El concepto de Memoria Histórica en el estado español, como concepto humanista e ideológico que abarca el conjunto de acciones encaminadas a resarcir la dignidad y hacer justicia a las personas y colectivos que sufrieron una política de exterminio y de  muerte, represión y exilio, por motivos políticos, ideológicos, de género …. debe de servir como un instrumento para fortalecer la democracia, para luchar contra la impunidad del franquismo, condenar a los verdugos y aplicar jurídicamente la defensa de los derechos humanos para hacer realidad los principios innegociables de Verdad, Justicia y Reparación paras las víctimas del franquismo, siendo un elemento ideológico de construcción y vertebración de la sociedad.

El PCPE siempre ha estado al frente en la lucha por la recuperación de una Memoria Histórica Republicana y Antifascista, siempre vinculada a la lucha por una III República que rompa con la dominación capitalista y supere el estado borbónico, por la recuperación de la memoria de la clase obrera y de sus organizaciones que hicieron posible el inicio de un nuevo proyecto transformador en febrero de 1936, proyecto que fue truncado por un golpe de estado fascista.

El carácter lacayuno del Gobierno de coalición PSOE-UP presidido por Pedro Sánchez se evidencia a marchas forzadas con su voluntad de estar en la primera línea de la ofensiva criminal de la OTAN en el Este de Europa. El envío de la fragata “Blas de Lezo” demuestra que el gobierno se enmarca en peligrosas aventuras militares fuera de nuestras fronteras que superan con creces las decisiones más prudentes de otros socios atlantistas ante este conflicto.

No ha tenido bastante con la asignación a Madrid de la próxima Cumbre de la OTAN prevista para los días 28 y 29 de junio; necesita ser una pieza activa de la escalada bélica para justificar el aumento del gasto militar y, por consiguiente, su apuesta por la guerra.

La expresión “la realidad supera la ficción” se cumple, por desgracia. No hace falta ver en ello ningún misterio metafísico, sencillamente se deba a que las capacidades mentales que facilitan la imaginación humana suelen ir siempre por detrás de los acontecimientos, el verdadero problema es como el acontecimiento, la realidad, va adquiriendo a fuerza de superar a la ficción un tono cada vez más ficticio. Y pero todavía, y ahí su desgracia, no solo ocurre en cuanto al contenido, siendo las personas cada vez más personajes, también en cuanto a la forma, de manera que la realidad no puede compararse con un buen relato sino con una farsa tan grotesca como cruel.

En estas semanas nos topamos con un buen ejemplar de este drama real, el caso Garzón, o más exactamente el sintomático caso Garzón, un fenómeno poliédrico y contradictorio que recoge perfectamente la grotesca y absurda farsa en la que estamos instalados. Una vez más vemos como vuelve a usarse el término comunismo, no en el sustantivo que designa un programa político o una ideología, sino como un adjetivo que designa una cualidad, en este caso lo de lo maligno, porque acaso hay algo más maligno que aquello que deliberadamente ataca lo más sagrado, tradicional y a la vez libre como es la comida, las recetas de tu abuela, los ingredientes típicos de tu región, y sobre todo, cómo decides tú alimentar a tu familia, que es a fin de cuentas lo más importante de una sociedad, la familia. Pues bien eso es lo que los comunistas quieren arrebatar a la civilización, su enemistad con la libertad es tal que no solo quieren controlar lo que pensamos, hasta nos quieren obligar a todos a comer lo mismo, y la prueba más palpable de ello es Garzón.

El martes 18 de enero, el Consejo de Ministros aprobó un Real Decreto que permitirá que el Estado pueda tomar el control de la SAREB (Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria) o como popularmente se la conoce “el banco malo”.

Con este Real Decreto se sientan las bases para que una vez más, se nacionalicen las pérdidas de la gran banca con el dinero de todas y de todos los trabajadores. Hablamos de 34.570,2 millones de euros, lo que supondrá un incremento del 117% al 120% de la deuda pública.

Esta sociedad, creada en el año 2012 para la gestión de los activos inmobiliarios tóxicos (es decir, inmuebles difíciles de vender) provenientes de los bancos y cajas de ahorro rescatadas por el estado, ha servido para que bancos como la Caixa, Sabadell, Banco Santander o Kutxabank hagan pública su deuda y para que unos cuantos fondos de inversión se hagan con las casas de miles de trabajadoras y trabajadores por un coste muy por debajo del mercado.

 

 

Por obra y gracia de unos golpistas fascistas, este país tiene un Concordato con la Santa Sede que nos hace alimentar a la Iglesia católica y todas sus ramas. No es alpiste precisamente lo que se le da: 11 mil millones de euros al año (según datos de Europa Laica: 4.920 millones son a través de aportaciones para financiar centros de enseñanzas y profesores de religión, 2.000 millones para obra social y asistencial y otros 2.000 millones a través de exenciones y bonificaciones tributarias como el ahorro del pago del IBI (impuesto de bienes inmuebles) entre otras, y si no nos equivocamos, porque puede ser que entre ongs, orgs, plataformas, convenciones y negocios miles, la subvención a quienes nada producen sea aún mayor. Aún más sangrante si se compara con las cantidades con las que se subvenciona a partidos políticos y agentes sociales (alrededor de 300 millones anuales), incluidos los de Vox, quienes, que sepamos no han devuelto nada de esas subvenciones

Todo esto no sería posible sin el colaboracionismo de los gobiernos pijo progres o no, que siguen besando las manos papales, que son republicanos pero monárquicos, obreros pero de la patronal, pro pensionistas, pero privados, pro sanidad pero privada…en fin, por el capitalismo tradicional o digital.

 

Se cumplen treinta y ocho años del Congreso de Unidad Comunista que fundó el PCPE y entendemos necesaria realizar una valoración de lo que ha significado para el desarrollo de la lucha de clases en España nuestra existencia. Un análisis limitado a la espera de la historia del Partido que publicaremos en Enero de 2024 con ocasión del 40 Aniversario, pero que se hace imprescindible para entender muchas de las claves de la realidad social y política que nos circunda hoy.

El PCPE nació en 1984 como respuesta a la necesidad de la clase obrera de los pueblos de España de perpetrarse nuevamente con su mejor herramienta para el desarrollo de la lucha de clases. El PCPE es la respuesta política y organizativa que los sectores más conscientes de la militancia comunista -la que venía confrontando con toda la claudicación que significaba el Eurocomunismo-,1 dan al definitivo desmantelamiento del histórico PCE como Partido revolucionario comprometido con la construcción del Socialismo en España.

 

Gestión socialdemócrata: la salud pública sale por la ventana

Desde inicios de la pandemia hemos comprobado como la riña permanente entre beneficio del capital y salud pública se saldaba siempre a favor de la primera, a pesar de que los gestores del gobierno central se reclaman los paladines de lo que ahora llaman “la gente trabajadora” (no vaya a ser que por hablar de clases sociales los tachen de rojos).

Esperar un resultado distinto sería ignorar la historia, puesto que bajo el capitalismo todo el edificio que se levanta se somete a su lógica. La política también, por supuesto, bien con algún tizne más social, bien con otro más liberal.

Los ejemplos de medidas a medias o claramente condicionadas por el mercado y la necesidad de mantener la acumulación capitalista son arrolladores y reflejan en la práctica, al servicio de qué clase está el gobierno de coalición socialdemócrata:

Los principales medios de comunicación saltaron con las noticias sobre manifestaciones violentas, y graves conflictos entre manifestantes y policía en Kazajistán. Lo primero que llama la atención es precisamente el nivel y la resonancia internacional de esas manifestaciones; en todos los informativos mundiales apareció y dieron una amplia cobertura informativa a estas noticias. La otra cuestión que llama mucho la atención es que ocurre un nuevo conflicto en un país limítrofe con Rusia, a semejanza de lo ocurrido en Ucrania, Bielorrusia, Moldavia, Armenia, Georgia, etc.

Entrando más en detalle, en lo que habría que fijarse es en el origen de las movilizaciones y quiénes las están protagonizando. En este sentido todo apunta que la causa principal de las manifestaciones es la subida de los carburantes, en concreto el precio del gas licuado del petróleo. El 1 de enero culminó un proceso de transición de dos años que ponía fin a los subsidios a ese combustible, y en apenas 24 horas se duplicó el precio. Las protestas pronto derivaron en disturbios, especialmente en el centro económico del país, Almaty. Se sucedieron los choques entre fuerzas de seguridad y manifestantes, y varios edificios gubernamentales ardieron.

Fuentes usualmente bien desinformadas anuncian la Fake New de la inauguración del Metaverso por Mandatarios Autoelegidos para el mandato de la Postverdad. Comunicadores Financiados por la Fuente y Portavoces sin Mensaje de Noticias sin Contenido emiten Atentados de Falsa Bandera, Cortinas de Humo, Globos de Ensayo, Información de Calorías Vacías y Fast Food Espiritual para exaltar Falsimedias y Monopolios Mediáticos alimentados con Big Data y difundidos con Bots. Pantallas espiadas por Cookies obturan los multimedias con Pop Ups imposibles de bloquear; tras todas las imágenes Manipulación Digital y Seducción Subliminal. Redes Antisociales atrapan peces chicos para alimentar a los Gordos; crímenes que no existieron desaparecen con aquél que los denunció. Rumores elevados a la categoría de Primicias sobredimensionadas con Sensacionalismos y Amarillismos abren para el Hit Parade de los eventos el cristal de la Opacidad. El telón de la Autocensura disimula que nada hay que ocultar.

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