ÚLTIMOS EDITORIALES
7 de octubre, a un año que Palestina mostró el camino
Dignidad obrera
Algunas ideas para considerar este verano
La lucha de clases se libra en cada espacio de organización obrera y popular
Elecciones europeas: entre la realidad y la ficción
La tarea es convertirlo todo en revolución
Editorial Septiembre 2022
Puede parecer una quimera, o el simple deseo de quienes viendo solo amenazas constantes al pueblo trabajador, a la Paz y a la Naturaleza, soñamos con un futuro diferente al presente del Imperialismo.
Sin embargo no es así, y la responsabilidad que asume este Editorial es demostrar que, muy al contrario de lo que parece, no es sólo una necesidad acorde a la consigna Fidelista de “Socialismo o nada”, sino una posibilidad al alcance de la lucha de la clase obrera y el pueblo, organizados y movilizados en defensa exclusiva de sus intereses y necesidades.
ES TIEMPO DE CRISIS.
La realidad condicionada en todos sus aspectos por la crisis general del capitalismo, acelera todos los factores que ayer sólo eran una hipótesis. Quienes hoy se paren a decidir el momento y el vagón al que montan en el tren de la Historia –de la lucha de clases-, solo tendrán la opción de ser arrollados por una máquina que no se detiene, o subirse al de la burguesía. Igualmente, es necesario tener muy presente que no solo no hay vías muertas, sino tampoco atajos alejados de la lucha y el protagonismo de las masas.
UNIDAD EN LA DIVERSIDAD PARA LA REVOLUCIÓN SOCIAL.
Es necesario avanzar en una creciente y progresiva unidad programática de las diversas organizaciones y destacamentos revolucionarios existentes. Unidad fundamentada en coincidencias políticas soportadas en la consideración de la diversidad como un valor y no como escollo. Unidad que se concreta en la acción conjunta que trasciende los marcos y límites organizativos propios, conformando referencias organizativas estables, propias y soberanas que intervienen sobre la base del acuerdo político básico que las fundamenta.
En este sentido valoramos como muy positivo el camino iniciado para la constitución de una coordinación estatal contra la OTAN y las bases, la reunión realizada en Galiza el pasado 24 de Julio a iniciativa de los camaradas de Agora Galiza y el PCRG y la constitución de la Plataforma Bases Fuera OTAN No- Andalucía.
GENERAR Y PARTICIPAR EN ESTRUCTURAS PROPIAS DEL MOVIMIENTO OBRERO Y POPULAR.
Para dar los pasos necesarios en este sentido y situarse a la altura histórica que el momento requiere, hay que tener la conciencia de la globalidad para rendir una a una las dificultades que enfrentamos y, progresivamente, ir generando el proceso cuantitativo que provoque un salto cualitativo en la correlación de fuerzas de la lucha de clases.
El cambio en la conciencia de las masas parejo a este proceso, es el que, desde su propia experiencia, transforma la crisis política en crisis revolucionaria.
Es una premisa imprescindible sin la cual todo será más complicado.
Sin la posibilidad cierta de tener una capacidad real de dirección política de masas, difícilmente éstas adquirirán espontáneamente un nivel de conciencia capaz de convertir en conflicto político sus reivindicaciones y aspiraciones materiales.
Cumplir con su papel de sujeto de la Revolución, elevar su conciencia política y transformarse en clase para sí para si, es un proceso político y social de acumulación de fuerzas que, como todo en la sociedad y la Naturaleza, no surge de la nada. Es un proceso que requiere la planificación e intervención de la Vanguardia desarrollando una compleja política de alianzas y una táctica, tan flexible en su desarrollo como firme en sus principios.
PLAN URGENTE DE EMERGENCIA SOCIAL –LUCHA POR LA PAZ-DEFENSA DEL TRABAJO-INTERNACIONALISMO- SALVAR EL PLANETA.
Son ejes prioritarios para el trabajo de masas necesario para enfrentar, con garantía de éxito, la violentísima ofensiva imperialista contra la clase obrera y la soberanía e independencia de los pueblos. Articular en todos ellos estructuras unitarias de base, desde las que armar la contraofensiva obrera y popular, es la máxima responsabilidad que enfrentamos hoy la organizaciones revolucionarias. Levantarlas, asumiendo la dificultad que supone el páramo que dejan décadas de paz social y desmovilización, es el reto que asumimos y al que convocamos a todos los compañeros y compañeras que entiendan la urgencia de este llamamiento.
NO EXISTE LA CUADRATURA DEL CÍRCULO.
Aunque lo intentara, el gobierno de coalición PSOE/UP y cualquiera de las formulaciones electorales que sea capaz de producir el oportunismo de aquí a las próximas elecciones, atender las prioridades de la oligarquía y alinearse con la OTAN y sus políticas belicistas, es absolutamente antitético con la defensa de los intereses populares.
Ni con el discurso del mal menor y el miedo a la derecha, que finalmente abre paso a una sociedad crecientemente conservadora y a las opciones políticas más reaccionarias, las llamadas fuerzas progresistas, van a desarrollar ningún tipo de política efectiva que amortigüe la gravedad y el alcance de la crisis económica y social existente que se profundiza aceleradamente.
La pobreza creciente y la exclusión social requieren de un Plan Urgente de Emergencia Social y no el incremento del gasto militar. Un Plan de gestión pública, que llegue realmente a la población demandante y no se pierda en la maraña burocrática.
La defensa del Trabajo y los servicios sociales son incompatibles con la desvalorización de la fuerza de trabajo–y menos aún llevando el precio de la fuerza de trabajo por debajo de su valor- y las privatizaciones que, cínicamente, llaman “colaboración público-privada”. Con una inflación superior al 10% no se pueden firmar convenios al 1.5%. Confrontar la conciliación de clases y el pacto social es el eje desde el que nuclear las prácticas sindicales de clase.
Definir estratégicamente un modelo energético sostenible y enfrentar todos los retos que sitúa el cambio climático, exige liquidar los monopolios que los gestionan y asumir una realidad que determina el futuro inmediato de la Humanidad en función de la escasez de los carburantes y las materias primas en general. Ciento cuarenta mil millones de € de los Fondos de Recuperación de la UE entregados a los monopolios energéticos para el capitalismo verde, solo profundizan la emergencia climática y la deuda pública.. Si no es rojo no es verde. La deuda es ilegítima y no se paga.
Para defender la Paz hay que salir de la OTAN y cerrar las bases yanquis. Neutralidad y desarme como base para la cooperación económica, social y política con todos los pueblos del mundo. No a Schengen, no a la UE, no al Euro.
Son solo algunos de los ejes programáticos en los que concretar el acuerdo político que está en la base del compromiso común a favor del proyecto de la unidad de acción que hemos definido.
Referentes necesarios para la movilización, para la contraofensiva obrera y popular que ha de enfrentar todos y cada uno de los golpes durísimos con los que el Capital pretende liquidar, uno a uno, todos nuestros derechos y logros.
Un acuerdo político profundamente anticapitalista hacia el Socialismo, porque en su base está la convicción de la inviabilidad del capitalismo, y la necesidad de organizar su derrota. Un acuerdo en el que las protagonistas son las masas y es la clase obrera.
El PCPE y su juventud, la JCPE, iniciamos el periodo político 2022-2023 absolutamente comprometidos con esta iniciativa que, para abrirse paso definitivamente y convertirse en una actor político determinante en la lucha de clases, necesita, no solo, del compromiso y la altura de miras que la realidad exige a todos los revolucionarios, sino aparcar cualquier propósito ventajista o concepción sectaria del trabajo político.
- Detalles
- Categoría: Editorial