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“Las trabajadoras, aquellas que aspiran a la igualdad social, no esperan para su emancipación nada del movimiento de mujeres de la burguesía, que supuestamente lucha por los derechos de las mujeres. Ese edificio está construido sobre arena y no tiene ningún fundamento real” (C. Zetkin).

Está claro, si eres mujer y vives en el capitalismo vas lista.

En este artículo nos vamos a centrar en algo que se trata poco por los medios de desinformación, porque no suena muy guay. Hablamos de las condiciones laborales de las mujeres y sus consecuencias en las prestaciones de la denostada seguridad social.

Las mujeres mayores, durante toda nuestra vida, como mujeres, hemos estado sufriendo la desigualdad con respecto a los hombres. En la mayoría de casos, primero en casa y en la familia y luego en los trabajos.

Ni con el paso del tiempo la igualdad nos llega, tenemos una situación de desigualdad económica a causa de los trabajos que hemos desarrollado a lo largo de nuestra vida laboral generalmente peor remunerados y que además en muchos casos hemos tenido que abandonar para cuidar a hijos o padres, consecuencia de una sociedad que no cubre las necesidades de las familias, escuelas infantiles, centros para las personas mayores, etc. Con lo que alguien tiene que dedicarse a labores de cuidadora, el 90% de cuidadoras son eso, cuidadoras, que cuando llega la jubilación no han cotizado suficiente y eso se traduce en pensiones de miseria. 

De los más de 2.200 millones de niños y niñas del mundo, 1.000 millones viven en situación de pobreza y 600 millones en situación de pobreza extrema, y de cada seis, uno o una tiene que trabajar obligatoriamente. En general, la infancia en el mundo sufre, sobre todo en los países empobrecidos, una grave situación de indefensión y está expuesta al hambre, la desnutrición, el maltrato y la violencia.

De esos 2.200 millones, la mitad son niñas, y sólo por el hecho de serlo, desde el momento que nacen ya sufren la discriminación, y además de lo expuesto anteriormente, en lo referente a la infancia en general, ellas son víctimas de la opresión, la violencia, el maltrato, la mutilación etc.

Los hechos

En 2017 tres futbolistas del Arandina, equipo de la localidad de Aranda del Duero, Carlos Cuadrado, Víctor Rodríguez, y Raúl Calvo, convencen a una niña de 15 años para que se vaya con ellos al apartamento de uno de ellos. Una vez allí, dan por hecho que van a mantener relaciones sexuales con ella, cuando la menor se niega, la violan, los tres, en el salón. Al poco rato, uno de ellos, la lleva al dormitorio y la vuelve a violar.

Unos días después, aterrada lo cuenta. Se lo cuenta a sus amigas y, también a su madre, que inmediatamente denuncia.

La música, el cine, los videojuegos, los refranes populares y los medios de comunicación a través de la publicidad son algunas de las vías para la transmisión de desigualdades y estereotipos de género.

El uso de estos medios para tal fin se identifica con la violencia simbólica, término acuñado por el sociólogo Pierre Bourdieu en los años 70 para definir una forma de violencia que se realiza de manera indirecta, sin que las víctimas sean conscientes de ello. No solo está legitimada, sino que se encuentra tan interiorizada y normalizada en la sociedad capitalista hoy día, que los medios de comunicación además de promoverla, obtienen un beneficio económico de ella. No se manifiesta físicamente, pero es muy peligrosa, pues el que la ejerce impone estructuras mentales, valores, principios e incluso modos de ver la vida a otros sujetos, que acaban aceptando ciertos comportamientos como naturales, en una sociedad en la que no interesa estimular la reflexión ni los cuestionamientos hacia lo que se considera normal, en la que se fomentan el individualismo y los sueños materiales.

Se acerca la fecha del 25 de noviembre. Otro año más tendremos que llevar la cuenta de los feminicidios y asesinatos de mujeres, que ya ascienden a una media de 100 por año en los últimos 10 años.

Desde la aprobación de la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género en 2004, no parece que se perciba ningún cambio en las situaciones de violencia vivida por las mujeres en el estado español. A continuación dos ejemplos de iniciativas institucionales que pretenden ese objetivo:

Aprovechando la visita de Amelia como ponente en dos actos en Elche el 17 y 18 de octubre, tuvimos la ocasión de entrevistarla para la versión digital del periódico Unidad y Lucha, órgano de expresión del Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE).

Secretaría Feminista del Comité de l'Alacantí

La llaman la esclavitud del siglo XXI, ningún país está libre de ella, ningún rincón del mundo, y proporciona tantos beneficios económicos como el tráfico de drogas o el tráfico de armas. ¿A quién beneficia la trata?

El Protocolo de las Naciones Unidas para prevenir, reprimir y castigar la trata de personas, especialmente mujeres, niñas y niños (Protocolo de Palermo), en su artículo 3º, hace la siguiente definición:

"Por trata de personas se entenderá la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esa explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos".

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