El resultado de las elecciones del 12 de mayo de 2024 corrobora la tendencia en la recuperación del bipartidismo. En Catalunya, dos fuerzas se consolidan como referentes para conformar gobierno, (la mayoría absoluta son 68 diputados) PSC con 42 diputados podría reeditar el tripartito con ERC (20) y los Comunes (6), que serían socios para una gobernanza acrítica, edulcorada, en continua sintonía para el sopor y la alienación de las masas sobreexplotadas en la crisis sistémica capitalista que nos conduce a la guerra y al autoritarismo. Mientras tanto, la clase política institucional de nuestro país, aburguesada en el pancismo, rehenes del imperialismo yanqui, cierra los ojos ante el genocidio del valeroso pueblo palestino.

JUNTS, la opción de la derecha nacionalista, está inmersa en un proyecto de calado más estratégico.Con sus 35 escaños es segunda fuerza política y aspira a la gobernanza, recomponiendo el entramado socio convergente que en su día representó CiU. Está en una etapa táctica de recuperación del pujolismo autonómico y de unificación de la burguesía nacionalista. Es tiempo para acumular fuerzas, forzados por la represión y la animadversión del Estado monárquico, al derecho de autodeterminación de las naciones que componen el Estado español. Puigdemont necesita sumar y arremeter hábilmente con un doble lenguaje, esgrime el relato independentista a la par que pacta para la normalización y la vuelta al modelo autonómico con el Gobierno del Estado español. Dos relatos divergentes y contradictorios objetivamente necesarios, sin embargo, en la pretendida recuperación para la hegemonía en el parlamento catalán, ahora perdida en detrimento del independentismo.

JUNTS piensa que tiene sus opciones al extraer conclusiones cuando aplica una visión poliédrica y observa el panorama político en el Estado y la necesidad que tiene de aliados un PSOE acorralado por el PP. Por eso mantiene su relato independentista, buscando también recomponer alianzas con ERC y la CUP, fuerzas que en el pasado impulsaron el proyecto republicano catalán con la burguesía y que ahora permanecen divididas al no progresar la DUI (Declaración Unilateral de Independencia). JUNTS, con sus 35 escaños, fondeará sin duda ese mundo “transversal” (eufemismo para legitimar, delante de la clase obrera, la pretendida República Burguesa Catalana). Para ello intentará generar complicidades para no perder los recursos económicos de las instituciones políticas catalanas. Sus adláteres de viaje, la CUP y ERC, se nutren fundamentalmente de un idealismo que rehúye la realidad objetiva de los intereses de la clase obrera, no constituyen en la práctica un inconveniente para los intereses de la burguesía nacionalista, pues esta es contraria a generar alianzas de mayor magnitud en el Estado español para una ruptura con la Monarquía y la instauración de la Tercera República. Este tipo de alianzas generaría cambios dialécticos en la correlación de fuerzas que podrían desplazar la hegemonía del proyecto a la clase obrera.

La candidatura de JUNTS para la presidencia de la Generalitat debería contar con una abstención pactada con el PSC o la suma de estas dos organizaciones unidas para la gobernanza, esta última, bastante improbable. En eso están los partidos que pueden decidir los destinos de nuestras familias.Los gobiernos de la democracia burguesa en Catalunya están constituidos para velar por los intereses de esta clase, desoyendo las reclamaciones justas de las clases explotadas que son vapuleadas por la ley mordaza, o apartadas del proceso electoral por medidas antidemocráticas, como la recogida de avales o las lindezas que se les ocurra para poseer el poder con sus marionetas contextuales.

A los partidos reaccionarios y fascistas, PP con 15 diputados y VOX con 11, se suma Aliança Catalana con 2 escaños. Todos continúan al alza y, al parecer, no es por su vocación a favorecer el bien común, la paz social o las libertades; todo lo contrario, pues inundan las cloacas mediáticas del sistema con gruesas mentiras que son coartadas para introducirse entre las masas más explotadas organizando el ejército del lumpen del proletariado con el discurso del odio para instaurar el Estado fascista.

El PCPC no tiene intención de ser políticamente correcto cuando la clase obrera como sujeto revolucionario se juega tanto en esta partida. El fascismo y sus variantes avanzan porque es una apuesta política en toda regla de la oligarquía imperialista de la OTAN, para aniquilar a la competencia, que son los países emergentes pertenecientes a la esfera de los BRICS. Pero su exponencial crecimiento es también causa de la deriva ideológica que ha convertido a las múltiples corrientes de los autoproclamados “anticapitalistas” en átomos a la deriva, aterrizados en el universo socialdemócrata, mutando de manera camaleónica en piezas para el reforzamiento de la socialdemocracia en Catalunya. ¿Dónde quedaron las movilizaciones del 15M y sus beneficiarios PODEMOS con sus flamantes formas organizativas, eufemismos para negar la lucha de clases? Pretendían ocupar el cielo por asalto con sus decadentes estrategias movilizadoras para acabar en luchas fratricidas por las migajas electorales. Eso, sin paliativos, conduce a la desafección de las masas y a su desorganización.

El hilo rojo de la historia es cercenado con ideas peregrinas que se diluyen en las instituciones burguesas. La democracia burguesa, en su indecencia, conduce el relato para cobijar a todos aquellos elementos de la “izquierda” que no confían en la clase obrera. Se hacen y deshacen minúsculos movimientos “antisistema”, todos se arrogan el papel de sujeto revolucionario, por lo tanto, sin necesidad de organizar al proletariado. Es el paradigma para neutralizar la lucha popular y consagrar las urnas como único mecanismo de participación democrática, delegando nuestras inquietudes en caudillos arribistas que esperan las prebendas del poder.

 

POR LA PAZ Y LA JUSTICIA SOCIAL

CONSTRUYAMOS EL FRENTE OBRERO Y POPULAR AL SOCIALISMO

VIVA LA REPÚBLICA SOCIALISTA


Enric Lloret

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