Un análisis global de la totalidad de factores que determinan la actualidad de la lucha de clases en el Estado español, sitúa tres elementos de la realidad como absolutamente centrales y que, por encima de coyunturas y los trampantojos tan propios de la politiquería burguesa, requieren una atención absolutamente prioritaria:
- La crisis general del capitalismo.
- La guerra imperialista.
- El avance del fascismo.
Hechos que, analizados desde posiciones comprometidas en exclusiva con la defensa de los intereses y necesidades de la clase obrera y los sectores populares, exigen una respuesta de masas inmediata para enfrentar sus consecuencias y evitar que sigan desarrollándose y afectándonos directamente.
Para quienes situarse en la indiferencia o en la parálisis de la derrota no es una opción, la exigencia del compromiso con la articulación de los más amplios espacios de encuentro unitarios, de base, plurales y participativos, desde los que empezar a levantar referencias organizativas movilizadoras que hagan frente a esta realidad, es una absoluta prioridad con la que ponerse en marcha ya, dando pasos concretos.
Pasos que el Partido Comunista, en su papel de vanguardia, siempre orientará a la organización de la clase obrera en torno a un programa socialista enfrentado frontalmente con el capitalismo.
Crisis general del capitalismo.
Más allá de su carácter estructural, en lo inmediato, las exigencias presupuestarias derivadas del pago de la deuda y la aplicación de una creciente economía de guerra, son imposiciones de la UE y la OTAN que van a imponer graves recortes en los servicios públicos (sanidad, educación, cultura, dependencia…), incluido el Sistema Público de Pensiones, deteriorando aceleradamente las condiciones de vida de amplios sectores del pueblo trabajador.
Situación de desmantelamiento de derechos conquistados en la lucha que, unida a la evidente desvalorización de la fuerza de trabajo y a la carestía de la vida, hacen que ya no solo los sectores más excluidos por esta sociedad, sino cada vez un mayor número de trabajadores y trabajadoras en activo –especialmente mujeres, jóvenes y migrantes- sean pobres porque su salario no les basta para llegar a final de mes y reproducir su fuerza de trabajo con solvencia suficiente. Cubrir el coste de la vivienda, alimentación, energía, transporte y sanidad, se convierte en un objetivo imposible para un gran número de familias trabajadoras convirtiéndolas en pobres. 1
Es imprescindible que, con la participación de los sectores más conscientes y avanzados del movimiento obrero, de quienes no estén instalados en la lógica del pacto social, la de la cesión constante de derechos, se hagan frente a todos y cada uno de los intentos de limitar los servicios públicos o degradar las condiciones laborales. El primer paso para recomponer este espacio de acción socio-política, debe ser trabajar en plataformas y espacios unitarios que sirvan como referente de acción, sobre cuestiones concretas, que se visibilicen con claridad como un ataque a los intereses y necesidades de la clase trabajadora y los sectores populares.
Igualmente, esta realidad de incremento de la explotación, aun en un contexto de creciente individualización y quiebra de la conciencia obrera, es una oportunidad para sentar las bases que permitan una progresiva elevación del nivel de conciencia ideológica y política de la clase trabajadora.
Guerra imperialista.
Igualmente, el riesgo de generalización de la escalada bélica que el Imperialismo –encabezado por los EE.UU y nucleado por la OTAN- desarrolla contra la Humanidad, impone una respuesta frontal de los pueblos que levante la bandera de la Paz y ponga fin a la barbarie genocida.
Nos va la vida en ello, no es posible minimizar el alcance destructor de una guerra –potencialmente nuclear- que ya toca a la puerta de nuestras casas porque, hay que decirlo alto y claro, el Estado español y su gobierno están directamente implicados en ella. Nuestra pertenencia a la OTAN y la existencia de las bases militares de Rota, Morón y Gibraltar, más el Frontex y los centros operativos estratégicos de Torrejón y Bétera, así como los acuartelamientos y puertos militares de alta disponibilidad, al servicio de la OTAN, convierten al territorio español en un factor central de la estrategia militar imperialista.
Es preciso denunciar la implicación del Estado español en la guerra, tanto por la guerra en Europa, donde la jefatura del estado y el gobierno se alinean plenamente con los sectores más belicistas de la UE y la OTAN, implicándose en el financiamiento de armamento y la instrucción de militares ucranianos, como en el genocidio de Palestina, en el que su falsa equidistancia de palabra, justifica y permite la acción criminal de la entidad sionista, mientras continúa la compra venta de armas, nuestros puertos se utilizan para el abastecimiento sionista y buques del ejército español sirven de apoyo logístico en el Mediterráneo y la entrada al Mar Rojo.
No permitamos con nuestra inacción que nos arrastren a la guerra y que, sin que haya respuesta en la calle, movilicen a la juventud para servir como carne de cañón del Imperialismo. Hoy existe una prioridad absoluta en relación a levantar un gran frente de masas por la Paz que confronte con las estrategias belicistas de la OTAN y de todos los gobiernos a su servicio.
En este sentido, llamamos a reforzar la campaña “Que no nos arrastren a la guerra” y a vincular al máximo de colectivos y organizaciones a su desarrollo y progresiva capilarización social.
Rusia y China no son nuestros enemigos.
Palestina, es una desde el Río al Mar.
Viva la Resistencia. Por el derecho de los pueblos a la resistencia a través de todas sus vías. .
Son estas tres consignas que, junto a la negativa al incremento del gasto militar y al reclutamiento forzoso de la juventud, han de conformar una posición de confrontación con las políticas belicistas y con quienes desde su indeterminación, también favorecen a los intereses imperialistas
Avance del fascismo.
Igualmente, cuando suenan los tambores de guerra, el modelo institucional del 78 está agotado y la crisis económica ya es más que evidente para quienes objetivamente la padecen, el capital necesita al fascismo más que nunca para defender sus intereses y su posición hegemónica a todos los niveles.
El fascismo ya es una realidad que introduce su veneno en la sociedad y naturaliza su odio y violencia al pobre, a lo más explotado de esta sociedad, pero también contra quienes se organizan por sus derechos y luchan por una sociedad mejor de personas libres e iguales.
El fascismo del siglo XXI ya no viste camisa azul, pero su propósito y acción, como el del siglo pasado, es profundamente anticomunista, antiobrero y servil a los intereses del gran capital.
Al fascismo hay que combatirlo en todas sus expresiones políticas, sociales e ideológicas. No hay ningún espacio de conciliación de intereses con lo que son y representan estos perros rabiosos del Capital que, entre los ecos de la redes sociales, envuelven su miserable existencia entre trapos rojigualdos y, frente al postmodenismo de la socialdemocracia, tratan de presentarse como los “rebeldes”.
La lucha contra el fascismo es tarea de todos y de todas, es una responsabilidad absolutamente prioritaria para la clase trabajadora, que ve como trata de penetrarla y dividirla. No hay ningún espacio libre de las mentiras y bulos con los que atraen a una sociedad crecientemente vulnerable a su basura ideológica.
Igualmente, desde la firmeza y la dignidad de enfrentarlo sin tibiezas, es preciso reafirmarse en la necesidad de trabajar a favor de una verdadera Memoria Histórica que acabe con el revisionismo que, desde la UE, trata de equipar a víctimas y verdugos, criminalizando al Comunismo y a la URSS.
En consecuencia, y alertando del carácter absolutamente crucial del momento histórico que vivimos, reiteramos que hoy, cuando lo que está en juego es la Vida frente a la Muerte, no hay tiempo que perder en dar los primeros pasos para, a cualquier nivel, buscar el encuentro en la acción con compañeros y compañeras con quienes levantar referencias de acción unitaria que marquen el camino de la Victoria de la Humanidad frente al Imperialismo.
La emergencia del momento histórico exige a la clase trabajadora en su conjunto y, en lo concreto, a toda la militancia de las organizaciones revolucionarias, sindicatos y colectivos obreros, vecinales, comités de solidaridad internacional… dar un paso adelante y participar de la necesaria contraofensiva que ponga en pie de combate al pueblo organizado contra la crisis, la guerra y el fascismo.
Ese es el compromiso del PCPE y de la JCPE y con ese propósito y voluntad vamos a situar toda nuestra acción militante en el próximo periodo.
Un propósito que se concreta también en un llamamiento a reforzar al PCPE y a la JCPE, de adquirir el compromiso, de dar el paso adelante absolutamente trascendental, de militar en un Partido Comunista.
Igualmente, el compromiso con el desarrollo de la Confluencia Comunista, habrá de materializarse sobre una sólida unidad de acción en torno a estos ejes de trabajo.
Comité Ejecutivo del PCPE
1 de septiembre de 2024
1 Según un Informe del INE de 2024, el 26.5 % de la población española vive en riesgo de pobreza o exclusión social.