Prácticamente el único denominador común de un paisaje cambiante.

Si vemos que la juventud trabajadora sufre con especial intensidad los devastadores efectos de una crisis que evidentemente no ha creado y a su vez nos encontramos también con que es en las zonas rurales, donde la crisis estructural del capitalismo incide con más fuerza, podremos llegar con seguridad a la conclusión de que la juventud trabajadora en el campo puede ser una capa social realmente “jodida”. Aún con todo, la heterogeneidad de los paisajes rurales en nuestro país hace muy difícil generalizar. Pues en España hay zonas con una concentración brutal de la tierra en muy pocas manos, zonas con pequeños minifundios que no dan para vivir. Asimismo nos encontramos con campos cultivados de forma intensiva con un alto grado de desarrollo de las fuerzas productivas y zonas cultivadas casi como hace trescientos años. Es curioso que con toda esta variedad de posibilidades en todas estas situaciones la juventud trabajadora del campo se encuentra especialmente sobreexplotada y en una situación de desesperación total.

Los datos hablan por sí solos: si juntamos el 55'1% de paro juvenil que hay en el Estado con los datos de paro de pueblos como Jódar (Andalucía), donde la célula del PCPA-PCPE denunciaba que hay una tasa de paro por encima del 40%, podemos imaginarnos cuán desoladora es la situación de estos jóvenes. Así también vemos que la población que vive por debajo del umbral de la pobreza en los municipios rurales (menos de 10.000 habitantes) es un 23,8%, bastante más que en el resto de municipios.

Además Comisiones Obreras denunciaba a El País que muchos jornaleros estaban cobrando a 2,5€ la hora. Esto es muy por debajo del salario necesario para poder volver al puesto de trabajo al día siguiente en las mismas condiciones.

Ante esa situación el Estado y la Unión Europea no se quedan de brazos cruzados, pero evidentemente tampoco ayudan al pueblo trabajador, es más, atacan incluso más a los y las trabajadoras del campo. Así, mientras que la suma del subsidio agrario, la renta agraria y el PER destinados a que los jornaleros estacionales malvivan con 426€ durante seis meses han significado 900 millones de euros al año, las ayudas a los propietarios de tierras son 6.000 millones de euros al año; donde más de la mitad va destinado a los grandes terratenientes que controlan miles de hectáreas. Evidentemente en el campo se observa también el carácter de clase del Estado y el papel de la Unión Europea.

Ante esta situación de dureza extrema la juventud se ve refugiada muchas veces en un ocio no precisamente sano (debido a la falta de ofertas culturales en estas zonas) basado en el botellón en el descampado del pueblo.

Es evidente que la situación es dura pero las cosas pueden cambiar si nos organizamos en nuestros pueblos, en asambleas de jóvenes que luchen entre otras cosas por un por un ocio sano, frente a la falta de una red de transporte o contra las prácticas caciquiles y el enchufismo propios de la política municipal de los pueblos. Junto a ellos, las y los jóvenes trabajadores han de luchar por sus derechos laborales uniendo en los CUO trabajadores combativos del SAT, de la CTA, de FITA-UGT, de CCOO o de cualquier otro sindicato. Ya que solo con el aumento de esas luchas y de la organización del pueblo trabajador, en clave de contraofensiva estratégica se podrá encontrar un futuro digno para la juventud del campo en el marco de una nueva sociedad.

Antonio Jiménez Martínez de Ubago

Responsable Político de los CJC en Andalucía


 

Fuentes:

http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/08/07/andalucia/1375898462_129958.html

http://www.agroalimentaria.ccoo.es/agroalimentaria/Areas:Empleo,_Seguridad_Social_y_Prevision_Social_Complementaria:522331

http://www.magrama.gob.es/es/desarrollo-rural/legislacion/1._an%C3%A1lisis_diagn%C3%B3stico_medio_rural_tcm7-9681.pdf

http://www.juntadeandalucia.es/agriculturaypesca/portal/areas-tematicas/desarrollo-rural-sostenible/la-juventud-en-las-politicas-de-desarrollo-rural/diagnostico-de-la-juventud-rural.html

uyl_logo40a.png