El PCPE, con el texto que se publica a continuación, contesta a las opiniones que emitió el KKE, secundado por el PCM, sobre nuestro artículo para el número 7 de la Revista Comunista Internacional. La claridad de los argumentos que se exponen en este texto es la mejor demostración de que se utilizó el pretexto de nuestro artículo para la maniobra política que orquestó el KKE, con el seguidismo del PCM, para apoyar a la fracción que se expresaría semanas más tarde.

El PCPE, ante la evidencia de esta situación, no mantendrá más debates sobre este tema con las organizaciones que han orquestado esta maniobra.


RESPUESTA A LAS CONSIDERACIONES DEL KKE

El 5 de mayo de 2017, el KKE publicó en su página web un artículo titulado “Respuesta del KKE a las calumnias”. En el mismo, el aparato del KKE, realiza una serie de consideraciones a lo que ellos consideran un ataque a su partido y, dentro del mismo artículo, bajo el subtítulo de: “Observaciones de los representantes de Kommunistiki Epitheorisi sobre el artículo “Cien años de la Revolución Socialista de Octubre: Lecciones actuales”, señalan  una serie de comentarios sobre el mismo. Después de toda una campaña sistemática de ataques a este artículo, que fue elaborado por el PCPE para el número 7 de la Revista Internacional, y que ha servido de pretendida muestra de toda “una visión revisionista y oportunista” del PCPE, justificando de ese modo la maniobra liquidadora y fraccional que se ha puesto en marcha contra el proyecto del PCPE, es interesante concretar, sin manipulaciones, cual es realmente el nivel de confrontación que plantea el aparato del KKE con el artículo mencionado.

Entrando ya en materia, la primera consideración está en relación con la frase extraída del artículo “el marxismo-leninismo no es un recetario general de aplicación mecánica”. No sé realmente que es lo que le aterra al KKE del contenido de esta frase. Esta frase está insertada en un contexto, dentro del artículo, que hace referencia a la necesaria aplicación del marxismo-leninismo como un instrumento científico del proletariado que debe ser interpretado como lo que es exactamente; una teoría científica cuya aplicación concreta en el análisis de la realidad debe corresponderse no de manera mecánica y repetitiva a base de fórmulas que, precisamente al no estar insertas y aplicadas en una realidad concreta, se transforman en vacías y huecas. No sólo hay que saber y conocer dichas leyes, sino, y esto es lo principal, saberlas aplicar en el análisis concreto. Eso es ser, hoy en día, leninista. Pero si atendemos a las consideraciones del KKE  en este punto, lo que existe es una mala interpretación de las misma señalando que  “cuando algunas personas defendían que la Revolución de Octubre no tiene un significado mundial, sino que su significado se limita en el marco de la realidad rusa”. La interpretación del KKE es realmente perversa en este sentido; ¿dónde, en qué parte del artículo, se realiza el análisis de que la Revolución de Octubre tuvo sólo una significación restringida al marco de la realidad rusa de esa época? Si precisamente el artículo sobre “las lecciones de Octubre” intenta realizar el esfuerzo de extraer las correspondientes enseñanzas al marco actual, de esa enorme revolución proletaria; de ahí precisamente su título. Lo que parecen no comprender los dirigentes de la revista teórica del KKE es que la extrapolación de recetas universales  a raíz de la experiencia histórica de la revolución soviética, sin comprender, estudiar y analizar cuáles fueron las condiciones objetivas y subjetivas de la lucha de clases a las que se tuvieron que enfrentar los bolcheviques para erigirse en vanguardia del proceso revolucionario, son la forma y la manera incorrecta de aplicar el marxismo-leninismo a la hora de actualizar las enseñanzas de dicha Revolución. 

Siguiendo con esta manera esquemática y esclerótica con que los dirigentes del KKE aplican las lecciones de octubre,  hacen referencia a otra frase del artículo que parece que no entienden muy bien: “Lenin tuvo en cuenta, que en función del análisis de las condiciones, estableció la estrategia modular del proceso revolucionario en Rusia”. Es decir, que Lenin definió la estrategia del proletariado en el proceso revolucionario en función del análisis de las condiciones concretas de la formación económica y social de la Rusia de ese momento, como corresponde a cualquier organización que pretenda definir una estrategia revolucionaria que sirva eficazmente al desarrollo de la lucha de clases. Pero el KKE plantea otra visión distinta y nos señala “la verdad es que Lenin tuvo que tratar también la cuestión del derrocamiento del Estado zarista, con elementos semi-feudales que no existen hoy en las sociedades capitalistas”. Si nos fijamos en esta frase que viene a cuestionar la anterior, ¿qué intentan interpretar? ¿qué relación tiene decir  que Lenin para definir la estrategia revolucionaria, entre la que incluye, como no podía ser de otra manera, siendo como es; revolucionaria, el derrocamiento del Estado zarista, con señalar, por su parte, que esas condiciones (como es el caso del derrocamiento del estado zarista y los elementos semi-feudales) no existen hoy en las sociedades capitalistas? ¿están sugiriendo que la estrategia revolucionaria definida por Lenin no es válida hoy para las sociedades capitalistas?

Siguiendo con las malas interpretaciones: los dirigentes del KKE señalan y apuntan otra frase del artículo “los bolcheviques tenían una posición para favorecer los elementos de avance capitalistas”. Ellos mismos señalan a continuación que el capitalismo en relación con el anterior sistema feudal constituyó un paso hacia delante en el desarrollo social, pero de ahí sacan la conclusión errónea que el artículo del PCPE, en realidad (según ellos) quería decir que existía un esfuerzo por parte de los bolcheviques de seguir desarrollando el capitalismo. Es decir, los dirigentes de la revista del KKE han realizado todo un esfuerzo para no interpretar correctamente las conclusiones del artículo; lo que quería evidenciar éste era que la estrategia revolucionaria de los bolcheviques era precisamente así porque se apoyaba en las palancas y herramientas que determinaban, en la sociedad rusa, los elementos de progreso, entre ellos el desarrollo de las fuerzas productivas de esa misma sociedad. No se trataba de que los bolcheviques desarrollaran el capitalismo, se trataba que, apoyándose y desarrollando los elementos de las fuerzas productivas más modernas y progresivas, que en ese momento se correspondía con las relaciones capitalistas, se transformaran éstas en relaciones socialistas y proletarias. Justamente lo contrario a la interpretación del KKE.

Otra  consideración del KKE y esta es la última a que se refieren; ellos dicen “en el texto, según nuestra evaluación, es equivocada la caracterización de la revolución de Octubre como “burguesa”en su contenido. Consideramos que esta caracterización no tiene base científica. En contraste con el carácter democrático-burgués de la revolución de 1905 y los problemas resueltos en febrero de 1917, la fuerza dirigente de la Revolución de Octubre fue la clase obrera y su carácter era socialista”.

Aquí curiosamente los dirigentes del KKE caen en un error de concepción que fue el mismo que cometió Trotsky; por un lado, desconocer las tareas inmediatas a las que se enfrentaba el proletariado y por otro lado, y en relación con la primera cuestión, desconocer totalmente la necesaria política de alianzas sociales. ¿Y cuál fue ese error de concepción que cometen los dirigentes del KKE y Trotsky? Ignorar al campesinado y sus reivindicaciones. Señores del KKE,  la revolución de Octubre fue el producto de la alianza, y de la política de la misma diseñada por Lenin, entre la clase obrera y el campesinado pobre. Y precisamente porque parte de ese protagonismo revolucionario correspondía a los braceros, jornaleros y campesinos pobres y sin tierras, una de las tareas de la misma revolución era dar tierra a los campesinos, resolver las tareas democráticas, que justamente la revolución de febrero no había resuelto. Por tanto dentro de las tareas inmediatas del proletariado estaba resolver las tareas aún pendientes de la revolución burguesa en Rusia. Dicho en palabras de Lenin, expresadas en su artículo “Las tareas del proletariado en la presente revolución”: “No a la implantación del socialismo como tarea inmediata, sino pasar únicamente a la instauración inmediata del control de la producción social y la distribución de los productos por el Soviet de diputados obreros”.

Aquí entramos de lleno en lo que podemos considerar unos de los puntos más importantes que distingue la posición del PCPE en relación con la carácter de la revolución de Octubre. La relación dialéctica entre el carácter socialista de la misma, y el planteamiento de Lenin de la no implantación inmediata del socialismo en las tareas apremiantes de la revolución. El carácter socialista está definido en dos cuestiones esenciales; una por el objetivo estratégico de la revolución y de la lucha de la clase obrera; el socialismo, y dos, por el contenido proletario de la misma. Pero este carácter socialista no implica que la tarea inmediata sea la implantación del socialismo. ¿Y por qué no?; pues en función del análisis que Lenin y los bolcheviques realizan de la formación económica y social de Rusia, y en función, precisamente de las tareas democráticas que aún hay que efectuar por parte de la clase obrera, la no implantación inmediata del socialismo es la garantía para que el objetivo estratégico se cumpla en relación con la concepción de las tareas históricas.

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