“Cuatro actores y un payaso escenifican una fracasada y esperpéntica farsa imperialista en Venezuela”

No sería serio decir a priori que el intento de golpe de estado, uno más, de carácter imperialista ocurrido el fin de semana del 22 al 24 de febrero en Venezuela tenía un guión ya conocido, con un final que se visualizaba claramente. El guión de esta parte de la farsa tenía evidencias y grandes claroscuros que no se han visualizado sino al final del drama. Que el imperialismo de los USA, Unión Europea, OEA, etc., momentáneamente ha fracasado, es una evidencia absoluta. Pero, el imperialismo y la reacción interior han fracasado en su intento de golpe de estado por varias razones, de las cuales citaremos solamente dos, primero, por la resistencia popular antiimperialista del pueblo venezolano y de los pueblos del mundo que le han apoyado y que han dado un ejemplo urbi et orbi de que si se lucha se gana, a pesar de las brutales presiones e injerencias de todo tipo que el imperialismo y sus secuaces han puesto sobre la mesa, y dos, por las miserias de todo tipo que los imperialistas y sus esbirros han puesto sobre la mesa del conflicto. Sobre el fracaso absoluto y total del imperialismo USA a la hora de acabar con la revolución bolivariana se podrían escribir cientos de crónicas. Mira que han descargado toneladas y toneladas de mentiras, mira que han movilizado profusamente a todas sus huestes mediáticas de norte a sur y de este a oeste en un ejercicio del que se ruborizaría Goebbels. Han robado activos industriales y financieros, han vaciado las estanterías de comidas y medicinas, han saboteado instalaciones industriales, han intentado matar al presidente Nicolás Maduro, han presionado hasta la inmundicia política para bloquearlo políticamente, y no han podido con él, porque el presidente Maduro personaliza la voluntad del pueblo venezolano de querer ser independiente, de no depender de ningún amo, y menos de los USA, que han sembrado la muerte y la destrucción en el mundo y en su país desde su nacimiento como estado. Por eso, porque conocen a los yanquis, el pueblo bolivariano, a pesar de los pesares, lucharán hasta el último hombre y mujer para que esta bestia parda no se pasee por sus avenidas y pueblos.

De la Unión Europea y con ella a España, nada que decir , que no lo digan sus obras. Es la expresión más acabada del perrillo faldero y sumiso que toda obra pictórica y teatral debe tener. Son los mamporreros del imperialismo USA, trabajan cómo, dónde y cuándo les dicte el imperialismo USA. Nuestro desprecio más absoluto a estos monaguillos de la UE y a la socialdemocracia sanchista y de todo tipo que pasta por nuestros pagos.

Dos líneas, para qué mas, sobre el papel del Brasil y la Colombia fascista, perros rabiosos de su amo que se prestan a todo tipo de ladridos y de mordidos.

Y para terminar momentáneamente con los protagonistas de la farsa solo queda, no nombrar, ya que él se autonombró, al personaje más patético, miserable y farsante que se arrastra por las cancillerías latinoamericanas y europeas solicitando su apoyo.

En fin terminamos como empezamos el artículo, la esperpéntica farsa imperialista y sus ridículos actores han fracasado, el pueblo venezolano ha vencido en esta ocasión y los pueblos amantes de la paz disfrutan la victoria.

José María Lucas Ranz

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