Recientes declaraciones de Margarita Robles, ministra de Defensa del Gobierno PSOE-SUMAR, ahondan en la sumisión del Ejecutivo español al dictado de EE.UU, la UE y la OTAN, y lo elevan, dejando a un lado la careta de mero cómplice, mostrándose como parte activa en la guerra imperialista. Afirmar que, ante un recrudecimiento del conflicto en Ucrania, “estaríamos a un paso de la Tercera Guerra Mundial”, o declarar que “La amenaza es total y absoluta” frente las supuestas valoraciones de Rusia respecto a la posibilidad de iniciar una ofensiva nuclear, es adoptar la falacia y la tergiversación como herramienta para manipular a la opinión pública y evitar el rechazo popular hacia la toma de decisiones contrarias a la paz y a los intereses del pueblo trabajador. De esta manera el Gobierno de España eleva el tono en sus declaraciones, y, con la  Ministra como vocera, pone en práctica una táctica que  pretende justificar actuaciones tales como la reciente entrega a la OTAN de la base naval de Maó, un hecho que de facto se viene produciendo desde hace años y que se acentuará en los próximos meses; o el incremento de gasto para Defensa que Robles viene reclamando vehementemente y que conllevará, entre otras consecuencias, la inyección de mayores recursos al Gobierno fascista de Zelenski, así como el refuerzo y la implantación de destacamentos militares al servicio del imperialismo, repartidos por diversas misiones internacionales.

Con estas declaraciones, Margarita Robles, desde su condición de ministra de Defensa de un Gobierno al servicio de los intereses del imperialismo, sitúa al Estado español como parte activa en las agresiones criminales que se vienen ejecutando, a lo largo y ancho del planeta, contra Estados soberanos que, destruidos y saqueados, derraman sobre sus tierras la sangre del pueblo trabajador.

Javier Martorell

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