El inicio de 2021 ha vuelto a traer a nuestras casas una situación ya tan recurrente en la vida española casi como el debate de la tortilla de patatas con o sin cebolla. El de millonarios, empresarios, deportistas o famosos que cambian su residencia a un tercer país para evitar el pago de impuestos a hacienda. Si años atrás el punto de mira se colocaba sobre empresarios que se mudaban a Suiza, ahora podemos hablar de una nueva oleada de youtubers emigrando desde España hacia Andorra.

Por una vez, empezaremos dando la razón a las consignas del liberalismo económico más radical. Sí, los impuestos son un robo. En concreto un robo a la clase obrera, la única capaz de generar valor y por tanto de generar excedentes que permiten, aparte de producir la mercancía, pagar la vivienda y alimentación del obrero (lo que en Marxismo se llama la reproducción de la fuerza de trabajo), llenar los bolsillos de empresarios, ejecutivos y accionistas y por último pagar impuestos directos (sobre la renta, retenciones a la seguridad social, etc) o indirectos (IVA) con los que el estado mantiene los servicios públicos. Alguien en este momento dirá que las empresas también pagan impuestos y no todas están en paraísos fiscales, a lo que fácilmente cabría responder que las empresas pagan impuestos con la plusvalía extraída a la clase obrera, pues las empresas no generan dinero por el mero hecho de existir, lo generan porque hay gente trabajando en ellas.

Acabado el XI Congreso del PCPE, la apuesta por el marco estratégico de la alianza obrera y popular como herramienta de construcción socialista se mantiene. Por tanto, en este 2021, la Juventud Comunista tiene como tarea avanzar en este campo. El XI congreso del PCPE nos reafirma el Frente Obrero y Popular por el Socialismo no como una organización paralela al Partido Comunista, sino como un marco de alianzas entre sectores obreros y capas populares del Estado español (autónomos, pequeños propietarios y campesinos), bajo la dirección política de la clase trabajadora y de los objetivos políticos de la clase trabajadora, que no son otros que acabar con la explotación a quien produce por el beneficio de quien posee.

Presentamos la entrevista realizada en la Facultad de Medicina en Blasco Ibáñez, Valencia, a la compañera Sara, de la Asociación MIR España.

UyL: En primer lugar, explícanos un poco qué es un MIR.

Sara: MIR son las siglas de médico interno residente. Las personas que han estudiado medicina, después de los 6 años de carrera, más el tiempo de preparación de un examen final para acceder a la plaza de MIR,  pasan a tener un contrato de médico en formación. Es un periodo de formación especializada que dura hasta 5 años, para finalmente ser especialista en un área de medicina.

El concepto de “juego online” engloba un gran número de juegos que se realizan en diferentes contextos y de formas diferentes, ya sea de manera individual o colectiva. Abarcan la prestación online de servicios de apuestas deportivas (fútbol, baloncesto, hípica, tenis, etc.), los juegos de casino o salón, las apuestas con margen, los juegos en los medios de comunicación, los juegos promocionales, juegos de mesa y los servicios de lotería. En estos casos, los adolescentes tienen mucha más facilidad para acceder a dichos sitios web debido a que los requisitos que solicitan no son del todo fiables y facilitan la suplantación o falsificación de identidad. Esto les facilita caer en la adicción de los juegos de azar como demuestran los siguientes datos:

 

El nuevo ciclo de la crisis capitalista, acelerado debido al estallido de la pandemia (no debemos olvidar que los avisos y efectos de crisis ya se venían viendo desde hace más de un año) afecta de manera significativa a la juventud de extracción obrera y popular, del mismo modo que lo había hecho la crisis de 2008.

Los empleados en sectores relacionados con el turismo, la hostelería, el ocio y el comercio fueron los más perjudicados por las medidas adoptadas para limitar la incidencia de la pandemia, concentrando un total del 19.6 % del empleo en España (3.75 millones de trabajadores potencialmente afectados). Estos trabajos eran un caladero para mujeres, jóvenes y colectivos con menos formación, los cuales han sido los más afectados, dando la cifra de que 1 de cada 5 jóvenes perdió su puesto de trabajo en esta pandemia.

En su discurso para la celebración del II aniversario de la Unión de Jóvenes Comunistas, el Che Guevara enumeraba las características que creía que debía tener un joven comunista. Una de ellas, y puede que entre las más importantes: «una gran sensibilidad frente a la injusticia».

Hace unos días se leía en redes sociales una publicación de una cuenta conocida por denunciar la realidad más cruda del capitalismo y ser censurada por ello varias veces, que decía lo siguiente: «Una de las cosas más tristes que ha conseguido el capitalismo es anular en gran medida nuestra capacidad de sorprendernos ante la barbarie. Vemos desfilar masacres a diario en nuestros televisores y no sentimos apenas nada. Luego nos emocionamos con una película romántica». Formular estas palabras, sin duda, significa poner de relieve la más cruda realidad neoliberal en la que nos encontramos, y esto tiene mucho que ver con el discurso del Che.

Nuestros barrios y pueblos están siendo hoy más atacados que nunca. A unos servicios públicos destruidos, de los que solo queda apenas el esqueleto que los mantiene en pie y que, en la mayoría de casos, no alcanzan a cubrir nuestras necesidades sanitarias, de transporte, culturales o de ocio, ahora debemos de sumarle el desprecio e insulto que los gobiernos de la derecha reaccionaria y la socialdemocracia vendida al capital nos imponen encerrándonos en ellos y solo dando permiso para salir a trabajar.

No hace falta estudiar en detalle la historia reciente del estado español para conocer su carencia de garantías democráticas básicas en comparación al resto de países capitalistas, donde la dictadura capitalista es igualmente un hecho. Tras cuarenta años de franquismo, Franco elige personalmente como continuador del régimen a Juan Carlos I. A la muerte del dictador, da comienzo la llamada Transición, que culmina con la aprobación de la Constitución en el año 1978. Sin entrar en detalles, esta constitución da al estado español una forma de monarquía parlamentaria, donde el Rey continúa siendo la máxima autoridad del estado y mando superior de todos los ejércitos, además de otorgarle inmunidad jurídica total (no se le puede juzgar ni condenar) y de poder anular la aprobación de leyes o el nombramiento de miembros del gobierno, entre otras muchísimas funciones.

Con la llegada de septiembre, otro año más, la juventud de extracción obrera y popular nos enfrentamos a un nuevo curso. Como ocurre cada año, muchas familias deben hacer un gran esfuerzo económico para que sus hijos puedan estudiar, enfrentándose a varios años de asfixia debido al gran desembolso que representa la Universidad. Otras muchas familias se enfrentan a los altos precios de los libros de texto y material escolar que necesitan sus hijos para el colegio y el instituto.

El primer problema que nos presenta este nuevo curso es la incertidumbre a la que estamos sometidos. Los estudiantes todavía no sabemos cómo van a ser las clases a partir de septiembre. Tan solo unos pocos centros se han pronunciado, diciendo que las clases serán semipresenciales o totalmente online, pero ya hemos visto en los últimos meses del curso anterior que el sistema educativo no está preparado para clases online. Ni el profesorado tiene la formación, ni el alumnado el material necesario para este tipo de enseñanza, ni el Estado lo va a proporcionar.