El pasado 22 de octubre, tras meses de trabajo colectivo e implicación militante en el fomento y desarrollo de numerosas plataformas locales, tuvo lugar en Madrid la asamblea de constitución de la Coordinadora Estatal Contra la OTAN y las Bases (CECOB). El PCPE saluda la consecución de esta iniciativa, para la que ha trabajado activamente.

La crisis general del capitalismo, determinada por su carácter estructural, muestra su decadente y pútrida situación manifestando la más extrema violencia. El actual bloque imperialista dominante, liderado por EE. UU. y estructurado en torno a la OTAN, se halla inmerso en una enorme crisis y, en consecuencia, en plena embestida para defender sus intereses frente a todo aquello que considere amenaza. En este objetivo, la organización criminal y sus aliados no dudan en incrementar la ofensiva, incluso hasta el extremo de situar a la humanidad frente al riesgo de un conflicto bélico a nivel mundial. El caudal de destrucción del imperialismo se ramifica sin complejos con afluentes de sangre, dejando a su paso muerte y pobreza y sesgando, aún más, las condiciones de vida de la clase trabajadora, no solo de quienes viven en los lugares de conflicto armado, también de las y los que habitan en el resto de pueblos cuyo destino se pliega a los intereses del capital.

Ante este complejo escenario, el PCPE asume como objetivo imprescindible impulsar la respuesta organizada del pueblo trabajador, una ofensiva a la altura de las circunstancias, capaz de generar un movimiento de masas que se incorpore y forme parte inherente de los diversos frentes de lucha, que se disponga, en definitiva, capaz de enfrentarse ante el monstruo imperialista. Es necesario asumir para ello la responsabilidad de organizar a las fuerzas revolucionarias y las estructuras de clase más avanzadas en la vertebración de un movimiento popular contra la OTAN y las Bases que, si bien en la década de los ochenta ya se erigió como uno de los más importantes frentes de lucha, hasta hace apenas unos meses se encontraba claramente desactivado. Fue a raíz de que el Estado español asumiera definitivamente la celebración de la Cumbre de la OTAN de junio en Madrid cuando comenzó a gestarse lo que hoy es la CECOB.

A finales de verano de 2021 se comenzaron a forjar los primeros movimientos de respuesta a la Cumbre. En Madrid, ciudad anfitriona, diferentes organizaciones establecieron una serie de encuentros bajo la bandera del antiimperialismo y contra sus guerras. Aquel primer paso fue determinante como semilla de lo que, pasado poco más de un año, se ha visto materializado este pasado 22 de octubre, pues aquello no solo consistió en meras reuniones para organizar una respuesta puntual sino que, principalmente, sirvió de base en la proliferación de diversas plataformas a lo largo y ancho del Estado, así como para comenzar a estructurar su futura coordinación colectiva. Ahora bien, aquel proceso no anduvo falto de dificultades, según se fueron definiendo posicionamientos estratégicos en torno a la caracterización del imperialismo y sus conclusiones tácticas, fueron aflorando las contradicciones del reformismo y de otras desviaciones oportunistas que, como no pudo ser de otra manera, situaron en grave riesgo el avance del frente, incluso suponiendo en la práctica la disgregación de parte del mismo en otras plataformas que aún perduran, si bien cabe señalar que con muy escasa influencia de masas. En este sentido podemos afirmar, sin complejo alguno, que la vigilancia revolucionaria y la intervención del PCPE junto a otras organizaciones con las que se mantiene una mayor coincidencia estratégica, fueron imprescindibles para garantizar el avance del frente y para reconducir toda actuación que pudiera amenazar su correcto desarrollo.

La Cumbre de Madrid se celebró y seguidamente también fueron surgiendo otros escenarios directamente relacionados, como la renovación del convenio de colaboración entre España y la OTAN, o el conflicto armado en Ucrania, situaciones que fueron precisando y precisan de una respuesta organizada y las que, aún con las dificultades sobrevenidas, se cubren cada vez con mayor y mejores fuerzas. Todo ello, unido al impulso en la proliferación de numerosas plataformas locales, dibuja una realidad que dota de contenido y supone la base material para esta coordinación estatal contra la OTAN y las Bases.

Hoy podemos afirmar, una vez constituida la CECOB, que disponemos de una herramienta con capacidad para impulsar y canalizar la lucha popular contra la OTAN y las bases, un instrumento con carácter de clase, antiimperialista, con potencial para influir entre las masas y para revitalizar el movimiento popular por la paz. Está de nuestra mano dotarlo de contenido y continuidad, es nuestra responsabilidad.

Javier Martorell

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