Por fin, el lunes 20 de julio, tras 8 meses de organización y lucha, de concentraciones y protestas, y de una fuerte campaña de difusión en los medios de comunicación, nuestro camarada recuperaba su puesto de trabajo del que nunca debió ser expulsado.

Atrás queda la prepotencia, el abuso, la calumnia y el intento de desprestigio de la nueva Junta Directiva que despidió a Javier, por el único motivo de promover unas elecciones sindicales en el Colegio Oficial de Veterinarios de Las Palmas,  siendo él mismo candidato, gracias al apoyo mayoritario de sus compañeros y compañeras.

 

Esta es una victoria colectiva pues junto a Javier esta lucha ha contado con los trabajadores y trabajadoras del comercio de MAYA, de la Churrería Guanarteme, de Correos, del servicio de mantenimiento del Hospital Dr. Negrín, de Gestión del Medio Rural, de veterinarios y veterinarias, y por supuesto, del PCPC y los CJC, de los CUO, así como de CCOO, su sindicato, entre otros.

Esta lucha no termina aquí. A pocos días de salir la sentencia, la Junta Directiva anunciaba públicamente su intención de recurrir la misma. No se han dado cuenta de que enfrente ya no tienen solo a Javier, hay con él todo un colectivo de trabajadores y trabajadoras que han entendido que la lucha de Javier es también la de todos y todas, es la lucha por los derechos de la clase obrera, por el derecho a organizarse.

Seguiremos alerta. La lucha es hasta la victoria.

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