La realidad material lo determina todo, la Humanidad se desarrolla laborando para mejorar las condiciones de vida de las personas.

Frente a la pandemia de la COVID-19 se han realizado esfuerzos ingentes para poner remedio a esta amenaza masiva a la vida. Pero en unos sistemas esos esfuerzos se han orientado sobre la base del beneficio económico de unos pocos, y en otros sistemas se han desarrollado sobre la base del bien común del pueblo.

Los resultados de esas dos orientaciones son absolutamente opuestos.

Así, la Cuba revolucionaria, bloqueada durante más de sesenta años por la que ha sido la primera potencia mundial, cuenta con cinco vacunas y con uno de los índices de vacunación más altos del mundo, incluso en la población pediátrica.

El imperio yanki fracasa de forma absoluta en el tratamiento de la enfermedad, y ocupa el primer lugar por la cifra de muertes.

La superioridad del sistema socialista cubano es incuestionable. Haría falta una misión de ayuda humanitaria a los EE. UU.

A fecha de 7 de febrero, en Cuba se habían producido 745 muertes por millón de habitantes, y en EE. UU. 2.719 muertes por millón de habitantes, sin que ese país tenga ningún bloqueo.

C. Súarez

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