La paz es un estado contrario a la guerra donde no hay lucha entre dos o más partes enfrentadas. Pero ¿realmente puede existir 'la paz' con un sistema capitalista? La respuesta es rotundamente 'NO'. El capitalismo busca su propio beneficio por encima de todo y por supuesto, para conseguir sus metas, no dudará, como no duda ya, en usar la fuerza contra aquellos que se oponen a su hegemonía o no sirven a sus intereses. Llevamos viendo episodios de este tipo a lo lago de la historia: Irak, Afganistán, Siria, Libia, Libano, Yugoslavia, Vietnam, Angola, primera y segunda guerra mundial y un larguísimo etcétera.

Cuántos saludos y  despedidas repiten el repelente soniquete; feliz navidad,  dichoso y próspero tinglado.

Con  antelación, la publicidad exhibe  exuberantes mujeres de generosos escotes y sugerentes voces  que susurran ofreciendo embriagantes perfumes, deliciosos bombones y   seductoras joyitas. Señoras sensualmente vestidas, con las mechas recién dadas, el maquillaje incólume y aspecto de no haber fregao nunca  un plato acompañadas por   hombres apolíneos, acicalados con chaqués y pajaritas brindando con copas de cava de doradas y saltarinas burbujas gozando “ad nauseam” de las felices fiestas.

El voto comunista es el voto más consecuente este 20 de diciembre. Cuando las fuerzas políticas oportunistas tratan de engañar las trabajadoras y a los trabajadores, en estrecha colaboración con las fuerzas de la burguesía, la firmeza política e ideológica, y de lucha de masas, del Partido Comunista de los Pueblos de España es la mejor garantía para cambiar el futuro de la clase obrera de este país. El capitalismo no tiene solución para la situación de la clase obrera.

Más allá de la evidente limitación democrática que para los partidos sin representación parlamentaria nos  supone la necesidad de avalar nuestras candidaturas con la firma del  0,10% del censo provincial, este requisito evidencia y saca a la luz más de un dato que es importante valorar sin dejar de sacar conclusiones para nuestro posterior trabajo político.

El estado burgués en defensa de la patronal minimiza la importancia de los efectos que podrían causar determinadas actividades económicas sobre la salud pública y que se conocen gracias a las investigaciones científicas.

Ante el cierre definitivo de las empresas del Grupo Everest en León, desde el Partido Comunista de los Pueblos de Es- paña (PCPE) y los Colectivos de Jóvenes Comunistas (CJC) queremos compartir nuestras reflexiones con el conjunto de la plantilla, sus familiares, amigos y el conjunto de leoneses que apoyaron vuestra lucha.

- Saludamos la lucha infatigable del conjunto de la plantilla de Everest que, a pesar de las dificultades, siempre se mantuvo en pie. Tres años de ataques empresariales, cuatro expedientes de regulación de empleo y bajadas salariales fueron dignamente respondidos con 104 días de huelga en los que nunca faltaron los piquetes a la puerta de la empresa, las movilizaciones en nuestra ciudad o la articulación social de la lucha. Sois ejemplo de lucha y dignidad para el conjunto de nuestra clase, vuestros aciertos y vuestros errores ya son parte del activo acumulado para las nuevas luchas que enfrente la clase obrera en León.

Más necio y presumido que un dichoso (Quevedo).

El capital, a través de sus mercenarios de toda laya, insiste en vendernos dicha; pero la venden, aunque a estos efectos la demanda solvente es relativamente alta, a un precio que recuerda, aunque sea ligeramente, al verso de Quevedo: quieren que presumamos de dicha del modo más necio posible.

Entre sus muchas tretas, quizá la más valiosa ha consistido en introducir, permanentemente, entre la clase obrera y los sectores populares, a prefabricados representantes, auténticos trileros, cuyo supremo oficio consiste en que la clase obrera no se reconozca como tal y pierda de vista su interés fundamental: la supresión de la explotación y la construcción de otra sociedad.

En los últimos años, se siguen utilizando fórmulas para hacernos creer que, en España, vivimos una etapa de modernidad, en la que se admiten los cambios sociales y se reconocen, por fin, las nuevas formas de relacionarse. Sin embargo, basta con leer las leyes para darse cuenta de que se trata de meros parches, de analgésicos para confundir la conciencia social.

Un ejemplo está en el acceso a las pensiones de viudedad de las parejas de hecho, que necesitan cumplir una serie de requisitos que no se exigen a los matrimonios. En concreto, la Ley General de la Seguridad Social, en la redacción dada por la Ley 40/2007, de 4 de diciembre, exige la certificación de su inscripción en alguno de los registros específicos existentes en las comunidades autónomas o ayuntamientos; certificación que se puede sustituir por un documento público en el que conste la constitución de la pareja; eso sí, en ambos casos, con una antelación mínima de 2 años con respecto al fallecimiento del causante.

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