Acceder a dar la razón a la derecha rancia españolera tiene guasa, pero a la vista de los acontecimientos, llamar Perro Sánchez llevaba algo de razón.

No quiero insultar a los perros, el mío es mucho más valiente y contestón, que el actual presidente del Reino de España. Las declaraciones de este prócer hijo de la patria hispana no tienen desperdicio y su ataque feroz contra Rusia y contra su presidente da mucho que pensar.

De entrada, el guerrero presidente manda armas y pone a la fiscalía general del Estado a recabar datos para enjuiciar a Putin en la Corte Penal Internacional, al igual que hicieran con el presidente de la ex Yugoslavia que dulcemente bombardearon durante semanas los avioncitos de la OTAN.

Las armas no son gratis, seguro que salen de los presupuestos generales del Estado, de esos mismos presupuestos en los que dicen que no hay dinero para las pensiones, ni para mejorar nuestra deteriorada sanidad pública, ni para mejorar las condiciones de la educación.

Mr. Sánchez está dejando fuera de juego al PP e incluso a Vox. Ningún partido de derechas rancio y españolero esperaba un ataque tan derechista, tan otanista, tan marcial y tan militar como el de Pedro Sánchez. Mr. Sánchez va a aumentar el presupuesto militar y si no hay dinero para pensiones “que se jodan”, como dijera aquella otra prócer diputada popular.

A Mr. Sánchez debió dolerle el desprecio de Biden en aquella cumbre en la que ni siquiera le acarició el lomito. Pobre perrito, ahora está haciendo todos los deberes para que su amo lo acaricie la próxima vez que se crucen. Así Mr. Sánchez podrá pavonearse en la cumbre de la OTAN de Madrid.

A Mr. Sánchez le importan un pimiento los niños ucranianos, ni los viejos ucranianos, ni los jóvenes, ni las mujeres, ni las embarazadas, ni nada. Lleva 8 años mirando para otro lado mientras que asesinaban a civiles en Ucrania. 8 años haciéndose el tonto (y es que lo borda) con el golpe de estado de 2014 en Ucrania, con la llegada al poder de los neonazis, porque lo son Mr. Sánchez, aunque usted disimule. 8 años que Mr. Sánchez y sus amiguitos de Europa no han hecho nada por los emigrantes que llegaban a la frontera de Polonia, o a Grecia, o a las costas andaluzas y canarias.

Mr. Sánchez es el ejemplo más lamentable de la social democracia española, un movimiento que está a la derecha de la derecha europea. Un guaperas para mujeres sin gusto, un jugador de baloncesto frustrado que no mete una canasta sin una escalera, un payaso vestido con chaqueta y corbata para que no lo confundan con un honrado trabajador.

Mr. Sánchez y sus socios de gobierno están escribiendo una de las páginas más negras de la historia moderna de este país, una página bochornosa, en la que lo mismo llaman dictador a Maduro que a Putin, que le lame los güevos al emérito. Podría pensarse que de tanto preocuparse de su imagen se ha olvidado del contenido, que el pobre ha cedido ante tanta presión y se ha vuelto loquito, pero no, Mr. Sánchez es de los que apagan el fuego con gasolina, es un ultraneoliberal que va a dejar a la clase obrera pagando electricidad y gas a precio de diamantes, el carburante a precio de platino y los productos alimenticios a precios prohibitivos para todo aquel que no sea diputado, gerente de una multinacional o consejero de una eléctrica.

Pronto lo veremos desfilar con su traje de marinerito con pantalón corto y una escopetita al hombro, acompañado de la Yoli y el Garzonet, montados en caballitos de cartón; dispuestos a conquistar la madre Rusia. La historia es obstinada y un Napoleón más o menos es nada.

Mientras que eso ocurre, evitan condenar el franquismo, hacen la contrarreforma de la reforma reformada laboral, se hacen el sueco con la ley mordaza que tan bien les vá y aplauden a rabiar al viejo chocho del Biden, que confunde Ucrania con hortalizas y lo mismo hace al ejército ruso invadir Rusia.

Sólo me asalta una pregunta: ¿Qué le habrán ofrecido los amos al perrito y su jauría para que estén actuando así? El tiempo desvelará algunos secretos, otros no se sabrán nunca. Todos los que hoy apoyan al nazismo incrustado en Ucrania agacharán la cara de vergüenza. Alguno lleva ya tantas banderitas en su perfil que para resumir han puesto la bandera arcoíris y así tienen todos los colores. Pero seguro que nunca pusieron una banderita por Palestina, Yugoslavia, Yemen, Sudán, Siria, Iraq, Libia, el Congo o Afganistán. Tampoco se pondrán de luto por los ejecutados en Arabia Saudita, ni se acordarán del Daesh y el Isis o Al Qaeda, como tampoco sabrán qué es y qué significa el Comando Azov o el Pravi Sektor, ni la legión letona de las SS.

Mr. Sánchez ha apostado por la guerra. Denle un casco y un fusil y que luche junto a los nazis ucranianos, a lo mejor tiene suerte y los liquidan los de su bando.

Mi abuelo aún espera la subida de la pensión, que le alcanzará para comprar 100 ml de aceite de girasol.

Mr. Sánchez, a usted y a todos los que son como usted, tarde o temprano el pueblo les juzgará aunque igual lo hace antes la Corte Penal Internacional. La de vueltas que puede dar la vida.

Sólo el pueblo organizado va a salvar al pueblo.

Juan Luis Corbacho

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