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Editorial Diciembre 2016

El año 2016 termina con acontecimientos importantes, el primero de ellos el fallecimiento del Comandante en Jefe Fidel Castro, dirigente máximo de la revolución cubana, a quién el PCPE le hace el mayor reconocimiento por sus aportaciones a la lucha por la revolución socialista en todos los aspectos.

Éste ha sido un año marcado por la persistencia de la profunda crisis capitalista, y por el incremento que ello genera en la agudización de las pugnas interimperialistas. En consecuencia, el recurso de las potencias capitalistas a la guerra se consolida y se amplía.

En España, el largo período de interinidad en la formación del gobierno expresa el grado de dificultades de las clases dominantes para dotarse de los necesarios mecanismos de legitimación de su dictadura. La crisis de la base material se traslada no ya solamente a la cúspide del sistema, sino que se ha convertido en una crisis general que se extiende por diversas instancias y por amplios sectores sociales. La actual debilidad de la movilización obrera es el factor que posibilita que esta crisis no genere convulsiones sociales amplias, y que las clases dominantes puedan seguir con su posición de ventaja.

El año 2017 vendrá marcado por el 100 aniversario de la Gran Revolución Socialista de Octubre. Cien años después el mundo es muy diferente de aquel Octubre en el que se inició el proceso de construcción de la primera sociedad dirigida por la clase obrera.

Pero no es nada diferente de las previsiones que Lenin hiciera sobre el desarrollo del imperialismo.

Todos los rasgos definidos por Lenin en sus escritos, especialmente en Imperialismo fase superior del capitalismo, se han desarrollado según la lógica con los cuales él los analizó.

Una injustificada confianza en el carácter irreversible de los procesos revolucionarios, sí que se mostró como un error de apreciación de consecuencias enormemente negativas.

El gran capital monopolista impone su dictadura en el desarrollo del proceso de acumulación de capitales. El proceso de concentración y centralización del capital ha dado un salto multiplicador de gigantescas dimensiones.

En esta situación, una vez más en la lucha de clases, el factor central que decidirá la batalla es la existencia del Partido de Vanguardia, y su capacidad para enfrentar las condiciones concretas de esta lucha.

El PCPE se enfrenta a la actual situación pertrechado con un sólido proceso de construcción, que se desarrolla por más de treinta años. El Partido que nació en enero de 1984 ha estado siempre caracterizado por una fuerte articulación interna de su estructura celular; una generación de cuadros comunistas que enfrentó la deriva eurocomunista con enorme determinación y que no hizo nunca ningún tipo de concesiones hizo posible este objetivo. Ha sido ese núcleo duro el que dio al PCPE la fortaleza necesaria para enfrentar las dificultades externas y, también, las dificultades internas, que en ocasiones se presentan y son más peligrosas.

El PCPE, con ese acumulado histórico, se enfrenta al actual desarrollo de la lucha de clases desde la altura ética propia de quienes en este país representamos la continuidad de las mejores tradiciones comunistas, de la lucha continuada contra el oportunismo y contra las prácticas heredadas del eurocomunismo. Honradez, lealtad al pueblo, disciplina, compromiso y sentido de Partido, son consignas que nos identifican. Hoy nuestro trabajo se centra en dar, con decisión, un salto adelante en el fortalecimiento de la actividad de las células, en la presencia significada en los frentes de masas, en la línea leninista de la fusión del Partido con las masas y, por encima de todo, en la unidad monolítica del Partido como expresión del grado de desarrollo de la conciencia de la clase obrera. Ninguna célula sin trabajo de masas, ningún miembro del PCPE sin capacidad para intervenir en la lucha de masas diaria.

Un PCPE trabajando en esa línea, sin fisuras internas, conducirá a la clase obrera por el camino de la recuperación de la conciencia de clase, por el camino de la unidad de clase y por el camino del combate revolucionario. Así, nadie nos conducirá al pantano.

El PCPE es fuerte, el PCPE llevará a la clase obrera a la victoria, y al socialismo.

En el 100 aniversario de la Gran Revolución Socialista de Octubre el compromiso del PCPE es el de estar a la altura de las exigencias presentes del desarrollo de la lucha de clases, para que la clase obrera española pueda contar siempre con su Partido.

Y, en esta ambiciosa tarea, hoy nos permitimos tomar prestadas las palabras del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, en ocasión de la muerte de el Ché.

Si queremos expresar cómo aspiramos que sean nuestros combatientes revolucionarios, nuestros militantes, nuestros hombres, debemos decir sin vacilación de ninguna índole: ¡Que sean como el Che!  

Si queremos expresar cómo aspiramos que sean nuestros militantes y nuestras militantes, nuestros cuadros, debemos decir sin vacilación de ninguna índole: ¡Que sean como Fidel! ¡Que sean como el Ché! ¡Que sean como Haydée! ¡Que sean como Camilo!

Así tiene que ser el PCPE.

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