La presentación de un "concurso de acreedores voluntario" (curioso eufemismo que trata de esquivar las palabras: "suspensión de pagos") mantiene vilo a 1.260 trabajadores/as en Galicia y más de 10.000 en todo el mundo (8.000 en latinoamérica).  Pescanova constituye hoy todo un exponente de como una transnacional "modélica" para algunos, puede poner en marcha una estrategia de acumulación en la que no faltan todo tipo de ingredientes: convenientes relaciones políticas, elevado riesgo financiero, depredación ambiental... y hasta información privilegiada para la venta de acciones ahora cuestionada judicialmente.

Sin embargo, y pese a cualquier tipo de interpretaciones reformistas sobre el "affaire Pescanova" con las que nos tratan de vender humo, lo cierto es que todo este tipo de prácticas especulativas encuentran perfecto acomodo dentro del capitalismo como sistema y solo la lucha decidida de la clase obrera podrá evitar que su propuesta para recomponer la situación se salde como de costumbre: despidos, reducción de salarios, incremento de jornadas...

Por otro lado, existen dudas más que razonables de que Pescanova no suponga un caso singular más, sino simplemente la punta del iceberg del sistema de crecimiento e internacionalización seguido por muchas de las transnacionales españolas cuyo elevado endeudamiento acabe por generar un nuevo  estallido financiero que no hará más que profundizar la insuperable crisis capitalista y sus ya trágicas consecuencias sociales. Es más que necesaria, es vital, una respuesta unitaria de todas las organizaciones sindicales y del conjunto de los trabajadores/as afectados/as ante la grave situación por la que atraviesa el grupo empresarial, reactivando las asambleas y todos los métodos de lucha imprescindibles en situaciones como esta. Unidad y Lucha es para Comunistas da Galiza (PCPE) la consigna necesaria.

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