Ante el incremento de las desigualdades de clase al capital nunca le falta el tiempo para por medio del reformismo hegemónico o a través de la represión estatal poner freno al creciente malestar, disconformidad y explosión de los antagonismos de clase que se traducen en unos mayores índices de movilización y luchas obreras y populares, en la unificación de las mismas y en mayor y mejor organización.

A tal efecto, el despliegue represivo por parte del Estado burgués da pasos por delante de manera precipitada para prevenir un escenario de fuerte movilización, combatividad, protesta y organización de la clase trabajadora que ponga en cuestión al poder burgués y cambie las correlaciones de fuerza entre las clases. Entre muchos de los ámbitos por los cual el capital y su Estado burgués intenta controlar y reprimir la lucha de la clase trabajadora está -¡cómo no!–, la lucha obrera y sindical. En este sentido incluso se están llegando a plantear restricciones al derecho de huelga, que era y es, a pesar de su devaluación por la legalidad burguesa, una portentosa herramienta de lucha de los trabajadores.

Los casos de represión a los trabajadores en lucha, contextualizada en el entorno de huelgas sectoriales y generales van en aumento. En la actualidad hay más de 320 trabajadores/as encausados por distintos hechos que tienen que ver con movilizaciones sociales o sindicales. Ente ellos están Carlos y Carmen, dos activistas granadinos del 15-m condenados por su participación en la Huelga General de 2012. Carlos es un joven estudiante de Medicina y Carmen una trabajadora en paro. Fueron condenados a 3 años y un día de cárcel por defender el derecho de los trabajadores a hacer huelga frente a la represión y hostigamiento de los patronos. Además se les impuso una multa de 2880 euros, más indemnización de 767 y el pago de las costas del proceso judicial.

Tras una identificación policial aleatoria en un piquete sin encontronazo ni altercado alguno, ni tan siquiera gritos, frente a un bar de Granada, y la denuncia que la propietaria del mismo interpuso, Carlos y Carmen fueron llevados a juicio. En mayo de 2013 el fiscal pedía una sentencia ejemplarizante en un caso basado tan sólo en los primeros testimonios de la dueña del local, en la identificación policial y sin ningún tipo de testigo o prueba. Posteriormente hasta la propietaria del bar expresó no sólo la desproporcionalidad de la condena sino que expresó su solidaridad y retiró denuncia. Pero la fiscalía y el juez veían claros “indicios” de delito y dispusieron reprimir para dar ejemplo.

Meses antes, también a instancias de la fiscalía -sólo que en este caso la sentencia fue absolutoria- se encausó en la ciudad de Granada a 19 trabajadores por su participación en el piquete de la Huelga de 2009 ante la empresa de transporte urbano de Granada (Rober) a los que se les pedía cuatro años de prisión.

A la lista de represaliados en la ofensiva del capital contra la lucha obrera y popular así como a derechos como el de huelga se suman los detenidos durante la huelga de la limpieza en Madrid, los casos de Ana y Tamara, Serafín y Carlos, Koldo, Miguel e Isma, Sergi, Pablo y Jorge o Alfon.

Que Carlos y Carmen hayan sido represaliados de forma ejemplar por el poder burgués no ha impedido que se desate en todo este tiempo una ola de solidaridad y lucha tanto a nivel local como internacional. Las manifestaciones y otras expresiones de repulsa y lucha contra las condenas –y condenantes- han sido numerosas y participativas.

Actualmente el ingreso en la cárcel, tras presentarse Carlos el día 14 de julio ante las instituciones carcelaria para salir después el día 22 de julio, se halla en suspenso tras un auto extraordinario de la Audiencia Provincial de Granada que revoca la decisión del Juez de lo Penal 1 y mientras se resuelven tanto las deliberaciones sobre la petición de indulto así como el recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional por vulneración de sus derechos fundamentales durante el proceso judicial.

Numeroso colectivos sociales y populares, sindicatos y partidos políticos, como el PCPE, han estado y estarán apoyando esta lucha. Al capital que responde con represión a nuestra lucha y a nuestra organización se le responde y combate con más lucha y mejor organización.

¡Viva la lucha de la clase obrera!

F. Quiles.

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