Raúl Capote es cubano. Pero no uno cualquiera. En su juventud fue captado por la Agencia Central de Inteligencia (CIA por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos. Le ofrecieron una cantidad infinita de dinero, para conspirar en Cuba. Pero surgió algo inesperado para EEUU. Capote, en realidad, trabajaba para la seguridad nacional cubana. Desde entonces, cumplió funciones como doble agente. Conozca su historia.
– ¿Cómo fue su proceso de captación?
– Empezó como un proceso de muchos años, de varios años de preparación y de captación. Yo era líder de un movimiento juvenil en Cuba que, en ese momento, dio surgimiento a una organización, la Asociación Cultural de Hermanos Saiz, una asociación de jóvenes creadores, jóvenes pintores, escritores, artistas. Yo trabajaba en una ciudad del sur de Cuba, sur- centro de Cuba, Cienfuegos, que tenía características que para el enemigo se hicieron muy interesantes, porque era una ciudad donde se estaba construyendo un polo industrial importante en ese momento. Se estaba construyendo una central eléctrica, la única que se iba a hacer en Cuba, y había mucha gente joven construyendo la obra. Por lo tanto una ciudad que, además, tenía muchos ingenieros jóvenes graduados en la Unión Soviética. Estamos hablando de los años finales de los ochenta, donde había todo aquel proceso de la Perestroika. Y muchos ingenieros cubanos, que llegaban a Cuba en esa época, graduados allá, se consideraban gente que llegaban con esa idea de la Perestroika. Por tanto, era un territorio interesante, donde había mucha gente joven. Y el hecho de que yo fuera un líder juvenil de una Organización cultural, que movía un importante sector de los ingenieros
que estaban interesados por las artes, se hizo interesante para los norteamericanos, y empezaron a frecuentar las reuniones donde nosotros asistíamos. Nunca identificándose como enemigos, ni identificándose como oficiales de la CIA.
– ¿Eran varios, o siempre una misma persona?
– Varios. No se presentaban nunca como oficiales de la CIA, ni gente que venía a hacer daño ni nada.
– Y, ¿quiénes se suponían que eran?
– Se presentaban como gente que venía a ayudarnos a nosotros, a nuestro proyecto, y que tenían la posibilidad de financiarlo. Que tenían la posibilidad de hacerlo realidad. La propuesta, como tal, sonaba interesante porque, bueno, un proyecto en el mundo de la literatura, requiere que tú conozcas una editorial, que tengas relaciones editoriales. Es un mercado muy complejo. Y venían a nombre de editoriales. Lo que pasaba es que, durante el proceso de contacto con nosotros, aparecía bastante evidente lo que realmente querían. Porque, una vez que hacían el contacto, una vez que empezaban a frecuentar las reuniones nuestras, que empezaban a prometer los financiamiento, venían, entonces, las condiciones para ser financiados.
Se presentaron como personas que venían a ayudarnos a nosotros y a nuestro proyecto, y que tenían la capacidad de financiarlo. Que tuvieron la oportunidad de hacerlo realidad. La propuesta, como tal, sonaba interesante porque, de acuerdo, un proyecto en el mundo literario requiere que conozcas a un editor, que tengas relaciones editoriales. Es un mercado muy complejo. Y vinieron en nombre de los editores. Lo que sucedió es que, durante el proceso de contacto con nosotros, lo que realmente querían se hizo bastante evidente. Porque una vez que habían hecho el contacto, una vez que habían comenzado a frecuentar nuestras reuniones, una vez que comenzaron a prometer financiamiento, entonces vinieron las condiciones para ser financiados.
– ¿Qué condiciones exigían?
– Nos decían: Nosotros tenemos la posibilidad de poner el mercado a la disposición de ustedes, de hacerlos llegar al mercado del libro o de la plástica o del cine o de lo que sea, pero, nosotros necesitamos la verdad, porque, lo que se vende en el mercado, es la imagen de Cuba. La imagen de Cuba tiene que ser una imagen realista, de las dificultades, de lo que pasa en el país. Querían enviciar la realidad de Cuba. Lo que te estaban pidiendo es que tú hicieras una crítica de la revolución, basada en las líneas de propaganda contra Cuba, que ellos manejaban.
-A cuánto puede ascender el presupuesto de esta gente?
– Ellos venían con una cantidad de dinero infinita, porque la fuente del dinero, por supuesto, nosotros con el tiempo sí logramos saber de dónde provenía. Por ejemplo, estaba la USAID, que era la patrocinadora mayor, la contratista mayor de todo ese presupuesto, que se canalizaba a través de las ONGs, que muchas veces se inventaban para Cuba. Eran ONGs que no existían, que se crearon únicamente para ese tipo de trabajo en Cuba, y estamos hablando de miles y miles de dólares. Ellos no trabajaban presupuestos chiquitos. Por ponerte un ejemplo, en un momento determinado, a mí me ofrecieron diez mil dólares, solamente por incluir elementos de la propaganda contra Cuba, en la novela que yo estaba trabajando.
Llegaron con una cantidad infinita de dinero, porque la fuente del dinero, obviamente, lo descubrimos con el tiempo de donde vino. Por ejemplo, estaba USAID, que era el gran proveedor, el contratista general de este presupuesto, que canalizaba el dinero a través de las ONG, muchas de ellas inventadas sólo para Cuba. Eran ONGs que no existían, creadas únicamente para este tipo de trabajo en Cuba, y
estamos hablando de miles y miles de dólares. No trabajaban con presupuestos pequeños. Por poner un ejemplo, en una época me ofrecieron diez mil dólares, sólo para incluir elementos de propaganda anticubana, en la novela que estaba escribiendo.
– ¿De qué año estamos hablando?
– Estamos del año 1988, 89
– ¿Cuántas personas pudieron haber sido contactadas por esta gente, o captadas?
– Realmente no duró mucho el éxito, porque en Cuba había toda una cultura de enfrentamiento a este tipo de cosas, y la gente lo tenía muy claro, que podía haber algo detrás de esa historia, de que querernos ayudar. No era nuevo en la historia del país, y, por lo tanto, les era muy difícil llegar a donde nosotros estábamos. En un momento determinado, allá en el año 92, nosotros hicimos una reunión, todos los miembros de la organización, y se decidió expulsarlos. No permitir que asistieran más a ninguna de las reuniones nuestras. Esa gente, que ya estaba llegando con propuestas concretas, y condicionando, además, la ayuda económica que nos estaban dando. Lo que sucede es que en el momento que nosotros hacemos esa actividad, y los rechazamos, los expulsamos de la sede de la asociación, entonces, empiezan a particularizar. Empiezan a visitarme a mí, en particular, y a algunos compañeros más, gente joven. Con algunos tuvieron éxito, o sea, algunos de ellos lograron, incluso, sacarlos del país.
– ¿Qué perfil buscaban ellos, más o menos, si se puede especificar algún perfil?
– Ellos querían, sobre todo en esa época, presentar a Cuba como un país que estaba en el caos. Que el socialismo en Cuba no había logrado satisfacer las necesidades de la población, y que Cuba era un país al que el socialismo lo había llevado a la pobreza absoluta, y que, como modelo, no gustaba. Era la clave de lo que se perseguía, sobre todo en ese momento.
– ¿Cuánto tiempo estuvo usted como agente de la CIA?
– Estuvimos en esa historia inicial hasta el año 94. Porque en el año 94 yo vengo a La Habana, regreso aquí a la capital y aquí, en la capital, entro a trabajar en el Sindicato de los Trabajadores de la Cultura, un sindicato que representa a los trabajadores de la cultura en la capital, y me hice todavía más interesante para ellos, porque pasaba de dirigir, de ser líder de una organización juvenil que tenía 4.000 miembros, a dirigir una organización sindical que tenía 40.000 afiliados. O sea, con una organización sindical con 40.000 afiliados, solamente en la ciudad de La Habana. Y entonces, se hizo mucho más interesante. Siguieron los contactos. En esa época apareció una profesora de una universidad nueva que vino con la misión de impulsar la producción de mi obra literaria, de convertirse en mi representante, de organizar eventos.
– ¿Puede dar el nombre?
– No, porque realmente usaban seudónimos. Nunca usaban los nombres reales. Y ese tipo de trabajo, de promocionarme a mí como escritor, era en lo que ellos estaban muy interesados, porque querían convertirme en una personalidad dentro de ese mundo. Promoviéndome ahora, y comprometiéndome con ellos de manera no directa. Y ya, en el año 2004, llega aquí a La Habana una persona que es bien conocida en Venezuela, Kelly Keiderling. Kelly viene a La Habana a trabajar como Jefa de la Oficina de Prensa y Cultura. Preparan una reunión. Preparan un coctel, y en ese coctel tengo un encuentro con doce funcionarios norteamericanos, norteamericanos y europeos. No solamente eran norteamericanos. Todos, personas que tenían experiencia, algunos que tenían experiencia, incluso, dentro de la misma Unión Soviética, otros, habían participado en entrenamiento y preparación de la gente en Yugoslavia, en la Revolución de Colores, y tenían mucho interés en conocerme. Kelly se convierte en una persona muy cercana. Me empieza a preparar. Me empieza a instruir. Empiezo a recibir, delante de ella, un entrenamiento muy sólido: La creación de grupos alternativos, la creación de grupos independientes, la organización y formación de líderes juveniles, sobre todo, en proyectos de cultura, pero, que siempre fueran alternativos, que no participaran del trabajo de las Instituciones culturales. Ya eso fue en el año 2004-2005. Kelly sale prácticamente de escena en 2005-2006. Y entro a trabajar, ella me presenta, me pone en contacto directo, con oficiales de la CIA. Supuestamente, yo ya estaba comprometido con ellos, estaba listo para la próxima misión, y me ponen en contacto con Renee Greenwald, un oficial de la CIA que empieza a trabajar conmigo de manera directa, y con un señor que se llamaba Mark Waterhein, que era, en ese momento, el jefe del Proyecto Cuba, de la Fundación Panamericana para el Desarrollo.
Este señor Mark, además de dirigir el Proyecto Cuba, tenía una vinculación directa con Cuba, en el tema de financiamiento del proyecto contra la Revolución, además, estaba involucrado en tareas contra Venezuela. O sea, era un hombre que, muchos de su equipo, de los funcionarios de ese famoso proyecto, también trabajaban contra Venezuela en ese tiempo. Estaban estrechamente vinculados. A veces costaba mucho trabajo diferenciar, quién trabajaba con Cuba, y quién no, porque muchas veces se intercalaban. Por ejemplo, había venezolanos que venían a trabajar conmigo, que trabajaban en Washington, que estaban subordinados a la Fundación Panamericana y a la CIA, y venían a Cuba a entrenarme también, y a traer suministros. De ahí sale la idea de crear una fundación, un proyecto que se llamó Génesis.
Génesis es quizás la matriz, como idea, de muchas de las cosas que han pasado en el mundo en el día de hoy, en estos momentos, porque Génesis es un proyecto dirigido a los jóvenes universitarios cubanos. Estaban haciendo algo similar en Venezuela. Porque, qué pasa? La idea estaba en convertir a las universidades -universidades que siempre habían sido revolucionarias, que habían producido revolucionarios, de las que hubieran salido muchos de los revolucionarios de ambos países-, y convertirlas en universidades que fueran fábricas de reaccionarios. Entonces, tú ¿cómo puedes hacer eso? Formando líderes. ¿Qué empezaron a hacer en Venezuela? Enviaban estudiantes hacia Yugoslavia, financiados por el Instituto Republicano Internacional (IRI), que era financiado por la USAID y financiado por el Albert Einstein Institute, y los enviaban, en grupos de diez, con su profesor.
– ¿Tiene los nombres de los venezolanos?
– No, estamos hablando de que enviaron cientos. Yo hablaba con el profesor, y miraba un grupo y seguía el otro. Porque están trabajando a largo plazo. El mismo plan era igual contra Cuba. Génesis promovía, dentro de la universidad, un plan de becas de formación de líderes para estudiantes cubanos y profesores cubanos. El plan era muy parecido. Incluso, en el 2003, ellos preparan aquí, en La Habana, un curso en la Sección de Intereses de los Estados Unidos, que se llamaba, Derribando un líder, derribando un dictador, que está basado en la experiencia de Otpor para sacar a Milosevic del poder. Y es la idea, dentro de la universidad cubana, que están trabajando a largo plazo, porque todos esos proyectos tienen siempre un plazo largo, para que tengan resultado. Por eso, también empezaron temprano en Venezuela. Yo creo, incluso, no tengo pruebas, pero, yo creo que en Venezuela comenzó, antes del gobierno de Chávez, porque el plan de convertir a las universidades latinoamericanas, que siempre fueron fuentes de los procesos revolucionarios, en universidades reaccionarias, es más antiguo que el proceso venezolano, para revertir la situación y crear una nueva derecha.
– ¿La CIA solo trabaja en Caracas?
No, en toda Venezuela. Ahora, en ese momento, Génesis tenía en Cuba un plan de becas para formar líderes. A los estudiantes les proponían una beca en una gran universidad norteamericana, o una gran universidad europea, para formarse como líderes, con todo pago. Les pagan gastos, les pagaban becas completas. Estamos hablando del año 2004- 2005. Era muy evidente. Entonces, esos líderes regresarían a la universidad en algún momento. Son estudiantes. Van a terminar su carrera. Esos líderes, cuando terminen sus carreras, van a ocupar diferentes cargos, diferentes posibilidades, como ingenieros, como licenciados en diferentes sectores de la sociedad cubana, pero, hay otros que van a estar constantemente preparando líderes dentro de la universidad. Una de las misiones más importante, de los líderes de la universidad, era ocupar el liderazgo de las principales organizaciones juveniles de la universidad. En el caso de Cuba estamos hablando de la Unión de Jóvenes Comunistas, y de la Federación Estudiantil Universitaria, o sea, no era crear grupos paralelos en ese momento, sino convertirse en los líderes de las organizaciones que existían en Cuba. Junto con eso, formar un grupo de líderes en las estrategias de golpe suave. O sea, entrenar gente para cuando el momento fuese oportuno, en el momento ideal poder efectuar las famosas revoluciones de colores o guerras no violentas, que tú sabes bien que, de no violentas, no tienen nada.
– ¿Qué perfil buscan en un profesor, para ser captado?
– Profesores es muy fácil. Identificar en la universidad profesores que fueran gente descontenta con la institución, gente frustrada, porque consideraban que la institución no les garantizaba, o no les reconocían sus méritos. Si eran mayores, mejor todavía. No lo especificaban. Escogen a personas mayores, para que tú la selecciones. Si tú envías un plan de becas, o tú lo envías y de, buenas a primeras, recibe una invitación para participar en un gran congreso internacional de determinada ciencia, te va a estar agradecido eternamente, porque tú fuiste el que le descubriste su talento, que nunca había sido reconocido por la universidad.
Entonces, a ese hombre que tú pones a estudiar afuera, que tú eres de su universidad, y participando en un gran evento, y le publican la obra, y le construyen un curriculum. Cuando ese hombre regrese a Cuba, regresa con un tremendo curriculum, porque ha participado de un evento científico de primer nivel, ha pasado cursos de grandes universidades, y su currículo llegaba hasta el techo, por lo tanto, la influencia que podía tener en la universidad era mayor, porque podía ser reconocido como una figura en su especialidad, aunque en la práctica el hombre fuera un ignorante.
– Y, ¿qué tan eficientes y eficaces son ese tipo de captaciones, ese tipo de misiones que ellos venían a cumplir acá?
– En el caso de Cuba, no les dio mucho resultado. Primero, porque había una razón importantísima, porque el que estaba dirigiendo el proyecto era yo, y yo, realmente no era un agente de la CIA, yo era un agente de la Seguridad Cubana, por tanto, todo el proyecto pasaba por mis manos, y se suponía que yo fuera el que lo ejecutara, y el plan pasaba siempre por el trabajo que yo pudiera hacer, y lo que hacíamos era entorpecérselo al máximo, al tener conocimiento, de inmediato, de lo que se estaba planificando. Pero, fíjate que el fin de su plan, estaban calculándolo para el momento en que desaparecieran las figuras históricas de la Revolución. Ellos estaban calculando un plazo de cinco o diez años, en que Fidel desapareciera de la escena política, y desaparecieran de escena, Raúl y los líderes históricos del país. Ese era el momento que estaban esperando, cuando eso ocurriera, debía salir de la universidad, con todo el apoyo de la prensa internacional y con todo el apoyo de las ONGs, de la USAID, y de toda esta gente que trabaja alrededor del dinero norteamericano de la CIA, y que surgiría una organización que se diera a presentar ante la luz pública, como una alternativa a lo que estaba haciendo la Revolución. Eso es lo viene que sucediendo con la Fundación Génesis para la Libertad.
– ¿Qué es esa Fundación?
– La Fundación Génesis para la Libertad debía tener un discurso, aparentemente revolucionario, porque la idea era confundir a la gente. La idea es que dijeran que eran revolucionarios, que lo que querían era hacer cambios en el gobierno, pero, cuando tú ibas a la práctica, cuando ibas a la esencia del proyecto, cuando tú te decías, ¿cuál era el proyecto?, el discurso era, y el proyecto era, exactamente los mismos de la derecha tradicional, porque los cambios que ellos promovían, eran los cambios que la derecha, hacía rato, estaban promoviendo dentro del país. En la práctica, casi se les da la gran oportunidad, según el criterio de ellos, en el 2006, cuando sale la noticia en televisión que Fidel, por razones de enfermedad, dejaba de ocupar las responsabilidades que tenía en el Gobierno, y ellos siempre han dicho que la Revolución Cubana, el día que Fidel se muera, se caía. Porque la Revolución era Fidel, y que el día que Fidel no estuviera ahí, se muriera o saliera del Gobierno, al otro día la Revolución se caía, y calcularon que iba a haber enfrentamientos internos, que iba a haber descontento con esto, con aquello. Cálculos que no sé, de dónde rayos, lo sacaron, pero lo creían. Y en ese momento, ellos creyeron que era la hora de comenzar a actuar.
– Estamos hablando del año 2006. Y ¿cuál era el plan?
– Me llaman automáticamente. Nos reunimos, el jefe de la estación CIA, aquí en La Habana, también aparecieron funcionarios diplomáticos, y uno me dice, vamos a organizar una provocación. Vamos a organizar un levantamiento popular en un barrio céntrico de La Habana, que haya una persona que esté dispuesta a irse en alza, por la democracia, y vamos a ejecutar un grupo de provocaciones, en diferentes lugares, de manera que las fuerzas de seguridad cubanas se vean obligadas a actuar contra esa gente, y luego vamos a armar una gran campaña de prensa, y empieza explicando cómo todo eso iba a funcionar. Lo interesante de eso está en que, llamaba muy fuerte la atención, ¿cómo era posible que, un funcionario de la Sección de Intereses de los Estados Unidos, tuviera el poder de convocar a los principales medios de prensa, y que esa gente lo obedeciera con ese servilismo? Era muy llamativo. La idea era., incluso yo le dije, eso que me estás diciendo es un disparate. O sea, este hombre que tú me mencionas a mí, que se llamaba Alci Ferrer -el muchacho que ellos habían escogido; un agente joven, médico, lo habían escogido para ser el cabecilla del levantamiento, le dije, ese muchacho no va a mover a nadie. Nadie se va a levantar en el centro de la Habana. La fecha que escogen es, nada más que el día de cumpleaños de Fidel, y me dicen ese día!, y yo digo, mire compadre, si a ese hombre, ese día, se le ocurre ponerse a tirar proclamas, o a querer levantar algo en el centro de la Habana, la gente le va a responder fuerte, inclusive, es posible que a ese hombre lo maten. Porque, como se ponga en un barrio de trabajadores humildes a tirar esas cosas, los vecinos. Y me dice, textualmente, lo mejor que a nosotros nos puede pasar, es que a ese hombre lo maten; si a ese hombre lo matan, sería perfecto, y me explica qué es lo que va a pasar. Sólo hace falta que él provoque. Que salgan pa la calle, y que haya un choque allí. Si ocurre eso, la prensa se va a encargar de construir lo demás, y me dice, vamos a armar una gran campaña mediática para demostrar que en Cuba hay caos; que en Cuba hay ingobernabilidad; que en Cuba, Raúl es incapaz de sostener las riendas del Gobierno; que se está asesinando a la población civil, que se está reprimiendo a los estudiantes en la calle, al pueblo en la calle, que la policía está cometiendo crímenes. Cualquier semejanza con Venezuela, no es pura casualidad. Es así.
– Entonces, ¿qué debería pasar en esas circunstancias?
– Una vez que estuvieran creadas todas las matrices de opinión, y que todas las matrices mediáticas tuvieran construida esa imagen. Que el mundo entero tuviera la visión de que en Cuba había un gran desastre, y que estaban matando a la gente; que se estaba acabando todo. Entonces, mi Organización debía cumplir la tarea final.
– ¿Cuál era la tarea final?
– Bueno, convocar a la prensa internacional, en mi condición de profesor universitario, en mi condición de escritor, en mi condición de líder de esa organización, que yo salía públicamente a solicitarle al Gobierno de los Estados Unidos la intervención de Cuba, para garantizar la vida de los civiles y para traer la tranquilidad y la paz al pueblo cubano. Hablar al país a nombre del pueblo cubano. Imagínate tú!
Ese plan les fracasa. No les dio resultado, pero, es que cuando tú ves, después, la manera en que se arma lo de la guerra en Libia, y la manera en que se construye. Más del 80% de la información que vimos, se construyó, se fabricó. Lo mismo hacen en Siria, lo mismo se lo han hecho a Ucrania. He tenido la oportunidad de conversar con muchos ucranianos, ahora que estuvieron en las bases. Gente que está a favor de unirse con Europa. Yo busqué hablar con ellos estos días. Buscando, indagando saber, ¿cómo son los procesos esos? Y ellos se han quedado asombrados de las imágenes que el mundo ha transmitido. Lo que pasó en Miami, y ellos mismo lo dicen, pero, nosotros estábamos protestando ahí, pero esas cosas que aparecen en la televisión, eso era un grupo, o sea, había sectores, había lugares donde había grupos de derecha, de muy extrema derecha, donde hubo incidentes de ese tipo, y donde se quemaron, pero, la mayor parte de las manifestaciones, no tuvieron esas características. O sea que esta es, una vez más, la repetición del esquema, usando todos los medios de comunicación.
– La relación entre el de la CIA y las embajadas, en los respectivos países, ¿son directas, entonces?
– Sí, completamente directas. En cada embajada en Latinoamérica, todas las embajadas americanas tienen oficiales de la CIA, trabajando dentro de ellas, que utilizan la fachada de funcionarios diplomáticos.
– De lo que usted conozca, ¿dónde hay mayor presencia de la CIA en la región?
– Bueno, en un determinado momento, Ecuador fue una potencia fuerte en eso, tenía una concentración fuerte en eso y, por supuesto, Venezuela, porque en el 2012, cuando yo asisto a la Feria del Libro en Caracas, toda esa gente que ha trabajado conmigo contra Cuba, todos los oficiales de la CIA, incluso Kelly Keiderling, estaban en Caracas en ese momento. Y yo participo en un programa de televisión, allá en Venezolana de Televisión, donde hablamos ese tema, siendo muy cuidadosos, porque estamos hablando de dos países que tiene relaciones. Ese no es el caso de Cuba, o sea, Cuba no tiene relaciones con Estados Unidos. Ese es un enemigo declarado. Pero estábamos hablando de funcionarios que tenían relación diplomática, y era muy engorroso hacerlo, sin tener pruebas concretas que tú pudieras presentar, sin embargo, se hizo la entrevista, y se hizo la denuncia de lo que estaba pasando. Kelly Keiderling es una experta en ese tipo de guerra. A mí no me cabe la menor duda. Cuando uno sigue el itinerario que ella tiene. En los países donde estuvo, y cuando estuvo en ese tipo de conflicto.
Ella tiene un recorrido a través de una serie de países del mundo, donde han ocurrido situaciones muy similares a la que ella trató de realizar en Venezuela. Y cuando tú analizas Venezuela, y lo que ha pasado estos días y la manera como se ha actuado, yo pienso que en Venezuela, la característica que ha tenido, es que han sido tremendamente agresivos en la manipulación de la información. Tremendamente agresivos. Hasta llegar al punto que, tú dices que es una torpeza, porque hay imágenes que son tan evidentes, que no son en Venezuela Yo estaba viendo una muy famosa, donde que aparece un soldado con un periodista, con una cámara, que son coreanos. Esa es una imagen de Corea. Son asiáticos. No se parecen en nada a un venezolano Incluso, los uniformes que utilizan. Han sido muy agresivos con la imagen que se ha proyectado al mundo de lo que pasa en Venezuela. Controlan los medios. La mayor parte de la gente del mundo, la imagen que está viendo es la imagen de lo que ellos están tratando de decir.
– Ellos controlan los medios, ¿conoce algún caso de algún periodista que haya sido, que usted lo haya visto, conocido o no conocido, que usted lo haya visto en los procesos de entrenamiento?
– No.
– ¿CNN, por ejemplo?
– No, había un tipo que tuvo mucha vinculación en algún momento conmigo aquí, que sirvió de enlace para conocer a un oficial de la CIA, que fue Antony Golden, que era de Reuter, pero, bueno, era un elemento independiente de Reuter. CNN ha estado siempre muy vinculada a todas estas cosas. CNN, desde su primer período de trabajo, sobre todo esta última etapa de trabajo, y, sobre todo, CNN en español, ha sido una herramienta indiscutible del trabajo de esta gente, pero, el problema es que hay que entender una cosa, para poder comprender lo que está pasando, y, para poder armar una campaña de estas, hay que entender que, hoy en día, no existe ningún tipo de cadena de televisión que actúe por sí sola. Ahí están los conglomerados, y los conglomerados de las comunicaciones, ¿quiénes los dirigen? Porque, por ejemplo ,Time Warner y Aol, y todas estas grandes compañías de las comunicaciones de la televisión por cable, de la televisión de cine, de televisión en general, al final, ¿quién es el dueño? Ahí está Westinghouse, ahí está General Electric. Los mismos que te fabrican un avión de combate, la misma industria armamentista norteamericana, es la misma gente que hoy en día son dueños de las cadenas de televisión, de las productoras de cine, de los periódicos, de la gente que produce libros. Entonces, los mismos tipos que producen un avión de combate, que una galletica dulce que te vas a comer en la noche, que te la presenta un artista, son los mismos que dirigen los diarios del mundo entero. ¿A quién responde esa gente?
– Cuando usted ve lo que está sucediendo en Venezuela, y lo compara con lo que tenía planeado usted acá, ¿a qué conclusión puede llegar?
– Es una estrategia nueva, que han ido desarrollando sobre la experiencia que han tenido en el mundo entero, pero veo, estoy convencido, que sólo les ha resultado, cuando en esos lugares el pueblo no apoya la revolución. Eso lo lograron con Milosevic, porque Milosevic era un líder en Yugoslavia que ya se había derrumbado mucho su imagen, por las cosas que habían sucedido en Yugoslavia. Pasa lo mismo en Ucrania, porque Yanukovich era un hombre que tenía muy poco apoyo popular, y les ha dado resultado en otros lugares, a partir del poco apoyo que han tenido los gobernantes, por parte del pueblo. Donde quiera que ha habido un gobierno legítimo, un gobierno sólido, y gente dispuesta a defender la revolución, el plan les ha fallado.
– Y, ¿en qué fase entra cuando ese plan falla?
– Lo van a seguir haciendo, ellos lo van a seguir perfeccionando. Nosotros somos el enemigo. O sea, Venezuela, Cuba, todo lo que se está haciendo en América Latina como una alternativa. Nosotros somos los disidentes del mundo. Nosotros vivimos en un mundo donde domina el capitalismo. Donde domina esa nueva manera de ser del capitalismo, que ya ni siquiera se le puede decir imperialista, es algo nuevo, algo que va mucho más allá de lo que los estudiosos del marxismo escribieron en la historia, años atrás. Es algo nuevo, novedoso. Es un poder, prácticamente global, de las grandes transnacionales, de esos megalopolios que han creado. Entonces, el enemigo somos nosotros. Nosotros estamos presentando un proyecto alternativo. La solución que nos propone el mundo, no es esa. Nosotros sabemos cómo hacerlo, y Cuba, Venezuela, los países del Alba, han demostrado que se puede hacer, que no es nada más, uno o dos días. La Revolución Cubana tiene 55 años de existencia. Está validada por 55 años de existencia, y, con voluntad política, ha logrado cosas que el Gobierno norteamericano, ni con todo el dinero del mundo, lo ha logrado hacer. Entonces eso es un mal ejemplo.
Yo les decía a mis estudiantes, ¿ustedes se imaginan que los Indignados en España, que los miles y millones de obreros que en España no tiene trabajo, que los griegos, que toda esa gente en el mundo entero, supieran lo que nosotros estamos haciendo? ¿Tú te imaginas que la gente se enterara, de quién es Chávez? O, ¿de quién es Fidel? ¿O de las cosas que estamos haciendo aquí? ¿Y de las cosas que estamos haciendo con tan pocos recursos, sólo con la voluntad de hacer la revolución, y repartir la riqueza? ¿Qué pasaría con el capitalismo? ¿Cuánto duraría el capitalismo, que tiene que gastarse billones de dólares, todo los días, para construir su imagen y engañar a la gente? ¿Qué pasaría si la gente supiera quiénes somos realmente? ¿Qué cosa es realmente la Revolución Cubana, y qué cosa es, realmente, la Revolución Venezolana? Porque, tú hablas con un español y le preguntas por Chávez, y te da una opinión pésima de Chávez, porque es lo que le han construido en su mente; y te encuentras un desempleado que te dice que Chávez es un tipo terrible, porque los medios lo han convencido que es así, pero, si esa gente supiera qué cosa es realmente Entonces, ellos no pueden permitir que enemigos tan formidables, como nosotros, estemos allí, a la puerta.
– Desde el punto de vista de la soberanía nacional de nuestros pueblos, ¿cómo se puede frenar el trabajo de la CIA? Ya hablábamos de la conciencia del pueblo, que es fundamental en este tipo de acciones, pero, en lo concreto, ¿cómo se puede prever el trabajo de la CIA? ¿Qué se puede hacer? ¿Qué recomendaciones haría?
– Pienso que hay una cosa que Chávez dijo, y que Fidel lo ha dicho siempre, que es la clave para derrotar al imperio, que es la unidad. No es una consigna, es una realidad. Es la única forma que tú tienes de derrotar un proyecto como ese. Proyecto surgido desde los Servicios Especiales, y surgido desde el capitalismo. Sólo se puede con la unidad de la gente.
– ¿Estaríamos hablando de lo cívico-militar?
– Sí, la unidad en todos los sentidos. La unidad basada en la diversidad, en los pueblos, pero, la unidad como nación, la unidad como proyecto. Donde quiera que la gente se divide, hay otra realidad.
– ¿Dónde se tienen que concentrar? ¿En qué área se tienen que concentrar la fuerza, para defendernos de este tipo de acciones, de este tipo de ataques?
– El ejército para derrotar eso, es el pueblo. Yo creo que la experiencia cubana, lo ha enseñado muy bien. Hay experiencias en el mundo que te marcan muy claro. ¿Qué ha pasado en el mundo, cuando no ha sido el pueblo el protagonista de la defensa de la revolución? Y cuando el pueblo ha sido protagonista, ¿qué ha pasado? Y es el caso de Cuba. Nosotros hemos logrado derrotar, millones de veces a la CIA y al Imperio, porque el pueblo ha sido el protagonista.
– ¿Utiliza la CIA la base de datos de las redes sociales, y ese tipo de cosas, para definir sus planes?
– Son los dueños. Son los dueños de eso. Bueno, allí están las denuncias de Snowden y todo lo que ha salido de Wikileaks, y todas esas cosas que, no es que sea un secreto para nadie, porque se sospechaba, pero, está demostrado. Está demostrado que los servidores, internet, son de ellos. Todos los servidores del mundo, al final, mueren en los servidores de los norteamericanos. Son la madre de internet, y todas las redes y los servicios están controlados por ellos. Ellos tienen acceso a toda la información. Y no se miden a la hora de grabarlo. Facebook es una base de datos extraordinaria. La gente pone en Facebook todo. ¿Quiénes son los amigos? ¿Qué gustos tienen, qué cine ven? ¿Qué consumen? Y esa es una fuente de información de primerísima mano.
– ¿Ha estado en contacto con Kelly Keiderling, después de lo que pasó en Venezuela?
– No, no he tenido contacto con ella. No sé cuál fue su destino final, después de lo que pasó (Fue expulsada de Venezuela por reunirse y financiar a terroristas).
– Con la experiencia que ella tiene, ¿hasta qué punto pudo haber penetrado en Venezuela, y en las universidades venezolanas?
– Yo tengo la seguridad que llegó bastante lejos. Es una agente muy inteligente, muy bien preparada, muy capaz, y muy convencida de lo que está haciendo. La Kelly es una persona convencida del trabajo que está realizando. Convencida de la justeza, desde su punto de vista, de lo que está haciendo. Porque es una representante incondicional del capitalismo. Porque proviene de la élite del capitalismo. Es orgánica de la acción que está haciendo. No hay ningún tipo de contradicción. Y, basado en la experiencia de su trabajo, de su capacidad, tengo la seguridad de que ella logró llegar bien lejos, logró llegar bien lejos y le dio continuidad a un trabajo que no es de ahora, es un trabajo que viene haciéndose desde hace mucho tiempo, para revertir el proceso en las universidades venezolanas. Lo que pasa es que hasta qué punto lo pueden lograr, a la larga, eso es lo que va a mostrar el proceso bolivariano, en la medida que la gente tenga conciencia de lo que puede pasar. Si esa derecha fascista se hace incontrolable, logrará alcanzar el poder otra vez.
– Cualquier persona que tenga contactos, que tenga como llegarle al pueblo, como ser activista en un movimiento, ¿puede ser captado por la CIA?
– Van a encontrarlo, van a intentar hacerlo. Si es joven y es líder, van a intentar captarlo para sus intereses. Nosotros tenemos que formar los líderes nuestros. Nosotros no podemos dejar eso a la espontaneidad, ni podemos dejarle eso al enemigo. Entonces, si se los dejamos al enemigo, son
espacios que el enemigo ocupa. Proyecto alternativo que nosotros dejamos sin atender, proyecto alternativo que no nos damos cuenta de la necesidad de acercarnos a él, ese es un proyecto del que el enemigo va a tratar, por todos los medios, de hacerse con él. Usando la enorme cantidad de dinero que tienen para eso, que no tiene límite, en cuanto a recursos para poder utilizarlos, porque se están jugando el futuro y, sobre todo, los jóvenes son la clave.
Lo bueno es que los jóvenes son el presente de América Latina. La revolución latinoamericana que esta por acá, que está en todos lados, es de los jóvenes. Si no, bueno, nunca tendría resultado, y si tú lograras que esos jóvenes pensaran diferente, si tú logras que esos jóvenes creyeran que este capitalismo salvaje es la solución a todos sus problemas, entonces, no hay revolución para América latina. Sencillamente.
Publicado en la Revista Chavez Vive el 06 Feb 2019