Las fuerzas populares sirias, agrupadas en torno al gobierno de Al-Assad y al ejército regular, están resistiendo la ofensiva de las tropas mercenarias salafistas creadas y sustentadas por los EEUU, la UE, el sionismo y las monarquías árabes.

La capacidad de resistencia popular está desbaratando los planes del eje atlantista, que se siente incapaz de desencadenar el derrumbe del gobierno, y se siente incapaz también, de ganar la guerra de la propaganda, después de las denuncias del uso de armas químicas por parte de las tropas mercenarias, y de las escabrosas imágenes de un mercenario comiéndose el corazón de un patriota sirio.

La fórmula de la resistencia siria al imperialismo no tiene un solo ingrediente, aunque se fundamenta en la unidad patriótica siria y árabe contra el imperialismo. Junto al gobierno y al ejército regular, el conjunto de fuerzas patrióticas, con la notable participación de los y las comunistas, conforman el Ejército de Defensa Nacional, como milicias populares que ejercen el control sobre las ciudades y el territorio.

Patriotas árabes palestinos, libaneses e iraquíes, junto a las fuerzas kurdas en Siria, plantan cara al enemigo imperialista y sionista; sabiéndose partícipes del mismo destino que el heroico pueblo sirio.

Por último, la adquisición de modernos sistemas antiaéreos y antibuque rusos, hace inviable una intervención occidental basada en la superioridad tecnológica.

En las últimas semanas, notables victorias del ejército regular y de las milicias populares se suceden en el norte y en la frontera libanesa. Estas victorias han obligado al ejército y a la aviación sionista a ejecutar operaciones relámpago para intentar ofrecer una ventaja táctica a las tropas mercenarias salafistas, acciones que en nada han variado el avance y el fortalecimiento sirio. Al contrario, han fortalecido la unidad árabe contra el sionismo, las defensas populares, y aislado aún más a las corruptas monarquías de Jordania, Qatar y Arabia Saudita de la causa árabe.

Ante este escenario, el aislamiento de las fuerzas mercenarias se acrecienta, poco más pueden hacer las fuerzas atlantistas, quienes han armado, y facilitado toda la inteligencia disponible, al salafismo. Los últimos apoyos recibidos provienen de España, quien en una conferencia con estas fuerzas, ha aprobado el suministro de “material defensivo”. Y aunque suene irreal, las fuerzas mercenarias del gas sarín y el canibalismo, siguen manteniendo el apoyo de organizaciones como Revolta Global y Sodepau, quienes a principios de mayo organizaron un acto de apoyo a la “revolución siria” en Barcelona.

Siria sigue siendo el frente occidental de la guerra global imperialista, los y las comunistas debemos seguir junto al pueblo sirio y árabe, luchando contra la OTAN y el discurso de sus aliados izquierdistas.

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