Estas fueron las palabras de un controlador aéreo al piloto que trasladaba al ex presidente Lula da Silva a la cárcel de Curitiba,  casi calcado a lo dicho por  la junta militar en Chile en 1973, cuando ofrecían un avión al presidente Allende a cambio de su rendición.

Hoy vuelve a repetirse la historia; como la tragedia de un continente que no ha dejado de luchar, la burguesía no perdona que durante un breve periodo de tiempo  hayan surgido gobiernos progresistas que le dieron al pueblo esperanzas reales de un cambio social, lo sucedido en Brasil es la demostración más descarada de cómo el fascismo gobierna, no ha importando la opinión internacional, no ha importado fabricar un montaje que nadie se cree, lo importante era detener  a Lula, y esto solo parece ser el principio, el terror que siente la burguesía frente a gobiernos progresistas hace que la burguesía criolla, aliada, defensora y dócil frente al imperialismo haga el trabajo sucio que el imperio le ordena.

Hemos llegado a un punto como bien decía Bertolt Brech donde: "No hay nada más parecido a un fascista que un burgués asustado”  y precisamente ese miedo ha hecho posible redoblar el azote de la burguesía, no es solamente la detención de Lula, es una oleada continental, una reedición del Plan Cóndor, no hay país donde la derecha no invente pruebas y se lance al ataque contra el pueblo, hoy es Brasil donde un fiscal y una jueza obedientes a los dólares y enemigos del pueblo han hecho posible un burdo montaje para detener a Lula, es también Ecuador donde la contraloría, junto a la fiscalía, el gobierno y los medios de comunicación siempre dóciles a los intereses del imperialismo trata de inventar pruebas, para lograr pedir una orden de detención contra Rafael Correa, no contentos con eso, no permiten la legalización de un partido afín a Correa, es Colombia donde el gobierno ha dinamitado el proceso de paz, donde los ex combatientes de las FARC son detenidos, muchos de ellos asesinados y donde el incumpliendo de los acuerdos de la Habana es lo más común, es Honduras que después de un fraude electoral el estado ha lanzado una brutal represión contra el pueblo, es Venezuela sometida a una brutal guerra económica y a un ataque constante de los medios de comunicación y del imperialismo con la única intención de destruir el proceso venezolano, es México donde día sí y día también son asesinados luchadores sociales militantes de partidos de izquierda.

Esta realidad latinoamericana es a la que nos enfrentamos, donde las palabras comunista, progresista  son palabras malditas, y a quien milita se le condena o persigue, lo que sucede actualmente demuestra por enésima vez que la burguesía jamás cederá el poder al pueblo y que esta dispuesta a todo con tal de no permitir que las masas populares sean dueñas de su destino, es como un libro de Gabo done la violencia a los pueblos es lo más normal pero así mismo la resistencia, un ejemplo de ello es el libro;  “La mala hora” chismes, habladurías, inventos, represión,  muerte, poder, clases sociales  y al final el pueblo se alza, lo triste en esto es que llevamos alzados varios siglos, y lo bueno es que no  nos hemos rendido ni nos rendiremos.

Secretaría Internacional

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