Las leyes obligan a dar participación ciudadana en los procesos que tienen que ver con el territorio, de no hacerlo, un juzgado los podría paralizar.  Pero que la ley reconozca el derecho de participación no quiere decir que las distintas administraciones estén dispuestas a variar ni un ápice sus precocinados planes.  Sólo la constancia de vecinos y vecinas organizadas es capaz de conseguir modificar y alterar dichos  planes. Vamos a poner dos ejemplos concretos donde organizaciones vecinales están, a través de la movilización, mejorando el entorno y haciendo de los barrios obreros un lugar un poco más habitable. En 2003, hace ya la friolera de 21 años, se anunció el acuerdo para la llegada del AVE a Alicante. Además de la alta velocidad, las fanfarrias anunciaron que venía acompañada de grandes inversiones y mejoras como un Gran Parque Central para la ciudad, una estación intermodal y una conexión ferroviaria hacia el aeropuerto que liberase la costa de las vías del tren.

En estos 21 años, con diferentes gobiernos la cosa en lugar de mejorar estaba complicándose.  El AVE llegó a Alicante en junio del 2013, aquella inauguración será recordada porque a la subdelegación gubernativa no se le ocurrió otra que prohibir una concentración republicana convocada  aprovechando que en el trenecito rápido llegaban los otrora príncipes y había crisis en la institución del ramo.  La cosa acabó con un recibimiento “real” en dicha estación por parte de la población en reivindicación de la 3ª República, 5 detenidos, 7 enjuiciados penalmente y una treintena de multas por aplicación de la ley de (in)Seguridad ciudadana que tras su reforma en 2015 es más conocida de  como ley mordaza. Pero volviendo a lo que se prometió junto al AVE, muchos incumplimientos y un sinfín de excusas cuyo único objetivo es distraer y engañar para favorecer a los poderosos y ricos. Con el moderno tren en lugar de Parque los trabajadores y trabajadoras de los barrios adyacentes a las vías del tren tenían -seguimos teniendo-  escombros a la puerta de sus casas y colegios de la zona. Y la conexión con el aeropuerto se paralizó apostando el Ministerio por la electrificación de las vías de la costa lo que impediría a las personas poder disfrutar de 2 kilómetros de mar y terrenos junto a la ciudad. Una auténtica barbaridad y un expolio de patrimonio territorial al pueblo.

En el caso de las vías, se creó una Plataforma Variante Torrellano, que exigía el cumplimiento de los acuerdos del 2003, que contemplaba hacer de esos dos kilómetros de costa un espacio de uso y disfrute comunitario. Cada viernes primero de mes se realizaron durante bastante tiempo, concentraciones con la implicación de los barrios más afectados y eso ha sido imprescindible para doblar el brazo a los empresarios a los que sólo les importaba/importa su corredor mediterráneo y a un gobierno entregado al capital del ladrillo y al que haga falta. Un grupo organizado de vecinos/as ha dado las alternativas técnicas de las que no han sido o no han querido los responsables de RENFE o ADIF. Parece que esta batalla se ganó y no se electrificaran las vías.

La batalla por el PARQUE CENTRAL va más de lucha maratoniana pues su realización para la administración va ligada a la especulación y venta de viviendas que permita la construcción de una Estación Intermodal. El pelotazo que quieren dar tiene dimensiones colosales y sin pelotazo no quieren Parque. Por eso, desde la asociación de Vecindario por un PARQUE CENTRAL, llevamos años informando a los vecinos y vecinas de los proyectos especuladores con los terrenos, pero sobre todo, generando un espacio de lucha vecinal, con manifestaciones, concentraciones y muchas asambleas para conseguir tener un PARQUE lo más grande posible. 

De momento la lucha vecinal va consiguiendo algún resultado. Hemos conseguido que se hagan unos pasos que permitan la conexión peatonal entre los barrios. Hoy podemos cruzar de unos barrios a otros sin peligro físico por tener que cruzar entre escombros, basura, socavones, ratas (bueno ratas sigue habiendo en el entorno) o sin tener que subir multitud de escalones para poder pasar el puente que sirve de conexión para los vehículos. Esto que pudiera parecerte poco, ha dado mucha vida a las personas que allí viven. La zona ha pasado a ser lugar de paseo en unos barrios obreros sin ninguna dotación deportiva, de parques y más bien escasa de  plazas dignas de tal nombre. También se ha conseguido que se modifique el tamaño del futuro parque, ha pasado de 35 mil metros a los 150.000 metros que debe tener.  

En estos momentos se está en la fase de participación ciudadana para aprobar el plan pormenorizado y desde VECINDARIO POR UN PARQUE CENTRAL hemos realizado asambleas vecinales, en la calle, bajo el puente y nos han invitado los vecinos de otros barrios para que expliquemos nuestra postura que se basa en lo siguiente:

1.- El parque no debe llevar el mismo ritmo que la construcción de la estación intermodal o las viviendas para pagar la misma. Se debe iniciar un proceso separado de licitación del PARQUE a todo el resto del proceso desligándolo de la construcción.

2.- El parque debe ser lo más amplio posible y en lo posible con árboles de calado que den sombra. El Parque no debe ser interrumpido por tráfico rodado a motor, sí por caminos y carriles bici. 

3.- En toda la extensión del Parque, hay que disponer de espacios para las mascotas.

4.-  En el espacio del PARQUE no hacen falta actividades relacionadas con la hostelería o el comercio.

5.- Creemos que la construcción de viviendas no debería ser el motor que impulse la construcción del Parque. Pero si hay que hacer alguna, debería ser construyendo barrio y no urbanizaciones privadas, además proponemos el incrementar el alquiler social.

6.- Mantener, garantizando el cuidado del Puente Rojo. 

7.- El hecho de insistir en la Estación Intermodal soterrada en distintas alturas, lo único que está generando es un incremento de los costes del parque que hace necesaria la construcción de miles de viviendas para poder gestionar el elevado precio de la Intermodal. Por ese motivo proponemos ubicar la Estación después de la Vía Parque, sin soterrar, sería sin lugar a dudas mucho más sencillo todo el proceso, ahorrando costes y ganando terreno justo donde más falta en el centro de la ciudad.

No sabemos el caso que nos harán las administraciones, seguramente más bien poco así por las buenas ya que responden a los intereses de clase de los poderes dominantes, pero los vecinos y vecinas nos han dado su apoyo y están concienciados, por lo que hemos decidido que a partir de septiembre vamos a empezar las concentraciones y procesos de información para conseguir que nos limpien la zona y tener el tan necesitado PARQUE en el menor tiempo posible.  Sabemos que sin movilización, el Ayuntamiento pasará de estos barrios del Sur, pero con lucha vecinal y organización, el parque se hará. Más temprano que tarde  ese será un lugar de esparcimiento para trabajadores y trabajadoras que vivimos en castigados y abandonados  barrios, no solo  los de la zona, sino en el resto de la ciudad.

Vecindario por un Parque Central

uyl_logo40a.png