Como si fuese el domicilio social el que generase riqueza y no la fuerza de la mano de obra, el capitalismo presiona y amenaza al pueblo Catalán con la fuga de empresas si el proceso de independencia sigue adelante. Y dando ejemplo del espíritu patrio “el del dinero”, son los bancos, los mismos a los que inyectamos millones que no piensan devolver, quienes inician el cambio de domicilio social, trasladándolos de Cataluña a donde al capital le interese. . El Sabadell compró la CAM por un mísero euro, y en la sede de la antigua CAM instalan su domicilio social, que no a las personas, ni tan siquiera han llevado un portátil.
Lo mismo hacen Catalana Occident, CaixaBank, Abertis, GVC Gaesco, antigua Nutrexpa, Segur Caixa Adeslas, Naturhouse, Orizon, Gas Natural, Abertis, MRW, Freixenet, Codorniu, Pronovias, Planeta o Bimbo, entre otras muchas. ¿Es que acaso se pueden llevar los viñedos para hacer el cava fuera de Cataluña?, evidentemente no.
Al capital le interesa extraer la plusvalía a la clase obrera, poco le importan nuestras aspiraciones, por eso no dudan en alinearse con “la normalidad”, con quien creen que va ganando el partido, pero sin dejar su espacio para otros. Me llevo la sede social, no la fiscal, por lo que pueda pasar, por ese tiempo de indeterminación que está por venir.
No dejan de pagar impuestos, bueno, es un decir, porque estas empresas son las que tienen muchas posibilidades de evadir sus responsabilidades, como el dueño de Valenor –famoso por colgar una bandera de más de 700 metros en Valdebebas, y que debe a la hacienda pública más de 111 millones de euros-. Pero el hecho de tener la sede social en una provincia u otra, en casi nada afecta a sus tributos. El Impuesto de Sociedades es Estatal, el de actividad económica tiene una parte local, otra estatal y otra provincial, pero siempre dependiendo de donde tenga la sede fiscal, que no la han cambiado, el impuesto de bienes inmuebles es local y sus locales en Cataluña no los abandonan, por lo que tampoco dejan de pagar sus impuestos, si es que los pagaban.
Las trabajadoras y trabajadores que hemos sufrido los ERES de estas y otras empresas, sí que pagamos nuestros impuestos, al estado español, al autonómico y al local, y no valen aplazamientos. Bimbo tiene su sede en México, aquí lo que tiene son autónomos y centros de reparto, y cada día menos debido a la concentración del capital, Bimbo despide a los delegados sindicales para “facilitar su trabajo solidario”.
Como dicen nuestros camaradas catalanes, se demuestra, una vez más, que los partidos políticos no ostentan el Poder, el Estado no es neutro, y se gestiona en función de sus intereses partidistas. Se demuestra que el Estado es una superestructura, una maquinaria, destinada a explotar y oprimir a una clase por otra, tiene carácter de clase, y dependiendo de la clase que represente, actuará en favor de una u otra. Todas estas empresas que huyen, lo hacen buscando una recolocación en los mercados que consideran básicos para su continuo crecimiento.
Los y las comunistas consideramos que únicamente por la vía de la expropiación sin indemnización, y la puesta en servicio de la mayoría trabajadora del fruto de su trabajo, tendremos cambios radicales respecto al paradigma capitalista de sociedad que hoy representan tanto la oligarquía española como la burguesía catalana; la clase obrera debe ser la propietaria de los medios de producción y las fuentes de la financiación de sus propias necesidades.
Y mientras en Alacant, actual sede del Banco de Sabadell, se produjo un nuevo ataque a las libertades por parte del fascismo. El día 27 de septiembre estaba previsto un acto en la sede de la Universidad sobre el derecho a decidir. Un grupo fascista anunció su presencia y la Universidad, en lugar de proteger la libertad, suspendió el acto. Finalmente, este se celebró en la sede de CC.OO., porque la libertad se defiende y el fascismo no puede amedrentar a la clase obrera. Como represalia, el 9 de octubre la sede del sindicato amaneció llena de pintadas ANTIESPAÑOLES, SEPARATISTAS. Lo dicho, el capitalismo, nos idiotiza y engaña. El más español, más español es que la tiene más grande, la bandera aquí y la cuenta en Suiza.
Vicente Alcaraz