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Editorial Mayo 2016

 

La crisis del sistema capitalista español -la que hace tiempo hemos denominado crisis en la cúspide- se desarrolla en la dirección de un mayor agravamiento. La burguesía no consigue tocar fondo en esta situación, y no encuentra la forma de hacer avanzar los antisociales cambios que necesita con urgencia para remontar la tasa de ganancia.

Habrá Elecciones Generales, el 26 de junio, porque los resultados del pasado 20D no han permitido a la burguesía dotarse de un gobierno. Los partidos políticos que tenían posibilidades de formar ese gobierno se han quedado en la pelea por el reparto de la piel del oso antes de cazarlo, y la burguesía española no tiene hoy la fuerza coercitiva necesaria para disciplinarlos. Ni siquiera quien hoy usurpa la Jefatura del Estado, que lo ha intentado por tres ocasiones.

Una situación de prolongada provisionalidad política no es una buena noticia para los capitalistas españoles. El gobierno en funciones ha tenido que reconocer que las previsiones económicas que con tanta firmeza anunciaban, de nuevo, las tienen que corregir a la baja. Crecen la deuda y el déficit, y baja la estimación del crecimiento del PIB; y a esto hay que añadir un nuevo ajuste de cuatro mil millones de euros más, que se suman a los diecisiete mil millones ya exigidos anteriormente por la UE.

El capitalismo español se preocupa porque la falta de un gobierno incidirá en sentido más negativo sobre esta situación. Y los resultados del próximo 26J quizás no le ofrezcan un resultado mejor que el actual.

Ninguna de las distintas opciones de pacto de gobierno, escenificadas en estos últimos meses, significaba la posibilidad de un gobierno a favor de los intereses de la clase obrera. Incluso el imaginado pacto PSOE-PODEMOS, que se presentaba por las clases dominantes como el colmo del extremismo, no pasa de ser un pálido gobierno socialdemócrata; como la Syriza que gobierna en Grecia, aplicando sumisamente los dictados de la UE contra la clase obrera griega, y también contra los refugiados.

El PCPE tiene que enfrentar esta batalla política desde esa concepción que defendemos, de un Partido que necesita tener la capacidad de luchar en todas las condiciones.

Esta convocatoria electoral viene seguida de otras convocatorias electorales anteriores y, además, coincidiendo con nuestro X Congreso. La situación exige un esfuerzo grande. Saber organizar nuestras fuerzas y nuestras capacidades para atender a una y otra batalla política, al mismo tiempo, es todo un reto que pondrá a prueba nuestra condición de Partido de vanguardia.

Nuestra responsabilidad es la de saber gestionar esta situación con inteligencia revolucionaria y compromiso militante. La clase obrera necesita la presencia de su Partido en la batalla electoral, el Partido tiene que responder a esta exigencia. El PCPE, una vez más, ocupará con determinación su puesto de combate, en las Elecciones del 26J nuestras candidaturas serán la voz de la clase obrera.

X CONGRESO, AVANZAR CON EL OBJETIVO DE CONVERTIR AL PCPE EN LA FUERZA DETERMINANTE DE LA LUCHA DE CLASES EN ESPAÑA

En este mes de mayo termina el plazo para presentar enmiendas a las Tesis del X Congreso del Partido. Culminan, así, tres meses en los que las células han debatido los materiales de convocatoria del Congreso con dedicación y método. El debate colectivo es una base imprescindible para el fortalecimiento de nuestro proyecto, y es la forma esencialmente democrática de elaboración de la línea política. Las enmiendas resultantes de ese proceso serán la base para los debates del Plenario del Congreso los días 10, 11 y 12 de junio en Madrid.

El intenso desarrollo de la lucha de clases, especialmente agudizado por las dificultades del sistema capitalista para recomponer el ciclo de reproducción ampliada del capital, exige al PCPE mejorar de forma significativa sus capacidades políticas y organizativas. Ese es el objetivo central del Congreso.

El PCPE, como organización de vanguardia, trabaja para convertirse en la fuerza política determinante en el desarrollo de la lucha de clases en España. Un objetivo ambicioso, en coherencia con nuestra determinación de destruir el capitalismo y cambiarlo todo. Una fuerza revolucionaria no puede aspirar a menos.

Análisis científico de la realidad, organización leninista e intervención dirigente en la lucha de masas, son los tres ejes en los que hay que trabajar para conseguir los objetivos que nos proponemos. Nada se resuelve fuera de la lucha de clases. El Partido Comunista es la expresión de la conciencia de la clase obrera.

Este ambicioso objetivo será posible si el Partido cuenta con una base militante formada en las mejores tradiciones del movimiento comunista internacional. Debate abierto y claro, centralismo democrático y capacidad de síntesis superadora, son características esenciales de quienes con su militancia se comprometen con el proyecto, y aspiran, con ese esfuerzo, a ser cuadros de la revolución.

El capitalismo desarrolla todo tipo de artimañas para hacer desaparecer a cualquier organización que se le enfrente con la determinación de destruirlo. Si no lo consiguen mediante la cooptación, lo intentan por la represión y la violencia, pero de forma permanente todos sus aparatos trabajan para destruir al Partido Comunista. Un ejemplo reciente lo tenemos en los ataques a militantes comunistas en Polonia, con varias condenas en sus amañados tribunales. En un país donde el Partido Comunista derrochó tanto heroismo en la lucha contra el fascismo, ahora la burguesía vuelve de nuevo a atacar con nuevas armas leguleyas y policiales.

Para el PCPE vendrán condiciones de lucha muy duras, que el capitalismo español intensificará al ritmo del desarrollo de su crisis. El Partido Comunista es capaz de resistir cualquier agresión, por parte de su enemigo de clase, cuando tiene una alta vinculación con las masas -que son las que garantizan su seguridad-, y cuando su militancia está formada, y actúa, guiándose por los principios del Partido leninista que declaramos fundamentales. El Partido necesita una militancia curtida en mil luchas diferentes, que haya aprendido en la práctica que solo actuando en base a los principios se construye una organización fuerte, y que actuaciones que se alejan de los principios pudren la firmeza del partido y lo convierten en la más fácil presa para la burguesía.

Nuestra responsabilidad es la de hacer del X Congreso una oportunidad extraordinaria para avanzar las posiciones que nos llevaron, en enero de 1984, a fundar el PCPE. Esas posiciones se condensan en una sola idea: subordinar todo al objetivo de hacer triunfar la revolución en España.

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