Tiempo atrás, en las décadas de los setenta y los ochenta, dentro del campo revolucionario en nuestro país existía una manifiesta incapacidad para presuponer la forma en que se daría el tránsito desde las formas capitalistas de producción hacia las formas socialistas. En base a este vacío en la elaboración teórica, cuando se abordaba la cuestión, los pronunciamientos más frecuentes se daban en el sentido de: “esto no será como en el feudalismo, donde la burguesía fue desarrollando su sistema económico dentro del Antiguo Régimen, hasta que llegó el momento en el que la agudización de las contradicciones hizo posible que esa burguesía se convirtiera en clase hegemónica e impusiera su dictadura de clase, su nuevo orden social”. Proceso marcado por un radical ejercicio de la violencia, fundamentando en la práctica el principio marxista de que la violencia es la partera de la historia.

La insistencia en activar el debate en la calle de la situación de la sanidad pública, y sobre el modelo sanitario que defendemos resulta obvio en tiempos de pandemia, y si pensamos en la ley (privatizadora)15/97 se vuelve de urgente necesidad.

El modelo “de Nuevas Formas de Gestión” de dicha Ley aprobada por: PSOE, PP, CiU, CC y PNV mediante la cual los centros sanitarios públicos podrían pasar y pasaron una buena parte, a ser explotados por empresas privadas, ha ido encareciendo hasta siete veces más los costes que la gestión pública tradicional, constatando que la administración privada “es mejor” exclusivamente para extraer el mayor beneficio posible de la “oportunidad de negocio” que le brinda esta ley al capital privado.

La socialdemocracia instalada en el gobierno, tiene preparada de nuevo una maniobra de engaño. Cumpliendo con su función desmovilizadora mediante jugadas como la nueva ley sanitaria que preparan, dice derogar la Ley 15/97, cuando en realidad la incluyen dentro de la Ley General de Sanidad. Un nuevo juego de trileros, con el que pretenden engañar a la clase obrera y a los sectores populares, permaneciendo el negocio de los conciertos sanitarios que mercantilizan nuestra sanidad.

 

El continente europeo toma su nombre de la mitología griega. Una joven fenicia llamada Europa fue raptada por Zeus y llevada a Creta, donde acabó conviertiendose en reina.

Resulta curioso que la historia sitúe en estas tierras el proyecto estratégico de la Unión Europea, con el que nuestra burguesía imperialista es ahora quien secuestra la posibilidad de desarrollo y emancipación de la clase obrera de los muchos pueblos que la habitan.

Este año, se cumple el 20 aniversario de la puesta en circulación de billetes y monedas de lo que entonces era una Unión Económica y Monetaria que agrupaba a doce estados.

El joven Euro, obviamente, nació como dinero “fiat”, desligado del patrón oro, algo que permite imprimir billetes y aumentar el gasto del estado para poder revertir, según los gurús económicos capitalistas, los periodos de crisis. El Euro cabalga así, desde su nacimiento, vinculado al respaldo del Banco Central Europeo y sujeto a la confianza de un sistema económico que hace aguas por todos los costados.

Me refiero al voto erróneo del Diputado del PP Alberto Casero. Para más información, Secretario de Organización del PP desde 2019 y, en toda lógica, hombre de la total y absoluta confianza del Secretario General Teodoro García.

Veamos lo ocurrido, y después de analizar los intereses en juego, partiendo de negar las casualidades cuando hablamos de los intereses estratégicos de la clase dominante, considero que estamos en condiciones de plantear una hipótesis absolutamente verosímil.

La patronal de este país y el bloque de dominación oligárquico burgués al que representa a pies juntillas, se jugaba mucho con la aprobación de la nueva Reforma Laboral acordada con CC.OO y UGT y refrendada por la Comisión Europea como parte de los deberes para recibir los Fondos de Recuperación.

Muchos millones de € y la Paz Social bien valen una llamada.

He leído artículos y visto vídeos de análisis que son sumamente interesantes sobre la operación del imperialismo norteamericano en Ucrania desde la promoción del golpe de Estado de Poroshenko, y el apoyo al régimen de Kiev responsable del bombardeo de población civil en la región del Donbass y otras graves violaciones de derechos humanos como los asesinatos de los sindicalistas de Odesa quemados en la casa sindical, como en Estados Unidos y la Unión Europea se tapaban esos crímenes o directamente se vertían dudas sobre su autoría, cómo se asesoraba o mejor dicho dirigía a este régimen,  cómo una vez quemado el cartucho de Poroshenko se utiliza al recambio Volodomir Zelenski en la política de expansión de la OTAN hacia el Este, y muchas muestras de las intenciones de EEUU de conquistar esos espacios de influencia antes de Rusia, pero falta explicar el móvil económico que les hace caminar hacia otra gran guerra imperialista: LA NECESIDAD DE REPRODUCCIÓN AMPLIADA DEL CAPITAL, la dificultad de las potencias imperialistas de reproducir el valor de todo el capital sobreacumulado más un plusvalor sin conquistar mercados de materias primas, recursos naturales y mano de obra barata más allá de sus fronteras nacionales, disputándoselos a otras potencias.

Nos despertamos con la EPA y las fanfarrias mediáticas y ministeriales anunciando que, tras una Reforma Laboral “histórica”, llega una EPA “histórica” con más de 20.000.000 de personas trabajando y con 840.700 empleos más que el año anterior.

Todo maravilloso, en un escenario de leche y miel en el que flotan por doquier los € de los Fondos de Recuperación de la UE, que nos llevan directos a las puertas del Paraíso de la economía Verde, circular y tecnológicamente puntera, en la que, habiendo “emprendido” y poseyendo cada cual su propia startup, habrán desaparecido las diferencias sociales en un mundo caracterizado por las constantes oportunidades.

Se diría que es el sueño del nuevo capitalismo verde y tecnológico en el que –como siempre- siguen yendo del brazo conservadores, liberales y socialdemócratas varios. Pero la realidad es tozuda y, partiendo de datos distintos nos obliga a llegar a conclusiones diferentes:

El 12.7% de la población vive en situación de exclusión severa y un total de 11.000.000 de personas se considera que padecen algún grado de exclusión social.

A estas alturas, las bravuconadas del moderado Biden y sus perrillos falderos europeos no deberían cogernos por sorpresa. Pero parece que en su continua espiral de desatinos se superan cada día un poco más.

Desde los “mass mierda” nos bombardean continuamente, ora con Venezuela, Cuba, Siria, Libia, Irak, Hong Kong, Azerbaiyán, Ucrania; ora con el COVID, la crisis, la inflación; ora con el cambio climático, las nevadas, las filomenas y los filomenos (a mi pesar según Torrente Ballester).

Todo sea por mantenernos en vilo y que perdamos de vista que los salarios bajan relativamente, o sea, que pensiones y salarios pierden poder adquisitivo frente a los movimientos especulativos del capital; o que perdamos de vista las continuas agresiones que hace la OTAN.

A mediados de los 90, desaparecida la URSS, algún comentarista militar se preguntaba qué sentido tenía que siguiera existiendo la OTAN. Pobre hombre, o le aquejaba la ignorancia o la bisoñez más absoluta, ingenuo de tomo a lomo. La OTAN surgió antes que el Pacto de Varsovia, la OTAN fue, es y será un instrumento de agresión, una herramienta en manos del capital para imponer sus leyes en el mundo. Ojo, y que nadie piense que imponen justicia, ni siquiera su justicia o sus leyes, las que les favorecen a ellos. Y si no, vean qué sucede cuando en sus “elecciones democráticas” pierde su candidato.

 

[imagen obtenida de www.amnesty.org]

Si les dijera que hay un lugar del mundo en el que son encerradas desde hace veinte años personas sin juicio previo, en ocasiones sin ni tan siquiera acusación formal contra ellos, y posteriormente sometidas a horribles tormentos, entre los que se incluyen los horripilantes ahogamientos simulados, para finalmente preguntarles dónde se sitúa semejante antro de violación de los derechos humanos, es muy probable que comenzaran a enumerar ese listado de países malísimos que los medios occidentales se han encargado de introducir en sus cerebros. Sin embargo, se trata de Guantánamo, la base naval norteamericana en la que la legitimación del terror ha alcanzado la apoteosis entre la indolencia ciudadana, la cooperación política y la tibieza mediática. 

Veinte años de torturas y violaciones… 

El PCPE llama al conjunto de la clase obrera y sectores populares a organizarse y manifestarse por la derogación de todas las reformas laborales aprobadas por los gobiernos de la burguesía, ya sean éstos del PP o del PSOE-UP y que han supuesto un retroceso en las condiciones laborales y derechos de trabajadores y trabajadoras.

La ley laboral acordada en la Mesa de Diálogo Social entre el Gobierno (PSOE-UP), CC.OO, UGT y la Patronal mantiene la práctica totalidad de las medidas antiobreras aprobadas en anteriores leyes laborales, en absoluto, resuelve ninguno de los verdaderos problemas del mundo del trabajo en España: Desvalorización de la fuerza de trabajo, precariedad y paro.

No tiene ninguna legitimidad quien, como han hecho CCOO y UGT, no solo actúa sin contar con los afectados –los trabajadores y trabajadoras de este país-, sino que tampoco lo ha hecho con su propia afiliación. Pactan a nuestras espaldas con la patronal que nos explota y, junto al Gobierno, dicen que ese es el camino del progreso social

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