celebrado una concentración ante la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores. Continuamos en la lucha hasta derrotar al Imperialismo. 

Víctor Lucas

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