El imperialismo anglosajón (reforzado en su flanco sionista) ha arrodillado a los países de la UE (OTAN) ante sus intereses estratégicos. La voladura del Nord Stream 2 fue necesaria cuando ese sometimiento se retrasaba de forma inaceptable para los déspotas de Washington.

Con el inicio del siglo XXI África empezó a ser una preocupación mayor para ese eje imperialista (Bill Clinton año 1998). Un continente que, en los siglos anteriores, había sido un soporte fundamental para el desarrollo capitalista de las potencias europeas: Francia, Bélgica, Alemania, Inglaterra, e incluso España.

En los procesos independentistas africanos la aportación soviética dejó una destacada impronta en muchos de esos países. Argelia (donde Cuba también contribuyó), bajo el liderazgo de Houari Boumédiène, quedó como la posición más consolidada de la defensa de la independencia y la soberanía en la ruptura con las antiguas metrópolis.

La presencia china, por ese tiempo, estuvo marcada por una negativa orientación sectaria. Pero posteriormente China cambia radicalmente su orientación en política internacional, y es hoy un socio de confianza para muchas economías africanas.

Estas coordenadas previas son necesarias para comprender la compleja relación de la monarquía española y sus gobiernos con la dictadura alauita. También para entender la posición de Pedro Sánchez en relación a Marruecos.

El eje imperialista anglosajón desarrolla su geopolítica africana a partir de estas coordenadas.

NUNCA SERÁ UNA RELACIÓN ENTRE IGUALES

Tan solo con mirar la geografía se aprecia de inmediato la desigualdad extrema en las dos orillas del Estrecho de Gibraltar, que separa físicamente a África de los países del eje anglosajón. La superficie de África es de 30,37 millones de km2, mientras que la de España es de apenas 0,5 millones de km2. La superficie de la UE es de 4 millones de km2. África tiene una población de 1.480 millones de habitantes.

El Estrecho de Gibraltar tiene hoy mayor importancia estratégica, después del bloqueo de Bab al Mandeb por parte de Yemen. Ahora, Gibraltar, es el único acceso operativo al Mediterráneo, no solo para las rutas occidentales sino también para las que tienen origen en el sur asiático.

Estos datos, de escalas tan desiguales, se aplican igualmente a las riquezas y recursos naturales. África tiene petróleo, coltán, madera, oro, uranio, pesca, etc. Casi nada de esto tienen España, o la UE.

Esas riquezas son las que explican el sometimiento de la República Democrática del Congo a una guerra continua en las últimas décadas, que deja dantescas cifras de muertes y desplazamientos. Congo tiene minas de oro, diamantes, estaño y tantalio, además del 50 % de las reservas mundiales de cobalto, y entre el 70 y el 80 % del coltán.

La barbarie del colonialismo y el racismo (siempre vinculados), caracterizan la historia del eje anglosajón en el continente. Por ello África tiene unas condiciones de vida dramáticas, a pesar de toda su gran riqueza.

Esa violenta base histórica y la ausencia total de voluntad, por parte de sus protagonistas, de modificar estas líneas de intervención, llevan a que los pueblos africanos se alejen progresivamente de este polo imperialista. El eje anglosajón, hoy más desesperado por su decadencia, afila de nuevo sus garras para un nuevo ataque feroz contra los pueblos africanos.

UN ALIADO SANGUINARIO

En ese contexto, y por la posición geográfica de su territorio, Marruecos es el gran aliado para ese nuevo ataque del imperialismo anglosajón.

La monarquía alauita y el majzén son los aliados necesarios para el desarrollo de los futuros planes de saqueo. Lo ocurrido en la valla de Melilla en el verano del año 2022 fue una demostración puntual de esa orientación política preferencial, y de la impunidad con la que se ejerce todo tipo de violencia criminal en esta situación.

La alianza de la dictadura marroquí con el sionismo es un elemento reforzado de esa elección bárbara para el futuro próximo.

Nunca la UE, y tampoco España, cuestionan la barbarie brutal de la monarquía marroquí con su propia población, con la población migrante de paso, y también con la población saharaui en los territorios ocupados. Antes al contrario, dirigentes tanto del PP como del PSOE, se refieren al sistema político marroquí como un sistema democrático y de libertades.

Sobre la violencia de las fuerzas represivas marroquíes, sobre las torturas y asesinatos, sobre las condiciones terribles de su sistema carcelario, los portavoces de la monarquía española no dicen ni una sola palabra. Son amigos.

EL GRAN MARRUECOS

El imperialismo anglosajón-sionista apoya las ansias expansionistas marroquíes del Gran Marruecos, que incluye el Sáhara Occidental y Mauritania. La creación de un país de tales dimensiones facilitaría la creación de una gran zona de control del noroccidente del continente, y del Atlántico. Marruecos reclama también territorios pertenecientes a Argelia. Buscando la confrontación con este país que es un actor muy especial en la zona, por sus importantes recursos energéticos, y por su firme posición política independiente.

Ese Gran Marruecos sería una pieza fundamental tanto para el tránsito de personas, como para el flujo de todo tipo de mercancías y, también, para el control militar del Sahel y del área subsahariana.

En Marruecos se proyectan importantes instalaciones portuarias, la ubicación de grandes bases militares de la OTAN y el paso de ductos de todo tipo hacia Europa. Todos esos proyectos se extienden desde el Estrecho de Gibraltar hasta los Territorios Ocupados saharauis, y Mauritania.

El cambio de posición de Pedro Sánchez, en 2022, se inserta en esta lógica. Fue una traición al pueblo saharaui que fue, sin ninguna duda, un acto de obediencia a los dictados de Washington y la OTAN. La socialdemocracia siempre como instrumento útil del dominio imperialista. Lo mismo habría hecho el PP, caso de ser gobierno, aunque ahora en la oposición se desmarque verbalmente.

CANARIAS, ABAJO A LA IZQUIERDA

España, en esta cuestión, enfrenta otro factor más de complejidad. Canarias está abajo a la izquierda, frente a la costa saharaui, latitud 28º. Y, para complicar más la cosa, en los fondos marinos canarios se han localizado muy importantes recursos minerales: teluro, manganeso, cobalto, etc.

España nunca se ha atrevido a delimitar el Mar Canario, conforme a lo establecido por el Derecho Internacional Marítimo. Y, en consecuencia, tampoco ha presentado ninguna propuesta para trazar la mediana con el continente. Pero sí presentó en NN. UU. una petición de ampliación de la Plataforma canaria hasta 350 millas al sur del archipiélago.

Marruecos, con su política de hechos consumados aprobó, en enero de 2020, dos leyes de delimitación de sus aguas, incluyendo en ellas el litoral saharaui. Buena parte del archipiélago canario queda dentro de los límites marinos establecidos en esos textos. El gobierno de España calla y mira para otro lado. Nunca quiere molestar a Marruecos.

Al sur de la isla de El Hierro, está el monte Tropic, con sus laderas llenas de tierras raras, con un altísimo nivel de concentración. Tanto la armada española como la marroquí patrullan periódicamente la zona para dejar constancia de sus reivindicaciones de soberanía.

Marruecos chantajea a España con la reivindicación de Canarias como territorio marroquí, y amenaza con cualquier acción terrorista de falsa bandera, que ahuyentaría el turismo de las islas y quebraría todo su sistema económico.

Para la UE, la OTAN y el Gobierno de España, Canarias tiene un futuro asociado al uso preferencial como plataforma militar en la logística de los futuros escenarios de la guerra imperialista.

Por todo ello, Marruecos manda y España obedece.

C. Suárez

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