El sector de la gran patronal hostelera en España mantiene tasas de ingresos considerados por los indicadores económicos como aceptables.

Esta realidad se contradice con las intenciones de reducción salarial e incremento de jornada laboral que la patronal del sector intenta aplicar en los diferentes convenios.

Un ejemplo de esto lo podemos ver en la discusión del convenio laboral de hostelería en Granada. La intención de la patronal es recortar en un 10%, como mínimo, el salario y aumentar la carga de trabajo en 45 días más, que serán robados del descanso de la plantilla; cambiar, además, los contratos fijos a temporales; y suprimir el plus de cultura (309 euros), que la patronal se quedaría.

 

Los representantes sindicales estaban dispuestos a aceptarlo si se prorrateaba dentro del salario, con una congelación este año, una subida del 0,75% en 2015 y 2016 y del 1,5% en 2017.

Es decir un total del 3% para los próximos cuatro años. A cambio, la oferta de la patronal llegaba a una subida salarial del 2,25% en el mismo periodo a cambio de la citada retirada, ofertas y contraofertas que sólo favorecen a la patronal. Con estas condiciones, sin entrar en el análisis económico inherente al sector, la gran patronal también estará en disposición de arrebatar la parcela de clientela a la pequeña y familiar explotación, que en su mayoría no podrá mantener los ritmos de trabajo, una más de las desventajas a que obligará las futuras condiciones, viendo cómo gradualmente pierden a su clientela y tienen que cerrar.

Como vemos, las cúpulas sindicales una y otra vez traicionan a los obreros haciendo el juego a la patronal. Esta aristocracia en una posición conciliadora con la burguesía acepta condiciones que llevarán a miles de obreros del sector de la hostelería en Granada a trabajar en condiciones de sobreexplotación. Todos sabemos por experiencias cercanas que muchos de los empleados en hostelería son temporales, incluso se trabaja como extra sin contrato, que sus condiciones laborales son más que denunciables ya que trabajan como mínimo de 10 a 12 horas diarias por salarios que no superan los 3€ por hora trabajada.

En Granada en el sector hostelero se ha perdido una gran ocasión de realizar una huelga general en temporada alta, pero dado que el conflicto se mantiene debemos llamar a la huelga general, con la que cambiar la correlación de fuerzas actuales, y demostrarle a la patronal la fuerza de la que dispone y atesora la clase obrera.

El PCPE llama a los trabajadores de hostelería y de cualquier sector a organizarse en Comités para la Unidad Obrera, desde los cuales en asamblea decidamos nuestro presente y futuro laboral, y superemos la división existente en las filas de la clase obrera.

J.J Sánchez

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