Mandela pasó de ser considerado un "terrorista" a ser aclamado como un "héroe". Madiba era aquel guerrillero que puso al mundo de su lado luchando contra el apartheid, tras más de un cuarto de siglo encarcelado. En aquel momento muchos de sus "actuales defensores mediáticos progresistas" no lo apoyaban por su militancia comunista en el Congreso Nacional Africano, así como por el apoyo de la Cuba socialista, a la lucha contra la Sudáfrica racista de DeKlerk, que era apoyada por el estado sionista de Israel.

Hoy el sufrimiento del pueblo palestino es igualmente ignorado. Para los organismos internacionales los derechos humanos solo son violados en países como Cuba o Venezuela. Las célebres palabras de Sartre han evolucionado con la globalización capitalista:“tus derechos humanos solo existen donde acaban mis intereses económicos”. Las libertades y los derechos dejan de importar cuando es Israel, fabricado por ellos, quien los vulnera.

El falso progresismo, desconoce la realidad y las circunstancias que rodean a la dramática situación del pueblo palestino frente a los sionistas. Los autores palestinos son a veces desdeñados por los intereses políticos y sociales que puedan tener en la zona. Leyendo la obra de los escritores israelíes Shlomo Sand e Illan Pappé, “La limpieza étnica de Palestina” podemos entender dicha cuestión.

El palestino Nur Masalha escribe sobre la Nakba, la Catástrofe. Tales fueron sus consecuencias que derivaron en la Resolución 3379 de la Asamblea General de la ONU. El Estado Español se abstuvo durante la votación, abandonando la sala.

Dicha resolución reclamaba la eliminación de todas las formas de discriminación racial que implicaba el sionismo. Fue aprobada el 10 de noviembre de 1975 por 72 votos a favor, 35 en contra y 32 abstenciones. Equiparaba al sionismo con el racismo en general y con el apartheid sudafricano en particular, y llamaba a su eliminación, entendiéndola como una forma de discriminación racial.

La Resolución 3070 de la ONU recoge el derecho a la resistencia de los pueblos oprimidos por todos los medios, incluida la lucha armada. No se puede tildar de terrorismo a la resistencia contra una invasión que en poco o nada se diferencia en sus acciones de la Alemania nazi. La única salida de esta situación se dará a través de la lucha, y del apoyo internacionalista de los pueblos del mundo a través de las campañas de boicot. Es la única solución, y más teniendo en cuenta la ingente cantidad de sionistas catalanes y españoles, ya sean de derechas o supuesto progresistas. Hay ejemplos muy claros a destacar.

Artur Mas ha declarado en más de una ocasión aspirar a un Estado “al estilo israelí”. El Govern ha firmado convenios de colaboración con las principales entidades de investigación israelíes, como el Weizmann Institute of Science. Ha respaldado las operaciones en Cataluña de empresas como “Iberpotash”, que basa su actividad interior y exterior en el fortalecimiento de la “Marca Israel”. El ex alcalde convergente de Barcelona, Xavier Trias, firmó otro acuerdo comercial con el centro de emprendedores Star Tau, perteneciente a la Universidad de Tel Aviv. (A tener en cuenta que los centros universitarios israelíes, están al servicio de la industria armamentística).

Otro ejemplo a destacar es la exlíder de ERC de la década de los noventa, Pilar Rahola. Siempre ha estado al servicio de Israel y en continua campaña contra el pueblo palestino. A raíz de su continuada labor sionista, Israel expropió tierras beduinas en el sur, el Neguev, para hacer un parque en su honor.

Pero estas situaciones no se dan solo en Cataluña. El sionismo es una enfermedad que afecta a todo el Estado Español. Hay que recordar los múltiples acuerdos comerciales de la burguesía vasca del PNV en Bilbao con el transporte interurbano y cadenas hoteleras.A nivel estatal, el gobierno del PP ha firmado varios acuerdos de colaboración con Israel: en materia de gestión de emergencias, "lucha contra el terrorismo y la delincuencia", de transporte y “cooperación económica”, entre otros sectores. El expresidente del gobierno español e ideólogo de la derecha española a través de la FAES, José María Aznar, aseguró al diario The Times:“Israel es el mejor aliado que tiene occidente en una región turbulenta” (16/06/2010).

José Antonio Monago también ha expresado en varias ocasiones su voluntad de “profundizar” en la “colaboración” con Israel para construir una “nueva Extremadura”.

El del PP no ha sido el único caso. A pesar de que el PSOE del expresidente Rodríguez Zapatero hacía alguna tímida y estéril condena contra la guerra de Israel, el negocio armamentístico entre el Estado español e Israel aumentó durante su segundo mandato en el primer semestre de 2008. Se llegaron a venderse armas por valor de un millón setecientos mil euros. Fue el anterior a la operación militar “Plomo fundido”. En su misma línea la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz gestionó vario sacuerdos con el embajador israelí durante la última masacre a la franja de Gaza.

Desde el campo de la "nueva izquierda", tenemos otros ejemplos significativos. Mónica Oltra, de la coalición Compromís, afirmó que existe una distinción entre sionismo malo y sionismo bueno.  El alma mater ideológica de Podemos: Juan Carlos Monedero, condenó la campaña de boicot al cantante sionista Matisyahu, señalando que iba en contra de la libertad de expresión. (Matisyahu ha mostrado públicamente en muchas ocasiones su apoyo al ejército israelí, ha declarado que “no existe un país llamado Palestina”, ha justificado los asesinatos del pueblo palestino a manos de Israel.)

Pablo Iglesias, comete un error fundamental al comparar a la víctima con el verdugo. No son bandos equivalentes, no es una guerra donde se está en igualdad de condiciones. Tras las masacres de Gaza, el líder de Podemos, condenó a Hamás y a Israel por igual. El atacante con un descomunal poder armamentístico era, y es, Israel. Hoy en día la represión sionista continúa, con mayor virulencia como la que ejerció en noviembre del 2012 o desde 1948.

A pesar de ello el escritor Antonio Muñoz Molina dijo:“vamos a promover la paz entre israelíes y palestinos”. ¿Dialogar sobre la Paz con alguien que está llevando un genocidio, cuandoGaza es el mayor campo de concentración de la historia de la humanidad? Mucho menos cuando su solución final implica absorber fronteras y masacrar a uno de los bandos.

Joaquín Sabina y Joan Manuel Serrat, supuestos cantautores por la paz y las libertades, cantaron en Israel mientras el régimen asesinaba a la población palestina. ¡¡Si Miguel Hernández levantara la cabeza...!! Se convirtieron en dos mercenarios en el momento en el que pusieron su música al servicio y defensa de un estado genocida. Cantaron en Tel Aviv en un concierto lleno de guiños a Israel en el que no hicieron mención alguna al conflicto palestino.  Las palabras de Sabina lo resumen: "Desde pequeño tenía un sueño que comparto con muchos de ustedes: soñaba con venir a Israel, lo que no sabía es que tardaría tanto en cumplirlo". En tanto que Serrat aseguraba que "ni en sus más descabellados sueños soñó con que estaría cantando en la cancha del Macabi". Es cuando nos preguntamos: ¿Qué les dirían a los palestinos que subsisten en campamentos de refugiados, que soñaban desde pequeños con volver a Palestina?

Manuela Carmena también parece haber olvidado su antigua militancia en el PCE cuando se trata del pueblo palestino. Durante el 100 aniversario de la Declaración Balfour, la alcaldesa de la ciudad de Madrid regaló las llaves de oro de la ciudad al presidente criminal del Estado sionista “Reuven Rivlin”.

No cabe sino concluir que, para un palestino o una palestina, incluso individuos autodenominados progresistas pueden ser marionetas diseñadas para lavarle la cara al Estado de Israel, y clavar un cuchillo en las espaldas de todo aquel que se dignó a confiar en ellos y en ellas. Es un insulto a la inteligencia de las personas que realmente se preocupan por los derechos humanos pretender ir en aras del camino de la Paz, pues con esas acciones no se hace otra cosa que acelerar la limpieza étnica del pueblo palestino. No queremos paz para vivir de rodillas, esperando el hacha del verdugo. Al contrario que la vuestra, sionistas, nuestra dignidad nunca tendrá precio.

Fayed Badawi

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