¿En qué pensamos cuando hablamos del alto coste de la educación universitaria hoy en día?

Normalmente nos vienen a la cabeza las sucesivas subidas de tasas que encarecen las carreras, la disminución y detrimento de las becas para estudiar y otras muchas cosas. Sin embargo, esto no es más que la punta del iceberg en lo que a gastos de un estudiante se refiere. Existen otros muchos gastos que, normalmente, se pasan por alto o son obviados.

 

En este artículo vamos a intentar enumerar todos los gastos que un estudiante universitario ha de afrontar cuando se tiene que marchar de casa para sacarse la carrera. Empezaremos por lo más básico: el alojamiento.

El alojamiento es el coste no académico más grande. Según donde el estudiante vaya a vivir, pagará un precio u otro, pero siempre es un coste importante. Por ejemplo, si el estudiante vive en una residencia, el coste oscila entre los 300 y los 400 euros al mes y puede que no estén incluidos en ese precio servicios como la alimentación o la lavandería (dependiendo del tipo de residencia). Si, por el contrario, se va a residir en un piso, los alquileres son muy dispares y van en relación a la calidad del piso. Un piso medianamente decente tiene un alquiler no menor de 600 euros, por lo que se hace imprescindible buscar compañeros de piso para compartir gastos.

Dentro de los gastos del hogar encontramos los derivados de las tarifas de teléfono, luz, agua, gas y gastos de comunidad. No nos detendremos a analizar pormenorizadamente cada uno de ellos, sino que, como son gastos inherentes al alquiler de un piso, haremos una estimación del coste total de todos estos elementos juntos.

Los gastos más señeros son la luz y el gas, sobre todo en los meses de invierno donde es necesaria la calefacción. Estos son los que más engordan la factura, sobresaliendo la factura de la luz, que oscila entre los 70 y los 80 euros al mes en un piso de dos a tres personas.

La factura del gas es algo menos abultada, oscilando entre los 40 y los 50 al mes. Por otro lado está la del agua, que también ronda los 40 euros más o menos.

Por último está la factura del teléfono. De esto no se puede dar una información detallada, ya que la factura dependerá de la compañía y de la tarifa que tengamos contratada. A esta factura habría que sumarle también el coste de la tarifa de internet.

Esto respecto a los gastos del hogar, pero no son los únicos. Están los gastos de alimentación, que no bajan de los 30 o 40 euros semanales, si queremos tener una cesta de la compra que cubra todos los alimentos básicos, haciendo un total de entre unos 120 y 160 euros mensuales que sumar a los anteriormente nombrados.

Por otro lado, tenemos también los costes derivados del desarrollo de la vida social del estudiante. Tras una larga semana de clases, trabajos y estudio, los estudiantes necesitamos descansar y despejarnos un poco, momento que aprovechamos para salir a la calle, tomar el aire y quedar con los amigos y compañeros de clase para tomar algo en un bar y charlar. Esto, si bien es necesario para no vernos superados por el estrés y el agobio, conlleva un gasto que también se acaba notando en el bolsillo a final de mes.

Por último, pero no menos importante, debemos señalar los gastos de transporte, tanto por dentro de la ciudad como los gastos realizados para volver al hogar familiar.

El que un estudiante se vaya a estudiar fuera no implica que rompa totalmente con su lugar de origen. La mayoría de estudiantes solemos volver los fines de semana a casa (si ésta no está demasiado lejos), lo que implica tener que costearnos un viaje en bus o tren, que no se caracterizan por su bajo coste.

Estos son, a grandes rasgos, los gastos de la vida universitaria, los cuales, muchas veces, son costeados íntegramente por los padres del estudiante, ya que el tiempo y esfuerzo que exige sacarse la carrera muchas veces no deja que la compaginemos con un trabajo.

JAG

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