Durante el primer trimestre de 2016, los Colectivos de Jóvenes Comunistas celebraremos, nuestro 9º Congreso, bajo el lema "Consolidar la Juventud Comunista, organizar a los jóvenes, preparar la revolución".

Tras ocho años de crisis continuada del capitalismo, sufriendo sus efectos en nuestras propias carnes, como Juventud Comunista necesitamos continuar avanzando en un profundo análisis de las consecuencias de esta crisis entre la juventud de extracción obrera y popular, de su situación y sus perspectivas, y en función de este análisis, adecuar nuestras propuestas de trabajo e intervención entre dicha juventud. Para ello hace seis meses que abrimos la primera vuelta de un proceso de debate en todos los colectivos de base de los CJC, en el que cada joven ha podido plantear sus aportaciones a las tesis congresuales. Y el resultado ha sido la recepción de casi un millar de aportaciones colectivas. Tras la segunda vuelta que finaliza en noviembre abriremos la recta final hasta la celebración del 9º Congreso en el primer trimestre de 2016.

 

En este proceso congresual debatimos sobre la crisis en España y en Europa, las estrategias de superación de esta crisis que marca el capital, y cómo éstas influyen en la juventud. Con este marco general abordamos un análisis de la situación material que sufre la juventud trabajadora, el estudiantado, y otros ámbitos concretos de la juventud (en sus barrios, en el medio rural, la mujer joven, la juventud inmigrante, el acceso al ocio y la cultura, así como la influencia de la droga y las redes sociales en la juventud, etc).

La juventud trabajadora vive un empeoramiento de sus particulares condiciones laborales, caracterizadas principalmente por la precariedad, la temporalidad y las altas tasas de desempleo. La puesta en marcha desde las instituciones de la Unión Europea de planes (como el Plan de Garantía Juvenil) que inciden en esta línea dificultan a la juventud un futuro digno e independiente. En este marco la emigración para la búsqueda de una oportunidad laboral es una decisión cada vez más común entre la juventud, una nueva realidad a la que como Juventud Comunista debemos enfrentarnos y que en este Congreso abordamos con profundidad.

A la par, la educación ha sufrido un proceso acelerado de pauperización, empeorando las instalaciones de los centros públicos, aumentando los precios en las matrículas y dejando muchos estudiantes fuera del circuito educativo, recortando en la inversión pública, todo ello acompañado de la aprobación de nuevas legislaciones educativas como la LOMCE, el 3+2 o la FP Dual.

Todo este análisis no se queda en retórica, sino que se transforma en un trabajo práctico concreto. Siguiendo la estrategia de intervención de masas del PCPE, la Juventud nos desenvolvemos en los espacios donde se trabaja con jóvenes, principalmente en el ámbito obrero y sindical -a pesar de los escasos índices de sindicación en la juventud-, y en el ámbito estudiantil –plaza fuerte de esta organización, que tras años acumulando experiencias hoy somos capaces de transformar esos aprendizajes en estructuras organizadas de lucha estudiantil desde la base, que movilizan con huelgas, paros, movilizaciones, encuentros y que caminan a conformar una fuerza estudiantil única que sea el eje de la lucha por una educación al servicio del pueblo trabajador-. Todo ello sin olvidarnos de los barrios, de las problemáticas de la mujer joven, de las cuestiones antirrepresivas y antifascistas, y de los movimientos contra el imperialismo.

Estos son, en resumen, los retos a los que los CJC nos enfrentamos en este proceso congresual. Retos que se nos irán quedando pequeños cuando vayamos avanzando gracias al trabajo comprometido y continuado en todos los niveles de la organización.

Marina Gómez

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