El asesinato por el Estado mexicano de Rocío Mesino, dirigente campesina, y de los camaradas Luis Olivares Enríquez y Ana Lilia Gatica Rómulo, muertos a balazos en el interior de su domicilio no son casos aislados, sino parte de una operación planificada de terrorismo de Estado para liquidar físicamente a los cuadros del movimiento popular, sembrar el terror y paralizar a las organizaciones del pueblo.

 

Estos asesinatos se suman a los de Raymundo , Samuel , Miguel Ángel y otros 13 luchadores sociales asesinados solo en Guerrero y en lo que va de la administración de Aguirre Rivero. En el resto del territorio nacional los aparatos paramilitares y el gobierno oligárquico que los promueve han venido asesinando a 4 luchadores sociales por mes. La lucha del hermano PCM por derrocar el poder bárbaro y criminal de los monopolios es nuestra lucha. Mañana el Poder Obrero y Campesino hará que los lacayos de la oligarquía paguen por estas muertes.