Juan Samper tiene una larga trayectoria de militancia comunista, que ha estado caracterizada por su participación en las luchas de su pueblo.

Miembro destacado del barrio rojo de “Tres Palmas”, en la isla de Gran Canaria, tiene una larga vida de activista en las numerosas luchas que se han dado en estas décadas. “Tres Palmas” surgió como producto de un proceso cooperativo de construcción de viviendas, que se inició en el colectivo obrero de Guaguas Municipales, al calor de las luchas sindicales. 

Juan Samper recuerda su participación en el Congreso de Unidad Comunista, en enero de 1984:

Fernando Sagaseta casi se marcha del Congreso cuando, Ignacio Gallego en su discurso, dijo que tenía claro que España abarcaba desde las provincias del norte hasta Cádiz. El alboroto de Fernando fue espectacular, y con él buena parte de la delegación canaria.

El proceso hasta llegar al Congreso de Unidad había sido bastante azaroso. La ruptura con el PCE se dio en varios episodios, desde el momento de la legalización estando en el barrio de La Isleta, luego en un local que abrimos en la calle Hernán Pérez, y luego nos fuimos a otro en el Paseo de S. José. En ese grupo estaban Andrés Alvarado, los hermanos Henríquez, Cabral, y mucha otra gente.

Hay una foto tuya que es emblemática de las luchas populares en Canarias, cuando te detuvieron en la lucha de la “Guerra del Agua”:

Si, esa fue una perreta de la Policía Municipal, que formaban la guardia pretoriana del Alcalde, al que teníamos acorralado con una lucha muy importante que en esos momentos ya perdía el Ayuntamiento. Estábamos en la Plaza delante del edificio del Ayuntamiento, con una concentración, ya estaba a punto de firmarse el acuerdo del nuevo sistema de facturación del agua según la reivindicación vecinal. Nosotros colocamos una pancarta entre dos palmeras, y cuando nos apartamos un poco la Policía intentó arrancar la pancarta, volvimos y les plantamos cara, “que ellos no se llevaban la pancarta”. Al tono amenazante de la Policía les respondí que “porque ellos tenían el uniforme, porque si no esto no acababa así”, dale que dale, al final me echaron y me llevaron al cuartelillo.

Al rato apareció Andrés con Fernando Sagaseta. La Policía quería dejarme esa noche allí encerrado, una cuestión de venganza. Fernando se opuso, dijo que no. Al final Fernando exigió hablar con el Juez de Guardia, y yo dormí en mi casa. Luego, cómo denuncié a la Policía, al final el Alcalde buscó un acuerdo para que aquello no fuera a más. Arocha, que se llamaba el guardia, luego tuvo muy mala suerte en la vida. Entonces Andrés era Concejal del Ayuntamiento.

Esa fue otra, tú participaste en la experiencia de Unión del Pueblo Canario, junto con Andrés:

Si, en ese tiempo ya habíamos roto con el PCE. Estábamos en las luchas más activas, y el PCE se situaba fuera de esas luchas, de una manera natural nos incorporamos a ese proceso de unidad popular. La presencia de Andrés, como concejal de UPC, pero siempre como miembro del Partido, fue una etapa muy importante en el Ayuntamiento de Las Palmas, fue otra forma distinta de estar en las Instituciones. Andrés tenía una relación directa con la gente y su despacho siempre estaba abierto. Yo pasaba mucho tiempo colaborando con él.

Y sigues en la lucha, para ti no hay jubilación:

Estoy ahora en la Plataforma por el cierre del vertedero de Salto del Negro. Tenemos ya alguna batalla ganada, pero ahora estamos empeñados en que los camiones no pasen por los barrios cercanos, sino que vayan por la autopista. También estoy en el Comité Popular del Cono Sur, con la batalla de la Casa del Niño.

¿Y en este año del 100 Aniversario de la Revolución de Octubre?

Hay que levantarse, yo veo cómo están esos pueblos de América Latina, con una movilización impresionante, pero aquí el capital tiene a la clase obrera como esclava y no hay respuesta. Esto hay que cambiarlo. Ahora Miguel Ángel Ramírez acaba de hacer una serie de trampas en sus empresas para quitarse a los trabajadores de encima y el movimiento sindical está muerto. 

Pero siempre hay que seguir en la lucha, no hay otra. Y siempre con el Partido.

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