A más de dos siglos del inicio de la independencia de Venezuela, el pueblo venezolano continúa luchando contra el imperialismo.

En el año 1999 Hugo Chávez gana las elecciones y desde entonces fue presidente de la Republica Bolivariana de Venezuela hasta su muerte en 2013, cuando obtuvo la presidencia Nicolás Maduro, actual presidente de Venezuela.

En estos 17 años, a pesar de golpes de estado, asesinatos de dirigentes, de lideres campesinos y populares son importantes los logros que el proceso bolivariano ha conseguido para el pueblo venezolano, se han organizado unos 40.000 consejos comunales , existen unos 28.790 movimientos sociales y se han formado alrededor de 71.500 organizaciones populares ha convertido a Venezuela en un territorio libre de analfabetismo, ha construido más de un millón de viviendas para el pueblo, la salud y la educación gratuita son objetivos fundamentales del gobierno, y nacionalizó una de las petroleras más grandes del mundo, que se mantiene en manos del pueblo (PDVSA) .

A pesar de estos avances, el sector privado; los monopolios, tienen en su poder el grueso de la distribución de alimentos y en su campaña de desestabilización crean un proceso de acumulación que dificulta que alimentos de primera necesidad lleguen al pueblo.

Aún en esa circunstancia el pueblo no está desamparado, el Gobierno continúa desarrollando su programa económico, algo que ignora el Ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno de España , que da un apoyo incondicional a la violenta oposición venezolana, a través de falsear la realidad asegurando por ejemplo poner en marcha un programa de ayuda humanitaria para que los venezolanos salgan de la crisis, mientras en nuestro país hay más de cinco millones de parados y los trabajadores somos víctimas de la barbarie de la crisis capitalista. Y es cómplice de la expulsión de cientos de miles de refugiados, que huyen de las guerras imperialistas, entre ellos miles de niños que son victimas del hambre, del frio, son reprimidos con violencia o desparecen en manos de las mafias.

A la cabeza de los actos de desestabilización del gobierno venezolano están delincuentes que no dudan en poner en peligro vidas para lograr su objetivo, protagonistas de las llamadas "guarimbas", utilizadas desde 2004 por la oposición venezolana y que se saldó en ese mismo año con 50 muertos y 193 heridos. Un claro ejemplo se produjo la noche del 15 de abril de 2013, el llamado a “desatar la 'arrechera' (furia, rabia, violencia)” por parte del derrotado candidato presidencial, Henrique Capriles, generó una ola de violencia en la que fueron asesinados 11 venezolanos.

A partir de allí, comenzaron los ataques vandálicos, asedios y disparos contra centros de salud públicos, asaltos a la red pública de distribución de alimentos, medios de comunicación del Estado y comunitarios, así como el hostigamiento selectivo a hogares de dirigentes políticos y populares.

Entre los acusados por instigar y convocar a los hechos violentos se encuentran Leopoldo López y Antonio Ledezma, apoyados en sus acciones asesinas por el imperialismo que, en alianza con la oligarquía venezolana, crea escenarios de confrontación de resultados imprevisibles.

Y en este contexto no podía faltar el coro de lacayos del capital, entre ellos el Ministro de Asuntos Exteriores español, que en actitud claramente injerencista, desvergonzada y con la calumnia que caracteriza al capital asesino de los pueblos, declara:

" deseamos para Venezuela lo mismo que durante mucho tiempo se deseó para España, la amnistía de los presos políticos, el respeto de los derechos humanos”.

A día de hoy, continúan los actos vandálicos y de desabastecimiento, acciones protagonizadas por la llamada "oposición venezolana" en contra del gobierno constitucional y democrático de Nicolás Maduro.

El pasado 3 de Marzo el presidente de EEUU Barack Obama ha renovado la "Orden Ejecutiva" que declara una "Emergencia Nacional" ante una supuesta amenaza a la seguridad nacional y política exterior de EEUU. Estas medidas forman parte de la estrategia para recomponer la hegemonía imperialista en la región y es una clara una agresión a la soberanía del pueblo venezolano con el que los y las comunistas tenemos un firme compromiso de solidaridad de clase y apoyo organizado.

Teresa Pantoja.

 

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