En el año 1992, no sólo fue la Expo en Sevilla y la olimpiada en Barcelona, donde el sentimiento nacional creció hasta límites insospechados, tanto que hoy podríamos usar el final de la peli Blade Runner para hablarle a una persona en un futuro “Estamos viendo y viviendo cosas que vosotros no creeríais”. También fue el año en el que Fukuyama dictaminó el fin de la historia, la lucha de ideologías había acabado.   Y la campaña mediática creció y creció tratando de confundir los objetivos del capital con la realidad social, nos empezaron a mear.

Lo que parece que si han muerto son las estadísticas y las predicciones de evolución, por mucho que los números digan que nos recuperamos, solamente nos mantienen vivos porque nos siguen extrayendo plusvalías, porque les seguimos produciendo beneficios.    

El Gobierno Popular, encomendándonos a los santos, ha conseguido otra vez el milagro económico, ahora tenemos una tasa de paro del 17’22% en total y del 39’53 en los menores de 25 años.   ¡Menudo Milagro nos ha concedido Fátima, la ministra, virgen o no!

El número de empresas en el estado español es 1.295629, de las cuales el 99’7% son pequeñas o medianas, es decir, con menos de 250 trabajadores. Solo 4312 empresas tienen más de 250 empleados, por lo que son consideradas gran empresa.  A esto hay que añadir que mas de 1.547.577 son autónomos. Es decir, España se está convirtiendo, gracias al milagro económico del PP basado en reformas laborales, en un país de Autónomos y PYMES, donde como todas y todos sabemos el empleo es más precario, las jornadas son más largas y los derechos y salarios menores.

Mientras que las industrias decrecen más de un punto, los servicios aumentan más del 3%. En consecuencia, aumenta el empleo de rotación y precario. Decíamos que las estadísticas solamente se usan para confundirnos, si damos un repaso a como se distribuyen los salarios, nos damos cuenta como nos mean y mean. En hosteleria el salario anual medio es de 13.977, en el sector administrativo 15.948 euros y en el comercio 19.651euros anuales. Mientras en la sanidad el salario anual es de 25.823, en la Industria de 26.543 euros y en la energía de 51,919 euros anuales. La media, según los trabajadores en cada sector, da una cantidad de 23.106 euros anuales.

Sin embargo, la realidad es bien distinta, una parte importante de la población activa, trabaja en PYMES, en la hostelería o el comercio, es decir, la gran mayoría no llega a los mil euros al mes. Según sus estadísticas, el poder adquisitivo disminuyo un 2’4% el año pasado.

Además, el número de afiliados/as a la Seguridad Social es de 18.309.844, se han perdido casi 200.000 cotizantes en el mes de agosto.    El desempleo sólo disminuyó en Agricultura, aumentando en la Industria, la construcción y el sector servicios, como consecuencia de la finalización de los contratos de verano.      Por mucho que nos quieran vender humo, el estado español es y tiene tendencia a seguir siendo, el espacio de retiro para los trabajadores y trabajadoras con derechos europeos, cada vez menos por cierto.  Porque las políticas de la Unión Europea, van por la destrucción de los derechos laborales y sociales, y que cada uno se negocie sus condiciones con el patrón, sin sindicatos ni organización.

Con los grandes sectores productivos en retroceso, con una gran empresa cada día menos grande, con una reforma Laboral que incita a los empresarios a la negociación individual y unos sindicatos debilitados después frenar los procesos de movilización, la clase obrera no lo tiene fácil.

Desde el PCPE consideramos que hay que reforzar el trabajo en los sindicatos de clase, luchando contra la burocracia y el pactismo. Hay que forzar la unidad de la clase como única herramienta de superación de la situación, y para ello, es necesario la participación, las asambleas, la decisión en manos de las y los trabajadores, la creación de CUO’s, porque solo desde los CUO podemos unir a lo más avanzado de la clase obrera. Muchas personas con conciencia han dejado de militar en su sindicato, están sin organización. Nuestra labor es darle un espacio de trabajo, necesitamos todas las manos, sindicadas o no, todas las cabezas, todos los puños para romper la barrera y bloqueo que hoy existe en el mundo laboral.

Vicente Alcaraz

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