La operación militar, desarrollada por el Ejército Árabe Sirio, que en estas fechas ha permitido expulsar de la ciudad de Alepo a las fuerzas yihadistas que la ocupaban, constituye un alivio para las duras condiciones de vida de los habitantes de esa ciudad, así como el final de las operaciones militares necesarias para liberarla del control de las fuerzas terroristas que la ocupaban.

Esta victoria militar es un duro golpe para el Estado Islámico, y otros grupos similares, organizados, armados y financiados por distintas potencias imperialistas con el objetivo de instalar en Siria un régimen político subordinado a sus intereses orientados a obtener el control geopolítico del Oriente Medio. Cómo anteriormente hicieron en Libia, que ha quedado sumida en un continuo baño de sangre, y con el país destruido.

Los medios de propaganda del imperialismo desatan una manipulada campaña que trata de presentar la liberación de Alepo como una tragedia para sus habitantes, ocultando la barbarie de las fuerzas del Estado Islámico durante todo el tiempo de su ocupación, pretendiendo incluso organizar movilizaciones de protesta contra la liberación de Alepo.

El terror de la guerra es consecuencia directa de las injerencias de las potencias imperialistas, que mientras establecen un muro de silencio sobre lo que pasa con la operación militar contra la ciudad de Mosul, tratan de mantener su cínica campaña contra la heroica lucha del pueblo sirio contra la agresión imperialista que ha ocasionado cientos de miles de muertos y la destrucción de buena parte del país.

Es la crisis profunda del capitalismo, y la inutilidad de todos los esfuerzos realizados para salir de ella, lo que lleva a hacer del recurso de la guerra el medio cada vez más frecuente para tratar de cambiar las situaciones que no controlan y que no se ajustan a su dictadura total.

La movilización de los pueblos, y de la clase obrera internacional, es contra la guerra imperialista, por la paz y por el desarme. Por la defensa de la soberanía de las naciones y por la convivencia pacífica entre los pueblos.

uyl_logo40a.png