Sin duda la Generación del 27 se corresponde con las más elevadas cimas de la poesía en España desde el denominado Siglo de Oro desde mediados del siglo XVI y mediados del siglo XVII. Podemos afirmar que el 27 representa verdaderamente el canto de cisne de la poesía española. El fin de la poesía lo constituye La Nueva Sentimentalidad, porque asistimos a una época que queda definida por la idea de Brecht: <<Malos tiempos para la lírica>>. Calíope ha sido destronada por la realidad, una realidad hostil para la poesía.

Dentro de la Generación del 27 hemos de dedicar un especial reconocimiento a la poesía de Luis Cernuda. Él compiló su obra poética en “La Realidad y el deseo”. Tuvo una extraordinaria formación poética: La poesía inglesa del siglo XIX como Keats, Coleridge; la poesía alemana de Novalis, Holderlin; la poesía francesa de Mallarmé, Valery, Eluard y Aragon. Ante todo le marcó una enorme huella la poesía de Gustavo Adolfo Bécquer.

Participó en los años 30 durante la República en la revista “Octubre”, dirigida por Rafael Alberti, ello significó sus simpatía y adscripción a las aspiraciones comunistas emancipatorias. Cernuda provenía de una familia militar, se caracterizó por su rebeldía, de hecho su poesía constituirá una de las primeras referencias de poesía homoerótica en la literatura española. Representa una rebelión frente a los convencionalismos dominantes. Cernuda aprendió del Psicoanálisis, siendo fundamental a la hora de concebir su poesía.

Finalmente Cernuda se exilió y su poesía final está marcada por el destierro. Un poeta que vivió el destierro del deseo y el destierro de una realidad hostil por parte de la barbarie.

Miguel Ángel Rojas