La clase obrera está sufriendo una crisis humanitaria galopante. La Unión Europea cierra sus fronteras ante la llegada de trabajadores inmigrantes que buscan poder sobrevivir a la situación que viven en sus países y alcanzar unas condiciones de explotación atroces aquí.

En julio murió un inmigrante atropellado en el Eurotúnel, pero son miles los que se juegan la vida intentando alcanzar Gran Bretaña; en pleno verano hasta 2.000 intentaron entrar jugándose la vida. Mueren intentando llegar a Italia en un goteo trágico mensual; 400 en abril, al menos 40 en mayo, hasta 4.400 rescatados en los últimos días frente a las costas, etc. A Grecia llegaron 50.000 inmigrantes en un mes y el cierre de la frontera con Macedonia ha generado un drama donde llegan 2.000 inmigrantes a diario. Sólo en agosto llegaron 90 inmigrantes en pateras a España.

Lenin ya advirtió de que sin teoría revolucionaria no hay práctica revolucionaria alguna. Resulta de cajón que sin un análisis certero de la realidad no se pueden proponer alternativas encaminadas a incidir en ella. Esto es lo que la socialdemocracia olvida, situándose como movimiento de carácter pequeño-burgués, e impidiéndole criticar fundamentadamente al TTIP. Al hacer oídos sordos y no querer ver la lucha de clases como fundamento del tratado, IU y PODEMOS se sitúan en la ambigüedad y el interclasismo, convirtiéndose en comparsa de los intereses del imperialismo.

Durante un par de semanas de agosto, el Festival Rototom en Benicassim fue objetivo de la polémica por la actuación del cantante estadounidense y convertido al judaísmo; Matisyahu. El debate se generó en torno a la campaña del BDS País Valencià (Boycott, Desinversión, Sanciones) en solidaridad con Palestina y de denuncia del concierto del cantante por su apoyo al estado de Israel. Finalmente, el concierto se celebró y el rapero, visiblemente incomodo, tuvo que aguantar los silbidos, pancartas, carteles y banderas palestinas de parte del público, aunque no de la mayoría de los asistentes.

A veces los y las comunistas entramos al juego que nos impone la batalla ideológica librada por parte del capital, en lugar de desarrollar nuestra propia lucha en este terreno.

Es el caso del "pacifismo", la ideología burguesa ha conseguido que incluso aquellos que se declaran contra el capitalismo acaben abrazando una idea de paz sesgada, impuesta por la visión pequeñoburguesa, que rechaza toda violencia, todo ejército, toda guerra, sin tener en cuenta su carácter de clase, y lo que es más importante, a la vez que justifican intervenciones militares por intereses imperialistas, o simplemente ignoran la violencia sistémica, que es la explotación del trabajo como base del sistema capitalista.

Hace no muchos meses, a finales de enero de 2015, el diario “El Periódico” publicaba una noticia, firmada por Antonio Baquero, bajo el sugerente título de “Las 7 frases que pueden llevar a Tsipras a ganar las elecciones en Grecia”. No sabemos si por el uso de esas 7 frases o por otras causas, el partido de Tsipras, SYRIZA (Coalición de la Izquierda Radical), ganó las elecciones y, tras pactar con el partido nacionalista de derechas Griegos Independientes (ANEL), puso en marcha un nuevo gobierno de coalición.

El deterioro de la democracia burguesa se acelera, las próximas elecciones tendrán el mayor índice de abstención en la historia de México, y en entidades emblemáticas solo con la presencia del Ejército y la Policía Federal se impondrá la instalación de las casillas.

El gobierno del partido de "izquierda" SYRIZA y del nacionalista ANEL, promueve nuevas cargas antipopulares, inaguantables para la clase obrera y los otros estratos populares, contando con el apoyo del partido de derecha Nueva Democracia, del PASOK socialdemócrata (que gobernaron hasta enero '15), del centrista "El Río".

El 12 de junio de 1985 se firmaba en solemne acto en el Palacio Real de Madrid el tratado por el cual España, tras arduas y extensas negociaciones mantenidas por 23 años, se incorporaba como miembro de pleno derecho a la Comunidad Económica Europea (CEE).

La construcción económica y política europea, encarnada en el pasado por la CEE y hoy por la UE, es un proyecto indisociablemente unido desde su fundación a los intereses de los monopolios de nuestro continente. En consecuencia, su naturaleza es esencialmente reaccionaria y contraria a los intereses de la clase obrera internacional.

Entre el 12 y el 14 de Junio se ha celebrado en Zaragoza el XIII Encuentro Estatal de Solidaridad con Cuba, tres años después del celebrado en Toledo.

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