Foto: Fundación Anastasio de Gracia-Fitel

Cuarenta años atrás yo tenía tan solo 44. El 23 de febrero de 1981 cuando ya creíamos haber enterrado a la dictadura franquista, resultó que nos sorprendió Antonio Tejero ocupando el Congreso como lo hizo el 3 de enero de 1874 Manuel Pavía. Dijeron después que, a diferencia de Pavía, Tejero y sus secuaces fracasaron en el golpe de Estado. Creo que no, en principio el golpe iba dirigido al artículo 2 de la Constitución del 78 que enuncia el derecho de las Comunidades Autonómicas en España, y lo querían hacer desaparecer. El ejército regresó a sus cuarteles, sin bajar la guardia, e hizo implantar a la oligarquía de la incipiente plutocracia, a través de las Cortes, la Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico (LOAPA), con lo cual el desarrollo del derecho de autodeterminación de los pueblos de España quedó convertido en agua de borrajas.

Comunicado de CAS sobre los graves acontecimientos ocurridos en la manifestación de Madrid

En la manifestación convocada hoy en Madrid junto a otras 60 ciudades y pueblos de todo el Estado por la Coordinadora Antiprivatización de la Sanidad (CAS), se han producido graves acontecimientos que, una vez más, ponen en entredicho el papel de la policía. De nuevo, asistimos a comportamientos por parte de las «fuerzas del orden» de protección hacia los fascistas y de agresión hacia manifestaciones pacíficas.

Poco antes de las 12 de la mañana, hora prevista para el inicio de la manifestación, comunicada y permitida por la Delegación del Gobierno, irrumpieron en la misma dos decenas de integrantes del grupo neonazi Bastión Frontal, con su indumentaria característica y en actitud provocadora. Entre ellos se pudo reconocer a varios integrantes del acto de ensalzamiento de la División Azul celebrado recientemente.

 

Desde las tertulias de los programas de televisión y desde las que se dan con un café y compañeros o familiares no se ponía antes de la pandemia en entredicho la calidad de nuestra sanidad pública, salvo que estuvieras en cola por una operación o querías que tu médico de AP te viese antes de una semana.

Sin embargo, había (y hay) contratos precarios, jornadas interminables, concesiones a empresas privadas, jubilaciones que tardaban meses en sustituirse (pese a tener personal disponible) o no llegaban a hacerlo y colas en los aeropuertos de profesionales sanitarios que se iban a Noruega, Inglaterra o Alemania.

Todo esto que pasaba antes de la COVID-19 es culpa del sistema capitalista y los gobiernos títeres ya fuese PP o PSOE. Un sistema, bajo el que se entiende la sanidad como un bien de consumo, no como una herramienta de la población para mejorar su calidad de vida. Pues bien, hoy en día el culpable de la situación en la que vivimos sigue siendo el capitalismo que exprime a la clase obrera y los sectores populares en ya no solo una crisis social y económica sino también sanitaria por la pandemia.

Desde la Fundación Sustrai Erakuntza  se ha elaborado este informe que contiene realmente dos informes: uno sobre la alternativa al Tren de Alta Velocidad  (TAV) que es el Tren Público  y Social (TPS) y otro que demuestra que el TAV no transporta ni transportará mercancías.

Aunque está enfocado el contenido y los datos principalmente al territorio navarro, es una herramienta útil y extrapolable a otros territorios. El modelo de TPS garantiza un transporte ferroviario como servicio público para personas y mercancías,  sostenible social y territorialmente así como económica y medioambientalmente, frente a la imposición capitalista del TAV.

Contra la privatización, la mejor vacuna: Derogación de la ley 15/97 y del artículo 90 de la Ley General de Sanidad.

“Durante décadas, los gobiernos apenas han financiado, ni dotado de personal suficiente y han privatizado los sistemas de salud en todo el mundo. Y estas tendencias han agravado el impacto de la pandemia”1.

Estamos asistiendo a una serie de movilizaciones contra los partidos de derechas que están privatizando la sanidad, pero no te están contando todo.

Solo la derogación de las leyes privatizadoras y el blindaje de la sanidad pública evitarán el desmantelamiento que preparan.

Casi un año después del inicio de la pandemia y ya en la tercera ola, los peores augurios se han confirmado. Mientras la mayoría de la población condena la gestión de la crisis y el sistema sanitario público está en shock, es innegable, como ya denunciábamos, que la pandemia ha sido una oportunidad de negocio para los de siempre 1 , al tiempo que ha permitido dar una nueva vuelta de tuerca en el proceso de privatización de la sanidad.

El PCPA-PCPE ante la brutal paliza de dos policías nacionales fuera de servicio a un hombre y a su hija menor de edad en la ciudad de Linares el pasado viernes día 12 de febrero queremos manifestar lo siguientes.

1) Nuestra mas enérgica condena y repulsa ante esta actitud chulesca y fascista de estos dos miembros de las fuerzas represivas de la policía nacional.

2) Nuestra solidaridad con las personas agredidas por estos sujetos provocadores y fascistas, así como con el conjunto del pueblo de Linares que harto de esta prepotencia e impunidad de los abusos de la policía nacional salieron a manifestarse el sábado día 13 de febrero por las calles de Linares.

Desde que en 2012 Julian Assange, fundador de Wikileaks, se asiló en la embajada de Ecuador, se han conocido documentos que nadie ha podido desmentir sobre guerras y torturas que con impunidad ha cometido y comete el imperialismo en diferentes lugares del mundo.

La normalización de la tortura que ha practicado el imperialismo estadounidense en Afganistán y en Irak, ha sido demostrada a través de documentos publicados por Wikileaks en 2010. La obtención de dichos documentos no ha alterado la seguridad de ningún país. Sin embargo, la molesta verdad ha llevado a  la constante persecución a Julian Assange, acusado por Washington de presunción de espionaje.

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