Guerrilleros de la Brigada Abu Alí Mustafá

En los últimos meses la Autoridad Nacional Palestina (ANP) ha mantenido reuniones con el gobierno de la entidad sionista, el Departamento de Estado Estadounidense y representantes de Jordania y Egipto con el fin de buscar fórmulas para detener la determinación del Pueblo Palestino de seguir el camino de la resistencia hasta expulsar al ocupante.

La última reunión se realizó el 19 de marzo en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij, y era la continuación de una cumbre realizada en la ciudad jordana de Aqaba. La ANP se comprometió a esforzarse por acabar con las acciones de la resistencia. Mientras el ocupante sionista incumple los compromisos de parar la expansión de los asentamientos de colonos, la ANP actúa como el gobierno colaboracionista nazi de Vichy.

Los esfuerzos de la ANP por “pacificar” Palestina y administrar su menguante territorio, contrastan con el vigor del heroico pueblo palestino. Tal y como declaró la dirigente del Frente Popular para la Liberación de Palestina en un acto por el 47 aniversario del Día de la Tierra, la camarada Kamal Hamad, “Nuestro pueblo seguirá defendiendo su tierra y no cederá ningún trozo de ella”. La firme voluntad de seguir y ampliar la resistencia a la ocupación es lo que más teme la entidad sionista y los Estados Unidos, por eso se intensifica la política de asentamientos y de represión contra Palestina.

La coordinación de la represión entre la ANP y la entidad sionista es uno de los pilares sobre los que se sustenta la ocupación, y por ello el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), como vanguardia política y militar, define como una de sus prioridades acabar con la colaboración palestina en la represión.

En el terreno militar, el portavoz de las Brigadas del Mártir Abu Alí Mustafá, Abu Jamal, ha declarado recientemente que las operaciones militares en Cisjordania se acentuarán, y reivindicó la responsabilidad de las Brigadas en la operación contra un puesto de control en Hawara, en la que dos soldados sionistas fueron heridos de gravedad. Los medios sionistas admiten que Hawara es el territorio más peligroso de Cisjordania para sus soldados y colonos, aceptando de hecho el avance de la resistencia con el FPLP a su cabeza.

La respuesta israelí a la intensificación de la resistencia es aumentar la represión, expandir los asentamientos y acentuar su carácter fascista y racista, hasta tal punto que dentro de la sociedad sionista la fractura es cada vez más evidente, y multitudinarias manifestaciones de rechazo a las políticas del gobierno hacen tambalear al mismo estado sionista. En este sentido, la resistencia palestina juega un papel fundamental en la fractura dentro de la sociedad sionista, que se ve incapaz de consolidar su proyecto colonial.

Ante la imposibilidad de hacer desaparecer a Palestina, el proyecto sionista se agota en la misma medida que se fortalece la identidad palestina. El mismo proceso sucede en el seno de la sociedad palestina, en el que el gobierno colaboracionista se debilita ante la imposibilidad de la falacia de los dos estados y solo puede aspirar a gestionar su propia corrupción, mientras el pueblo lo desautoriza ejerciendo el derecho a la resistencia y negándose a normalizar la ocupación.

Israel ha creado una leyenda en torno a su invencibilidad, pero los hechos demuestran que, en realidad, su posición es extremadamente débil y solo se sustenta por el apoyo del imperialismo estadounidense (junto con Europa y las dictaduras árabes). Esta debilidad se manifiesta en:

  1. Ha sido incapaz de acabar con la resistencia palestina.

  2. Ha sido incapaz de acabar con la resistencia libanesa, llegando a sufrir importantes derrotas en el campo de batalla.

  3. Ha sido incapaz de destruir Siria.

  4. Ha sido incapaz de impedir que Irán ejerza un papel cada vez más importante en lo político y militar en toda la región.

Si a estos cuatro elementos, añadimos la profunda crisis en el seno de la sociedad sionista y la crisis general del capitalismo y del imperialismo atlantista; podemos tener la convicción que la resistencia palestina y árabe estará en condiciones de acabar con la ocupación en un horizonte que ya se empieza a vislumbrar.

Intensificar la resistencia en todos los campos y apostar por la unidad de todos los sectores de la resistencia son las líneas estratégicas que definen los camaradas del Frente Popular para la Liberación de Palestina. Una estrategia a la ofensiva que asusta al ocupante y al imperialismo, que esperaba que, después de los acuerdos de Oslo, la voluntad de lucha de Palestina se diluyera como un azucarillo en la falsa autonomía; y que, por el contrario, 30 años después la voluntad de lucha está más viva que nunca.

Desde el PCPE debemos acentuar la solidaridad con Palestina y con nuestros camaradas del FPLP, por que nuestra solidaridad también debilita al ocupante sionista. Nuestra persistencia en situar a Palestina en el mapa, impide la pretensión del imperialismo de borrarla hasta de la memoria de los pueblos.

Palestina vencerá, y su victoria anunciará la victoria de nuestros pueblos.  

 

Ferrán Nieto

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