La política de inclusión social del gobierno venezolano, orientada a amplias mayorías de la población, encuentra hoy impacto en el acceso a los alimentos, convertidos en un derecho y no en objeto de negocio.

La experiencia del golpe de estado del 2002 y el paro petrolero, con impactos negativos en los niveles de consumo de los venezolanos, llevó a la activación de iniciativas capaces de garantizar el abastecimiento de productos básicos.

Según el ministro de Alimentación, Félix Osorio, antes de 1999 uno de cada cinco venezolanos padecía de hambre, situación que comenzó a revertirse con la llegada al poder del comandante Hugo Chávez.

En ese sentido, resaltó que los índices de desnutrición infantil mostraron una reducción del 62 por ciento en los últimos 14 años, al pasar de ocho por ciento al 2,9 por ciento.

Al cierre de 2012 se contabilizaron en el país 23 mil establecimientos de diversos tipos dedicados a la comercialización de productos de la canasta básica a precios justos, así como seis mil casas de alimentación, cocinas comunitarias y comedores populares.

Osorio mencionó además recientes iniciativas, entre ellas el denominado Mercal Obrero que ya atendió a unas 200 mil personas, como parte de los esfuerzos por llevar los alimentos hasta los propios trabajadores.

A ese mecanismo se suma el Mercal Casa por Casa, experiencia que ya fue desplegada en 29 parroquias de 26 municipios, con cerca de 10 mil familias beneficiadas.

Por su parte, especialistas del Instituto Nacional de Nutrición (INN) indicaron que las estadísticas de la alimentación en Venezuela avalan el trabajo realizado en los últimos 14 años.

Según los estudios, el 97,3 por ciento de los venezolanos consumen pescado, carne, leche, pollo y huevos con frecuencia diaria, además de un incremento del 80 por ciento en la producción nacional de alimentos.

Asimismo, en el periodo analizado la mortalidad por desnutrición infantil disminuyó en el 81 por ciento, en tanto la lactancia materna creció 471 por ciento.

Bajo esos parámetros, la Organización de Naciones para la Agricultura y la Alimentación (FAO) considera que en el país existe una condición de seguridad alimentaria plena.

La directora del INN, Marilyn Di Luca, señaló que antes de 2015 el Estado logrará erradicar el hambre en Venezuela, como resultado de las políticas públicas.

A manera de comparación, recordó que para 1990 el índice estaba en 11 por ciento, con cerca de cinco millones de personas afectadas por ese flagelo como consecuencia de las políticas neoliberales y en 2010 disminuyó hasta ubicarse en el dos por ciento.

Las cifras del Banco Central de Venezuela dan cuenta que la inversión social en el lapso 1998-2012 llego a 551 mil millones de dolares, lo cual equivale al 62,6 por ciento de los ingresos totales del país.

Una parte importante de los recursos se orienta precisamente a la alimentación, en beneficio de sectores que antes de 1998 eran excluídos por el gobierno.


Artículo publicado en www.prensa-latina.cu

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